El honroso atrevimiento/Acto III

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El honroso atrevimiento
de Tirso de Molina
Acto III

Acto III

Salen LISAURO, de labrador,
y CANDADO.


LISAURO

No pongo en cosa, Candado,
mi gusto que me le dé;
contra mí se ha conjurado
todo el mundo, ¿adónde iré
para no ser desdichado? 5
Que la amistad ponga trato
con el interés, ya ha sido
ley del mundo sin recato;
no me espanta del olvido
del amigo que es ingrato. 10
Pero que también persigan
las cosas inanimadas
a un desdichado, y que sigan
leyes en vicio fundadas,
que a la ingratitud obligan, 15
esto me asombra y me espanta;
hasta la tierra que piso
parece que se levanta
contra mí. Cuanto diviso,
aire, fruto, piedra, planta, 20
parece que se conjura,
y con semblante inclemente
huye de mi desventura.
Para mí llora la fuente
cuando reírse procura. 25
Ya en tu casa me aborrecen
tus hijos y tu mujer;
mis desdichas lo merecen.


CANDADO

Pues ¿qué hicieran a saber
quién eres y lo que ofrecen 30
los que tu ventura escasa
persiguen?

LISAURO

Tu esposa dice
que desde que entré en tu casa
cuanto tiene es infelice:
los trigos el cierzo abrasa, 35
cómese el lobo al ganado,
y, en fin, viñas, prados, gente
todo por mí ha desmedrado.


CANDADO

Parécense extrañamente
la tiña y el desdichado. 40
Como es la mala fortuna
tiña y peste, donde llega
no deja cosa ninguna,
sarna que luego se pega
su contagión importuna. 45
Pero si en tiempo apestado
se conoce la lealtad
del amigo y del criado
y es peste tu enfermedad,
no te ha de dejar Candado, 50
por más que el tiempo cruel
apartarme de ti crea,
pues cuando por ti y por él,
rico y dichoso no sea,
a lo menos seré fiel. 55
Candado soy y cerrado
para guardarte, y aunque eres
infeliz y desdichado,
mientras que tú no la abrieres,
mi lealtad va con candado. 60
Mira del modo que intentas
favorecer a tu esposa,
porque con nuevas tormentas
la riqueza poderosa
maquina trazas violentas. 65
Lelio, que por bien no alcanza
la posesión de su amor,
abre puerta a la venganza,
y en los brazos del rigor
alimenta su esperanza. 70
Porque no pueda salir
de Venecia, hace guardar
su casa, sin permitir
irla nadie a visitar.

LISAURO

Menos mal fuera morir. 75
Pues ¿qué come, si es que tiene
ya mi esposa que comer?
Todo contrario me viene;
¿luego no podrá vender
el diamante?


CANDADO

Ni conviene, 80
que quien le quitó la hacienda
mejor quitará el diamante.


LISAURO

¡Ay cara y hermosa prenda!
Muera tu esposo delante
de tus ojos y no ofenda 85
mi desdicha de esa suerte
tu constancia no rendida;
yo voy a morir y a verte,
que por remediar tu vida
quiero que me den la muerte. 90


CANDADO

¿Estás sin seso, señor?


LISAURO

Morir quiero.


CANDADO

Desear
la muerte más es temor
y flaqueza que alcanzar
nombre digno de valor. 95


LISAURO

¿No podré ver a Fulgencia
otra vez dando disfraz
que me lleve a su presencia?

CANDADO

Nunca el capitán sagaz
tienta, si tiene prudencia, 100
la fortuna poco fuerte
dos veces, porque si funda
en la primera su suerte,
suele estar en la segunda
la celada de su muerte. 105
Yo iré a Venecia cual suelo,
que soy menos conocido
y es más piadoso el cielo.
Del carbón que hemos cogido
haré cargas, venderelo, 110
y dándole el precio dél
a Fulgencia, que conmigo
no será Lelio cruel,
ni creerá que a un su enemigo
cubre mi tosco buriel. 115
Dándome entrada segura,
remediaré su pobreza,
daré alivio a su hermosura
y alentaré su firmeza
mientras tu destino dura. 120
Esto quiero, y es razón
que aqueste gusto me des.


LISAURO

¡Ay leal Efestión!,
ni te vence el interés
ni te obliga la opinión 125
de la fingida amistad;
quisiera Alejandro ser
para pagar tu lealtad.


CANDADO

El carbón voy a poner;
no entraré en la ciudad; 130
sufre tu infeliz estado;
que aquel, si fuese animoso,
estará, aunque despreciado,
más cerca de ser dichoso
que fuese más desdichado. 135

(Vase.)

LISAURO, solo.


LISAURO

Correspondencias y tratos
en Italia tenía yo
con mercaderes que, ingratos,
la necesidad buscó
sus partidas y contratos. 140
Pues si es verdad lo que digo,
los amigos, ¿dónde están,
que siempre andaban conmigo?
Mas las hormigas no van
a las eras si no hay trigo. 145
El que ve la golondrina
en el verano labrar
casa firme, ¿no imagina
cuán de asiento quiere estar
por su huéspeda y vecina? 150
¿No parece el nido eterno
que ha fortalecido tanto?
¿No le alegra el canto tierno?
Pues nido, hospedaje y canto
todo lo deja al invierno. 155
¿Qué me quejo, pues, en vano
si mi invierno va conmigo?
Faltó el sol y faltó el grano;
si es golondrina el amigo,
él volverá en el verano. 160

Sale VERINO y DIODORO. Dichos.


VERINO

El Duque de nuevo ha echado
de Ferrara a los bandidos
que Venecia ha desterrado;
y así somos compelidos
a sacar de aqueste Estado 165
a nuestro padre Honorato,
cuya vejez afligida
remediar, Diodoro, trato.


DIODORO

¿Cómo, si contra su vida
se conjura el cielