El gallardo español/Jornada 3

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​El gallardo español​ de Miguel de Cervantes
Jornada 3

Personas que hablan en ella:
 
• ARLAXA, mora.
• MARGARITA.
• VOZMEDIANO
• DON FERNANDO DE SAAVEDRA.
• GUZMAN, capitán.
• BUITRAGO, soldado.
• El CONDE DE ALCAUDETE
• DON MARTIN.
• DON JUAN DE VALDERRAMA.
• ALIMUZEL.
• ROAMA, moro.
• AZAN, rey de Argel.
• El [REY] DEL CUCO.
• El [REY] DE ALABEZ.
• Y acompañamiento.

Jornada 3


Salen los REYES DEL CUCO y ALABEZ,
DON FERNANDO, de moro;
ALIMUZEL, ARLAXA y MARGARITA.


CUCO

Hermosísima Arlaxa: tu belleza 2135
puede volver del mesmo Marte airado
en mansedumbre su mayor braveza,
y dar leyes al mundo alborotado.

ALABEZ

Puedes, con tu estremada gentileza,
suspender los estremos del cuidado 2140
que amor pone en el alma que cautiva,
y hacer que en gloria sosegada viva.

CUCO

Puede la luz desos serenos ojos prestarla al sol,
y hacerle más hermoso;
puede colmar el carro de despojos 2145
del dios antojadizo y riguroso.

ALABEZ

Puede templar la ira,
los enojos del amante olvidado y del celoso;
puedes, en fin, parar, sin duda alguna,
el curso volador de la Fortuna. 2150

ARLAXA

Nace de vuestra rara cortesía
la sin par que me dais dulce alabanza,
porque no llega la bajeza mía
adonde su pequeña parte alcanza.
Tendré por felicísimo este día, 2155
pues en él toma fuerzas mi esperanza
de ver mis aduares mejorados,
viendo a sus robadores castigados.
Cien canastos de pan blanco apurado,
con treinta orzas de miel aún no tocada, 2160
y del menudo y más gordo ganado
casi os ofrezco entera una manada;
dulce lebeni en zaques encerrado, agrio yagurt.
Y todo aquesto es nada
si mi deseo no tomáis en cuenta, 2165
que en su virtud la dádiva se aumenta.

CUCO

Admitimos tu oferta,
y prometemos de vengarte de aquel que te ha ofendido;
que, en fe de haberte visto,
bien podemos mostrar el corazón algo atrevido. 2170

ALABEZ

Arlaxa, queda en paz,
porque tenemos el tiempo limitado y encogido.

ARLAXA

Viváis alegres siglos y infinitos,
reyes del Cuco y Alabez invitos.

Vanse los REYES.

Vuelve a seguir tu comenzada historia, 2175
cristiana, sin que dejes cosa alguna
que puedas reducir a la memoria
de tu adversa o tu próspera fortuna.


MARGARITA

Pasadas penas en presente gloria
el contarlas la lengua no repugna; 2180
mas si el mal está en ser que se padece,
al contarle, la lengua se enmudece.
«Quedé, si mal no me acuerdo,
en una mala respuesta
que dio mi bizarro hermano 2185
a un caballero de prendas,
el cual, por satisfacerse,
muy malherido le deja.
Ausentóse y fuese a Italia,
según después tuve nuevas. 2190
Tardó mi hermano en sanar mucho tiempo,
y no se acuerda
en mucho más de su hermana,
como si ya muerta fuera.
Vi que volaban los tiempos, 2195
y que encerraban las rejas el cuerpo,
mas no el deseo,
que es libre y muy mal se encierra.
Vi que mi hermano aspiraba,
codicioso de mi hacienda, 2200
a dejarme entre paredes,
medio viva y medio muerta.
Quise casarme yo misma;
mas no supe en qué manera ni con quién;
que pocos años 2205
en pocos casos aciertan.
Dejóme un viejo mi padre,
hidalgo y de intención buena,
con el cual me aconsejase
en mis burlas y en mis veras. 2210
Comuniquéle mi intento;
respondióme
que él quisiera que el caballero
que tuvo con mi hermano la pendencia,
fuera aquel que me alcanzara 2215
por su legítima prenda,
porque eran tales las suyas,
que por estremo se cuentan.
Pintómele tan galán,
tan gallardo en paz y en guerra, 2220
que en relación vi a un Adonis,
y a otro Marte vi en la Tierra.
Dijo que su discreción
igualaba con sus fuerzas,
puesto que valiente y sabio 2225
pocas veces se conciertan.
Estaba yo a sus loores
tan descuidada y atenta,
que tomó el pincel la fama,
y en el alma las asienta; 2230
y amor, que por los oídos
pocas veces dicen que entra,
se entró entonces hasta el alma
con blanda y honrada fuerza;
y fue de tanta eficacia 2235
la relación verdadera,
que adoré lo que los ojos
no vieron ni ver esperan;
que, rendida a la inclemencia
de un antojo honrado y simple, 2240
mudé traje y mudé tierra.
A mi sabio consejero fuerzo
a que conmigo venga;
que ánimo determinado,
de imposibles no hace cuenta.» 2245


ARLAXA

No te suspendas;
prosigue tu bien comenzado cuento,
que ninguna cosa siento en él
que a gusto no obligue, y aun a pesar.

D. FERNANDO

[Aparte] Y es de modo, 2250
según que voy discurriendo,
que al alma va suspendiendo
con la parte y con el todo.

MARGARITA

«Enamorada de oídas del caballero que dije, 2255
me salí del monesterio,
y en traje de hombre vestíme.
Dejé el hermano y la patria,
y, entre alegre y entre triste,
con mi consejero anciano 2260
a la bella Italia vine.
De la mitad de mi alma,
para que yo más le estime,
supe allí que en estacada venció a tres,
y quedó libre, 2265
y que la parlera fama,
que más de lo que oye dice,
le trujo a encerrar a Orán,
que espera el cerco terrible.
En alas de mi deseo, 2270
desde Nápoles partíme;
llegué a Orán,
facilitando cualquier dudoso imposible,
y, apenas pisé su arena,
cuando alborotada fuime 2275
a saber, sin preguntallo,
de quien me tiene tan triste.
Dél supe, y pluguiera al cielo,
que consuela a los que aflige,
que nunca yo lo supiera.» 2280

D. FERNANDO

Di presto lo que supiste.

MARGARITA

«Supe que a volverse moro,
cosa, a pensarla, imposible,
dejó los muros de Orán,
y que en vuestra secta vive. 2285
Yo, por no vivir muriendo
entre sospechas tan tristes,
a trueco de ser cautiva,
todo el hecho saber quise;
y así, arrojada y ansiosa, 2290
entre los cristianos vine,
de quien fue Nacor la guía,
que los trujo a lo que vistes.
Ya me quedé, y soy cautiva,
y ya os pregunto si vistes 2295
a este cristiano que busco,
o a este moro que acogistes.
Llamábase don Fernando de Saavedra,
de insignes costumbres
y claro nombre, 2300
como su fama lo dice.
Por él y por mi rescate,
si dél sabéis,
se apercibe mi lengua a ofreceros tanto,
que pase de lo posible.» 2305
Esta es mi historia, señores;
nunca alegre, siempre triste;
si os he cansado en contalla,
lo que me mandastes hice.


ARLAXA

Cristiana, de tu dolor 2310
casi siento la mitad;
que tal vez curiosidad fatiga
como el amor.
Y al que te enciende en la llama
de amor con tantos estremos, 2315
como tú, le conocemos solamente por la fama.

ALIMUZEL

¿Debajo de cuál estrella ese cristiano ha nacido, que aun de quien no es conocido 2320
los deseos atropella?
Ese amigo por quien lloras,
 y en quien pones tus tesoros,
las vidas quita a los moros,
y las almas a las moras. 2325

D. FERNANDO

Que no es moro está en razón;
que no muda un bien nacido,
por más que se vea ofendido,
por otra su religión.
Puede ser que a ese español, 2330
que agora tanto se encubre,
alguna causa le encubre,
como alguna nube al sol. Mas dime:
¿quién te asegura que,
después de haberle visto, 2335
quede en tu pecho bienquisto?
Que engendra amor la hermosura,
y si él carece della,
como imagino y aun creo,
faltando causa, el deseo 2340
faltará, faltando en ella.

MARGARITA

La fama de su cordura
y valor es la que ha hecho
la herida dentro del pecho:
no del rostro la hermosura; 2345
que ésa es prenda que la quita
el tiempo breve y ligero,
flor que se muestra en enero,
que a la sombra se marchita.
Ansí que, aunque en él hallase 2350
no el rostro y la lozanía
que pinté en mi fantasía,
no hay pensar que no le amase.


D. FERNANDO

Con esa seguridad,
presto me ofrezco mostrarte 2355
al que puede asegurarte
el gusto y la libertad.
Muda ese traje indecente,
que en parte tu ser desdora,
y vístete en el de mora, 2360
que la ocasión lo consiente;
y con Arlaxa y Muzel los
muros de Orán veremos,
donde, sin duda,
hallaremos tu piadoso o tu cruel; 2365
que no es posible dejar de hallarse
en aquesta guerra,
si no le ha hundido la tierra
o le ha sorbido la mar.
Alimuzel, no te tardes; 2370
ven, y mira que es razón;
que en semejante ocasión
no es bien parecer cobarde.

ALIMUZEL

Haz cuenta que a punto estoy.

ARLAXA

A mí nada me detiene. 2375

MARGARITA

Ya veis si a mí me conviene seguiros.

D. FERNANDO

Pues pase hoy;
y mañana,
cuando dan las aves el alborada,
demos a nuestra jornada 2380
principio y al fin de Orán. ¿Queda así?

ALIMUZEL

No hay que dudar.


ARLAXA

¿Cómo te llamas, señora?

MARGARITA

Margarita; mar do mora[n]
gustos que me han de amargar. 2385

ARLAXA

Ven, que el amor favorece siempre a honestos pensamientos.

D. FERNANDO

¡Qué atropellados contentos la ventura aquí me ofrece!

Entranse todos.
Sale BUITRAGO, solo, a la muralla.


[BUITRAGO.]

¡ Arma, arma, señor, con toda priesa!; 2390
porque en el charco azul columbro
y veo pintados leños de una armada gruesa
hacer un medio círculo y rodeo;
el viento el remo impele, el lienzo atesa;
el mar tranquilo ayuda a su deseo. 2395
Arma, pues, que en un vuelo se avecina,
y viene a tomar tierra a la marina.

A la muralla, el CONDE y GUZMAN.


CONDE

Turcos cubren el mar, moros la tierra;
don Fernando de Cárcamo al momento a San Miguel defienda,
y a la guerra 2400
se dé principio con furor sangriento.
Mi hermano, que en Almarza ya se encierra,
mostrará de quién es el bravo intento; que este perro,
que nunca otra vez ladre,
es el que en Mostagán mordió a su padre. 2405

GUZMAN

Mal puedes defenderle la ribera.

CONDE

No hay para qué,
si todo el campo cubre del Cuco y Alabez la gente fiera,
tanta, que hace horizonte lo que encubre,
y los que van poblando la ladera 2410
de aquel cerro empinado
que descubre y mira esento nuestros prados secos,
son los moros de Fez y de Marruecos.
Coronen las murallas los soldados,
y reitérese el arma en toda parte; 2415
estén los artilleros alistados,
y usen certeros de su industria y arte;
los a cosas diversas diputados acudan a su oficio,
y dese a Marte el que a Venus se daba,
y haga cosas 2420
que sean increíbles de espantosas.


Entrese de la muralla el CONDE y GUZMAN.


BUITRAGO

Animas, si queréis que al ejercicio
vuelva de mis plegarias y rosario,
pedid que me haga el cielo beneficio
que siquiera no falte el ordinario; 2425
que, aunque de Marte el trabajoso oficio
en mi estómago pide estraordinario,
con diez hogazas que me envíe,
sienta que a seis bravos soldados alimenta.

Entranse, y suenan chirimías y cajas.
Entra AZAN BAJA y BAIRAN
con el REY DEL CUCO y EL ALABEZ.


BAIRAN

Don Francisco, el hermano del valiente 2430
don Juan, que naufragó en la Herradura,
apercibe gran número de gente,
y socorrer a esta ciudad procura.
Don Alvaro Bazán,
otro excelente caballero famoso y de ventura, 2435
tiene cuatro galeras a su cargo,
y éste ha de ser de tu designio embargo.

AZAN

Su arena piso ya;
de Orán colijo no aquella lozanía que dijiste:
sólo por tocar arma ya me aflijo, 2440
y ver quién será aquel que me resiste.

ALABEZ

Quien al padre venció vencerá al hijo.
No hay que esperar, ¡oh grande Azán!, embiste;
que el tiempo que te tardas,
ése quitas a tus vitorias raras e infinitas. 2445

Entren a esta sazón ARLAXA y MARGARITA, en hábito de moro;
DON FERNANDO como moro, y ALIMUZEL.


CUCO

Tienes presente, ¡oh rey Azán!,
la gloria de la Africa y la flor de Berbería;
un ángel es que anuncia tu vitoria, que el cielo,
donde él vive, te le envía.


AZAN

Tendré yo para siempre en la memoria 2450
esta merced, ¡oh gran señora mía!,
bella y sin par Arlaxa,
en cuanto el cielo pudo de bien comunicar al suelo.
¿Qué buscas entre el áspero ruïdo del cóncavo metal,
que, el aire hiriendo, 2455
no ha de llevar a tu sabroso oído de Apolo el son,
mas el de Marte horrendo?

ARLAXA

El tantarán del atabal herido,
el bullicio de guerra y
el estruendo de gruesa y disparada artillería 2460
es para mí suave melodía.
Cuanto más, que yo vengo a ser testigo
de tus raras hazañas y excelentes,
y a servirte estos dos truje conmigo,
que cuanto son gallardos son valientes. 2465

AZAN

De agradecer tanta merced me obligo
cuando corran los tiempos diferentes de aquéstos,
porque el fruto de la guerra
en la paz felicísima se encierra.

Entra ROAMA, moro,
con un cristiano galán atadas las manos.


ROAMA

El bergantín que de la Vez se llama 2470
cautivaron anoche tus fragatas;
y éste, que es un don Juan de Valderrama, venía en él.

AZAN

¿Por qué no le desatas?

Como entra el cautivo, se cubre
MARGARITA el rostro con un velo.


ALABEZ

¿Cómo sabes su nombre tú, Roama?

ROAMA

El me lo ha dicho así.

AZAN

Pues mal le tratas; 2475
si es caballero, suéltale las manos.

D. JUAN

¿Qué es lo que veo, cielos soberanos?

Mira a DON FERNANDO.


AZAN

¿De qué tierra eres, cristiano?

D. JUAN

De Jerez de la Frontera.


AZAN

¿Eres hidalgo o villano? 2480

ALABEZ

Vestir de aquella manera los villanos
no es muy llano.

D. JUAN

Caballero soy.

AZAN

 ¿Y rico?

D. JUAN

Eso no; pues que me aplico a ser soldado, señal 2485
que de bienes me va mal; y esto os juro y certifico.

ALABEZ

De cristianos juramentos está preñada la tierra,
lleno el mar, densos los vientos. 2490

AZAN

¿Y venías...?

D. JUAN A la guerra.


AZAN

¡Honrados son tus intentos!

MARGARITA

¡Este es mi hermano, señora!

ARLAXA

Disimula como mora, y cúbrete el rostro más. 2495

CUCO

¡Buena guerra agora harás!

D. JUAN

¿Y cómo la hago agora?

AZAN

¿Qué nuevas hay en España?

D. JUAN

No más de la desta guerra,
y que ya estás en campaña. 2500


AZAN

Dirán que mi intento yerra
en emprender tal hazaña;
el socorro aprestarán,
el mundo amenazarán,
y, estándole amenazando, 2505
llegarán a tiempo cuando
yo esté en sosiego en Orán.
Preséntote este cristiano,
Arlaxa, como en indicio
de lo que en servirte gano; 2510
y acepta el primer servicio
que recibes de mi mano;
que otros pienso de hacerte
con que mejores la suerte
de tu aduar saqueado. 2515

ARLAXA

Tenga el grande Alá cuidado,
grande Azán, de engrandecerte.

AZAN

Vamos, que Marte nos llama
a ejercitar el rigor
que enciende tu ardiente llama. 2520

ARLAXA

Mahoma te dé favor
que aumente tu buena fama.
Ven, cristiano, y darme has cuenta
de quién eres.

Entranse todos,
excepto DON JUAN y DON FERNANDO.


D. JUAN

¡No consienta
el cielo que éste sea aquel 2525
que, enamorado y crüel,
pudo hacerme honrada afrenta!

D. FERNANDO

Escucha, cristiano, espera.

D. JUAN

Ya espero, ya escucho, y veo
lo que nunca ver quisiera, 2530
si me pinta aquí el deseo
esta visión verdadera.

D. FERNANDO

¿Qué murmuras entre dientes?

D. JUAN

¿Qué me quieres?

D. FERNANDO

Que me cuentes
quién eres.

D. JUAN

Pues, ¿qué te importa? 2535


D. FERNANDO

Hacer tu desgracia corta.

D. JUAN

[Aparte] ¡Podrá ser que me la aumentes!
Muestran que no es opinión
los sobresaltos que paso,
mas cosa puesta en razón, 2540
que, sin duda, hace caso
tal vez la imaginación,
pues pienso que estoy mirando
el rostro de don Fernando,
su habla, su talle y brío; 2545
pero que esto es desvarío
su traje me va mostrando.

D. FERNANDO

¿Todo ha de ser murmurar,
cristiano?

D. JUAN

Perdona, moro,
que no me dejan guardar 2550
el cortesano decoro
las ansias de mi pesar.
Y más, que tú me enmudeces;
porque tanto te pareces
a un cristiano, que me admiro, 2555
que le veo si te miro,
y él mismo en ti mismo ofreces.

D. FERNANDO

En Orán hay un cristiano
que dicen que me parece
como esta mano a esta mano, 2560
y que si acaso se ofrece
vestir hábito africano,
ningún moro hay que le vea
que no diga que yo sea,
y juzgue con evidencia 2565
que sólo nos diferencia
su vestido y mi librea.
No le he visto y voy trazando
verle, que verle deseo,
ya en paz, o ya peleando. 2570

D. JUAN

¿Cómo se llama?

D. FERNANDO

Yo creo
que se llama don Fernando,
y tiene por sobrenombre
Saavedra.


D. JUAN

Ese es el hombre
por quien con mil males lucho. 2575

D. FERNANDO

Desa manera, no es mucho
que mi presencia te asombre.

Entra ROAMA, el moro.


ROAMA

Arlaxa y Fátima están
esperándote, cautivo.

D. FERNANDO

Ve en paz; que, rendido Orán, 2580
si el otro yo queda vivo,
tendrá remedio tu afán.

D. JUAN

Estimo tu buen deseo;
mas, con todo aquesto, creo...;
pero no, no creo nada; 2585
que es cosa desvariada
dar crédito a lo que veo.

Entrase DON JUAN y ROAMA.

D. FERNANDO

Entre sospechas y antojos,
y en gran confusión metido,
va don Juan lleno de enojos, 2590
pues le estorba este vestido
no dar crédito a sus ojos.
No se puede persuadir
que yo pudiese venir
a ser moro y renegar; 2595
y así, se deja llevar
de lo que quise fingir.
Su confesión está llana,
y más lo estará si mira
y si conoce a su hermana; 2600
que entonces no habrá mentira
que no se tenga por vana.
Pregunto: ¿en qué ha de parar
este mi disimular,
y este vestirme de moro? 2605
En que guardaré el decoro
con que más me pueda honrar.

Entrase. Tócase arma;
salen a la muralla el CONDE y GUZMAN,
y al teatro, AZAN, el CUCO y ALABEZ.


CONDE

Veinte asaltos creo que son
los que han dado a San Miguel,
y éste, según es crüel, 2610
me muestra su perdición.
No podrá más don Fernando de Cárcamo.

GUZMAN

No, sin duda;
mas, si no se le da ayuda,
su fin le está amenazando. 2615
Fuerza que no se socorre,
haz cuenta que está rendida.

AZAN

San Miguel va de vencida,
que gran morisma allá corre.

Suena mucha vocería
de "¡Li, li, li!"
y atambores; sale ROAMA.

ROAMA

San Miguel se ha entrado ya, 2620
y, sobre el muro español,
son tus medias lunas sol,
el más bello que hizo Alá.
Fuéronse a Mazalquivir
algunos que se escaparon. 2625

AZAN

Algún tanto dilataron
esos perros el vivir.

ALABEZ

Desta huida no se arguye
el refrán que el vulgo trata,
que es hacer puente de plata 2630
al enemigo que huye.

CUCO

Hoy de aquel gran capilludo
las memorias quedarán
enterradas con Orán,
pues tú puedes más que él pudo. 2635

AZAN

¡Valeroso don Martín,
que te precias de otro Marte,
espera, que voy a darte,
a tu usanza, un San Martín!

Entranse todos.
Salen ARLAXA y MARGARITA,
cubierto el rostro con un velo,
y DON JUAN, como cautivo.


D. JUAN

Ayer me entró por la vista 2640
cruda rabia a los sentidos,
y hoy me entra por los oídos,
sin haber quien la resista.
Ayer la suerte inhumana,
a quien mil veces maldigo, 2645
me hizo ver mi enemigo,
y hoy me hace oír mi hermana.
Quítate el velo, señora,
y sacarme has de una duda
por quien tiembla el alma y suda. 2650

MARGARITA

¿Otra vez? No puedo agora.

D. JUAN

¡Ay Dios, que la voz es ésta
de mi buscada enemiga!

MARGARITA

Si el oírme te fatiga,
jamás te daré respuesta. 2655

D. JUAN

No me tengas más suspenso;
descúbrete, que me das,
mientra que cubierta estás,
un dolor que llega a inmenso.

ARLAXA

Fátima, por vida mía, 2660
que te descubras; veremos
por qué hace estos estremos
este cristiano.

MARGARITA

Sí haría,
si no me importase mucho
encubrirme desta suerte. 2665

D. JUAN

Los ecos son de mi muerte
los que en esta voz escucho.

ARLAXA

Descúbrete, no te asombres;
que has de saber, si lo ignoras,
que nunca para las moras 2670
los cristianos fueron hombres.
Ya no es nadie el que es esclavo;
no tienes que recelarte.
  

MARGARITA

Yo daré, por contentarte,
con mis designios al cabo. 2675


ARLAXA

[Aparte] Que te conozca, no importa;
cuanto más, que has de negallo

MARGARITA

[Aparte] Dudosa en todo me hallo.

ARLAXA

[Aparte] Ten ánimo, no seas corta.

MARGARITA

Descúbrome; vesme aquí, 2680
cristiano; mírame bien.

D. JUAN

¡Oh, el mismo rostro de quien
aquí me tiene sin mí!
¡Oh hembra la más liviana
que el sol ha visto jamás! 2685
¡Oh hermana de Satanás
primero que no mi hermana!
Por ejemplos más de dos
he visto puesto en efeto
que, en perdiéndose el respeto 2690
al mundo, se pierde a Dios.

ARLAXA

¿Qué dices, perro?

D. JUAN

Que es ésta mi hermana.

ARLAXA

¿Fátima?

D. JUAN

Sí.

ARLAXA

¡En mi vida vi ni oí
tan linda y graciosa fiesta! 2695
¡Tuya mi hermana! ¿Estás loco?
Mírala bien.

D. JUAN

Ya la miro.

ARLAXA

¿Qué dices, pues?

D. JUAN

Que me admiro,
y en el juicio me apoco.
Por dicha, ¿hace Mahoma 2700
milagros?


ARLAXA

Mil a montones.

D. JUAN

¿Y hace transformaciones?

ARLAXA

Cuando voluntad le toma.

D. JUAN

¿Y suele muda[r], tal vez,
en mora alguna cristiana? 2705

ARLAXA

Sí.

D. JUAN

Pues aquésta es mi hermana,
y la tuya está en Jerez.

ARLAXA

¡Roama, Roama, ven!

Entra ROAMA.


ROAMA

Señora; ¿qué es lo que mandas?

ARLAXA

Que pongas las carnes blandas 2710
a este perro.

ROAMA

Está bien.

Vuélvese.


ARLAXA

Con un corbacho procura
sacarle de la intención
una cierta discreción
que da indicios de locura. 2715

MARGARITA

De cualquiera maleficio,
Arlaxa, que al hombre culpa,
le viene a sobrar disculpa
en la falta del juïcio.
No le castigues ansí 2720
por cosa que es tan liviana.


D. JUAN

¡Juro a Dios que eres mi hermana,
o el diablo está hablando en ti!

Suena dentro asalto.


ARLAXA

¿No oyes, Fátima, que dan
asalto a Mazalquivir, 2725
que hasta aquí se hace sentir
en el conflito en que están?
Deja a ese perro, y acude,
por si lo podremos ver.

Entranse ARLAXA y MARGARITA.


MARGARITA

Siempre te he de obedecer. 2730

D. JUAN

¡Y quieren que desto dude!
Por ser grande la distancia
que hay de mi hermana a ser mora,
imagino que en mí mora
gran cantidad de ignorancia. 2735
Estraño es el devaneo
con quien vengo a contender,
pues no me deja creer
lo que con los ojos veo.

Entrase. Salen a la muralla DON MARTIN,
el capitán GUZMAN y BUITRAGO
con una mochila a las espaldas
y una bota de vino, comiendo un pedazo de pan.


D. MARTIN

¡Gente soberbia y crüel, 2740
a quien ayuda la suerte,
no penséis que es éste el fuerte
tan flaco de San Miguel!
¡Bravo Guzmán, gran Buitrago,
hoy ha de ser vuestro día! 2745

BUITRAGO

(Bebe) Déjeme vueseñoría
que me esfuerce con un trago.
¡Echenme destos alanos
agora de dos en dos,
porque yo les juro a Dios 2750
que han de ver si tengo manos!


Salen al teatro AZAN,
el CUCO, el ALABEZ,
DON FERNANDO y otros moros con escalas.


AZAN

Al embestir no se tarde;
porque quiero estar presente,
para honrar al que es valiente
y dar infamia al cobarde. 2755
Muzel, una escala toma,
y muéstranos que te dan,
como a melionés galán,
manos las del gran Mahoma.
¡Ea; al embestir, amigos; 2760
amigos, al embestir;
que hoy será Mazalquivir
sepultura de enemigos!

Embisten; anda la grita;
lleva MUZEL una escala; sube por ella,
y otro moro por otra; deciende
al moro BUITRAGO, y DON FERNANDO ase
a MUZEL y derríbale; pelea con otros,
y mátalos. Todos han de caer dentro del vestuario.
Desde un cabo mira AZAN,
el CUCO y el ALABEZ lo que pasa.


D. FERNANDO

Ya no es tiempo de aguardar
a designios prevenidos, 2765
viendo que están oprimidos
los que yo debo ayudar.
¡Baja, Muzel!

ALIMUZEL

¿Por ventura,
quiéresme quitar la gloria
desta ganada vitoria? 2770

D. FERNANDO

Aún más mi intento procura.

ALIMUZEL

¡Que me derribas! ¡Espera,
que ya abajo a castigarte!

D. FERNANDO

Aunque bajase el dios Marte
acá de su quinta esfera, 2775
no le estimaré en un higo.
¡Oh, cómo que trepa el galgo!

Derriba al otro que sube.


ALIMUZEL

Poco puedo y poco valgo
con este amigo enemigo.
¿Por qué contra mí, Lozano, 2780
esgrimes el fuerte acero?

Riñen los dos.


D. FERNANDO

Porque soy cristiano, y quiero
mostrarte que soy cristiano.


D. MARTIN

¡Disparen la artillería!
¡Aquí, Buitrago y Guzmán! 2785
¡Robledo, venga alquitrán!
¡Arrojad esa alcancía!
¡Allí, que se sube aquél!

D. FERNANDO

Donde yo estoy, este muro
estará siempre seguro; 2790
y, aunque le pese a Muzel,
este perro vendrá al suelo.

Derriba a otro.


AZAN

¿Quién es aquél que derriba
a cuantos suben arriba?

CUCO

Que es renegado recelo; 2795
pero yo lo veré presto,
y le haré que se arrepienta.

AZAN

A un rey no toca esa afrenta.

Vase el del CUCO contra DON FERNANDO.


CUCO

Mahoma se sirve en esto.

GUZMAN

Buitrago, el que nos defiende 2800
es, sin duda, don Fernando.

BUITRAGO

Aqueso estaba pensando,
porque a los moros ofende.

CUCO

¡Renegado, perro, aguarda!

D. FERNANDO

¡Rey del Cuco, perro, aguardo! 2805

CUCO

¿Cómo en tu muerte me tardo?

D. FERNANDO

Pues la tuya ya se tarda. Alimuzel, désta vas,
y tú, rey, irás de aquésta.
¡Concluyóse ya esta fiesta! 2810

CUCO

¡Muy mal herido me has!


ALIMUZEL

¡Muerto me has, moro fingido
y cristiano mal cristiano!

Caen dentro del vestuario.


D. FERNANDO

Tengo pesada la mano
y alborotado el sentido; 2815
Dios sabe si a mí me pesa.
Gran don Martín valeroso,
haz que deciendan al foso
y recojan esta presa.

GUZMAN

Don Fernando, señor, es, 2820
que viene a hacer recompensa
de la cometida ofensa:
diez ha herido, y muerto a tres;
y el rey del Cuco es aquél
que yace casi difunto. 2825

D. MARTIN

Pues socorrámosle al punto.

GUZMAN

Y el otro es Alimuzel.

D. MARTIN

Vayan por la casamata
al foso, y retírenlos.

BUITRAGO

Vamos por ellos los dos. 2830

Quítase del muro GUZMAN y BUITRAGO.


AZAN

Ya no es la empresa barata,
pues me cuesta un rey, y tantos
que en veinte asaltos han muerto.
¿Alboroto, y en el puerto
(¿qué podrá ser?) de los Santos? 2835

Suena todo. Campanas en la ciudad
suenan, señal de alegrías,
y tocan las chirimías;
  
aquésta es gran novedad.
Vamos a ver lo que es esto, 2840
y toquen a recoger.

ALABEZ

No sé lo que pueda ser.


AZAN

Pues yo lo sabré bien presto.

Entranse. Salen BUITRAGO y GUZMAN.


GUZMAN

Al retirar, don Fernando,
que en gran peligro estás puesto. 2845

D. FERNANDO

No lo pienso hacer tan presto.

BUITRAGO

Pues, ¿cuándo?

D. FERNANDO

Menos sé cuándo.
Yo, que escalé estas murallas,
aunque no para huir dellas,
he de morir al pie dellas, 2850
y con la vida amparallas.
Conozco lo que me culpa,
y, aunque a la muerte me entregue,
haré la disculpa llegue
adonde llegó la culpa. 2855

BUITRAGO

Yo sé muy poco, y diría,
y está muy puesto en razón,
que la desesperación
no puede ser valentía.

GUZMAN

Menos riesgo está en ponerte 2860
del conde a la voluntad
que hacer la temeridad
donde está cierto el perderte.
Procúrate retirar,
pues es cosa conocida 2865
que al mal de perder la vida
no hay mal que pueda llegar.
En efecto: has de ir por fuerza,
si ya no quieres de grado.

D. FERNANDO

De vuestra fuerza me agrado, 2870
pues más obliga que fuerza.
Retirad aquesos dos
del foso, que es gente ilustre.

BUITRAGO

Locura fuera de lustre
el quedarte, ¡juro a Dios! 2875


Entranse todos.
Salen AZAN, ARLAXA,
MARGARITA, DON JUAN, ROAMA,
que trae preso a VOZMEDIANO.


ROAMA

Este, pasando de Orán
a Mazalquivir, fue preso.

AZAN

Este nos dirá el suceso
y por qué alegres están.

VOZMEDIANO

Porque les entró un socorro, 2880
que por él, ¡oh gran señor!,
a la hambre y al temor
han dado carta de horro.
Un don Alvaro Bazán,
terror de naciones fieras, 2885
a pesar de tus galeras,
ha dado socorro a Orán.
En la cantidad es poco,
y en el valor sobrehumano.

D. JUAN

Si aquéste no es Vozmediano, 2890
concluyo con que estoy loco.

VOZMEDIANO

¡Suerte airada, por quien vivo
en pena casi infinita!
Aquélla, ¿no es Margarita,
y su hermano aquel cautivo? 2895

AZAN

¿Hay nuevas de otro socorro,
cristiano?

VOZMEDIANO

Dicen que sí.


D. JUAN

De haber dudado hasta aquí
ya me avergüenzo y me corro.
¿No os llamáis vos Vozmediano? 2900

VOZMEDIANO

No, señor.

D. JUAN

¿Qué me decís?

VOZMEDIANO

Que no.

D. JUAN

¡Por Dios, que mentís!

VOZMEDIANO

Estoy preso y soy cristiano,
y así, no os respondo nada.

D. JUAN

¿Aquélla no es Margarita, 2905
viejo ruin?

VOZMEDIANO

Es infinita
vuestra necedad pensada.
Pedro Alvarez es mi nombre:
ved si os habéis engañado.

D. JUAN

El seso tengo turbado; 2910
no hay cosa que no me asombre.
Que si éste no es Vozmediano
y no es Margarita aquélla,
y el que causó mi querella
no es el otro mal cristiano, 2915
tampoco soy yo don Juan,
sino algún hombre encantado.


Entra un MORO.


MORO ¿Cómo estás tan sosegado,

valeroso y fuerte Azán?
Si tardas un momento, no habrá fusta, 2920
galera ni bajel de cuantos tienes
en este mar que no sea miserable
presa del español, que a remo y vela
viene a embestirte. Rey Azán, ¿qué aguardas?

AZAN

Todo moro se salve, que los turcos 2925
solos se han de embarcar. ¡Adiós, amigos!

Vase.


ARLAXA

Fátima, no me dejes; ven conmigo,
que tiempo habrá donde a tu gusto acudas.

MARGARITA

No te puedo faltar; guía, señora.

Entranse las dos.


D. JUAN

Solos quedamos, hombre, y sólo quiero 2930
que me digas quién eres; que yo pienso
que eres un Vozmediano de mi tierra.

VOZMEDIANO

No es este tiempo para tantas largas;
la libertad tenemos en las manos;
dejalla de cobrar será locura. 2935
Pedro Alvarez me llamo por agora.

Entrase.


D.JUAN

¿Cómo podré dejarte, hermana o mora?

Entrase. Salen a la muralla DON MARTIN,
GUZMAN, DON FERNANDO y BUITRAGO.


DON MARTIN

¡Oh, que se embarca el perro y que se escapa!
Dobla la punta, general invicto,
y embístele.

GUZMAN

Por más que lo procura, 2940
no es posible alcanzarle.

D. FERNANDO

¡A orza, a orza,
con la vela hasta el tope! ¡Oh, que se escapa!
De Canastel el cabo dobla, y vase.


D. MARTIN

Los perros de la tierra, en remolinos
confusos, con el miedo a las espaldas, 2945
huyen y dejan la campaña libre.

BUITRAGO

Toda la artillería se han dejado.

GUZMAN

Las proas endereza nuestra Armada al puerto,
y ya de Orán el conde insigne ha salido también.

D. MARTIN

A la marina, 2950
que el bravo don Francisco de Mendoza
no tardará en llegar.

Entrase DON MARTIN y BUITRAGO.


D. FERNANDO

Amigo, escucha:
¿no ves aquel montón que va huyendo
de moros por la falda del ribazo?

GUZMAN

Muy bien. ¿Por qué lo dices?

D. FERNANDO

Allí creo 2955
que va desta alma la mitad.

GUZMAN

¿Va Arlaxa?

D.FERNANDO

Arlaxa va.

GUZMAN

¡Mahoma la acompañe!


D. FERNANDO

Ven, que con ella va la que me lleva
el alma, y me conviene detenellas;
sígueme, que has de hacer por mí otras cosas 2960
que me importan la honra.

GUZMAN

Yo te sigo;
que hasta la aras he de serte amigo.

Entranse. Sale, como que se desembarca,
DON FRANCISCO DE MENDOZA; recíbenle el CONDE
y DON MARTIN, BUITRAGO y otros.


CONDE

Sea vuesa señoría bien venido,
cuanto ha sido el deseo
que de verle estas fuerzas han tenido. 2965

D. FRANCISCO

El cielo, a lo que creo,
en mi mucha tardanza ha sido parte,
porque viese esta tierra más de un Marte;
que de aquestas murallas las rüinas
muestran que aquí hubo brazos 2970
de fuerzas que llegaron a divinas.

BUITRAGO

Rompen por embarazos
imposibles los hartos y valientes,
y esto saben mis brazos y mis dientes.

D. MARTIN

¡Paso, Buitrago!

BUITRAGO

Yo, señor, bien puedo 2975
hablar, pues soy soldado
tal, que a la hambre sola tengo miedo.
Ya el cerco es acabado.

D. MARTIN

No es para aquí, Buitrago, aqueso. ¡Paso!

BUITRAGO

Nadie sabe la hambre que yo paso. 2980

CONDE

Cincuenta y siete asaltos reforzados
dieron los turcos fieros
a estos terrones por el suelo echados.

BUITRAGO

Cincuenta y siete aceros
tajantes respondieron a sus bríos, 2985
todos en peso destos brazos míos.
Corté y tajé más de una turca estambre.


CONDE

¡Buitrago, basta agora!

BUITRAGO

Bastará, a no morirme yo de hambre.

D. FRANCISCO

En vuestro pecho mora, 2990
famoso don Martín, la valentía.

BUITRAGO

Y en el mío la hambre y sed se cría.

Entra el capitán GUZMAN
y lee un billete a
DON FRANCISCO; y, en leyéndole, dice:


D. FRANCISCO

Haráse lo que pide don Fernando;
que todo lo merece
lo que dél va la fama publicando. 2995
Coyuntura se ofrece
donde alegre y seguro venir puede.

GUZMAN

Tu gran valor al que es mayor excede.

Entrase GUZMAN.


D. FRANCISCO

Pido, en albricias deste buen suceso,
señor conde, una cosa 3000
que por algo atrevida la confieso,
mas no dificultosa.

CONDE

¿Qué me puede mandar vueseñoría
que no haga por deuda o cortesía?

D. FRANCISCO

De don Fernando Saavedra pido 3005
perdón, porque su culpa
con su fogoso corazón la mido,
y él dará su disculpa.

CONDE

Muy mal la podrá dar; pero, con todo,
señor, a vuestro gusto me acomodo. 3010


Entran DON FERNANDO y ALIMUZEL,
con una banda, como que está herido;
ARLAXA, MARGARITA, DON JUAN y VOZMEDIANO.


D. FERNANDO

Si confesar el delito,
con claro arrepentimiento,
mitiga en parte la ira
del juez que es sabio y recto,
yo, arrepentido, aunque tarde, 3015
el mal que hice confieso,
sin dar más disculpa dél
que un honrado pensamiento.
A la voz del desafío
deste moro corrí ciego, 3020
sin echar de ver los bandos,
que al más bravo ponen freno.
Pero no es éste lugar
para alargarme en el cuento
de mi estraña y rara historia, 3025
que dejo para otro tiempo.

CONDE

Agradecedlo al padrino
que habéis tenido, que creo
que allí llegará la pena
do llegó el delito vuestro. 3030
Pero, ¿qué moras son éstas?,
¿y qué cautivos? ¿Qué es esto?

D. FERNANDO

Todo lo sabrás después,
y por agora te ruego
que me des, señor, licencia, 3035
para hablar sólo un momento
y acomodar muchas causas
de quien verás los efectos.

CONDE

Hablad lo que os diere gusto,
que del vuestro le tendremos; 3040
que siempre vuestras palabras
responden a vuestros hechos.


D. FERNANDO

Yo soy, Arlaxa, el cristiano,
y entiende que ya no miento,
don Fernando, el de la fama, 3045
que te enamoró el deseo.
La palabra que le diste
a Alimuzel tenga efecto,
que él hará entrego de mí,
pues yo en sus manos me entrego. 3050
Y vos, don Juan valeroso,
cuyo honrado y noble intento
os trujo a tal confusión
que os turbó el conocimiento,
perdonad a vuestra hermana, 3055
que el romper del monesterio
redundará en su alabanza,
señor, si vos gustáis dello.
Sin dote será mi esposa;
que nunca falta el dinero 3060
donde los gustos se miden
y se estrechan los deseos.
En esta mora en el traje
a vuestra hermana os ofrezco,
y a mi esposa, si ella quiere. 3065

MARGARITA

Yo sí quiero.

D. FERNANDO

Yo sí quiero.

D. JUAN

¿No es aquéste Vozmediano?

VOZMEDIANO

El mismo.

D. JUAN

¡Gracias al cielo
que, tras de tantos nublados,
claro el sol y alegre veo! 3070
No es este famoso día
de venganzas, y no tengo
corazón a quien no ablande
tal sumisión y tal ruego.
Yo perdono a Margarita, 3075
y por esposa os la entrego,
Alejandro de mi hacienda,
pues la mitad os ofrezco.

ARLAXA

Y yo la mano a Muzel;
que, aunque mora, valor tengo 3080
para cumplir mi palabra;
cuanto más, que lo deseo.

CONDE

Tan alegre destas cosas
estoy, cuanto estoy suspenso,
porque dellas veo el fin, 3085
y no imagino el comienzo.

D. FERNANDO

¿Ya no te he dicho, señor,
que te lo diré a su tiempo?


Entra UNO.


UNO

En este punto espiró
el buen alférez Robledo. 3090

GUZMAN

Dios le perdone, y mil gracias
doy al piadoso cielo,
que me quitó de los hombros
tan pesado sobrehueso.
Quien quiere tener la vida 3095
rendida a cualquier encuentro,
y no tener gusto en ella
ni velando ni durmiendo,
afrente a algún bien nacido,
y verá presente luego 3100
el rostro que el temor tiene,
la sospechas y el recelo.

BUITRAGO

Quien quisiere se le quite
todo temor, todo miedo,
tenga hambre, y verá como 3105
cesa todo en no comiendo.

DON MARTIN

Yo añadiré las raciones,
Buitrago.

BUITRAGO

¡Hágate el cielo
vencedor nunca vencido
por casi siglos eternos! 3110

CONDE

Entremos en la ciudad, señor don Francisco.

D. FRANCISCO

Entremos,
porque a la vuelta me llaman
estos favorables vientos,
y quiero deste principio 3115
entender estos sucesos,
porque, en ser de don Fernando,
gustaré de que sean buenos.

BUITRAGO

Tóquense las chirimías
y serán, si bien comemos, 3120
dulces y alegres las fiestas.


GUZMAN

¿Y si no?

BUITRAGO

Renegaremos.

UNO

¡Buitrago, daca el alma!

BUITRAGO

¡Hijo de puta! ¿Tenemos
más almas que dar, bellaco? 3125

UNO

¡Daca el alma!

BUITRAGO

¡Por San Pedro,
que si os asgo, hi de poltrón,
que habéis de saber si tengo
alma que daros!

GUZMAN

Buitrago, no haya más, que llega el tiempo 3130
de dar fin a esta comedia,
cuyo principal intento
ha sido mezclar verdades
con fabulosos intentos.

  Fin desta comedia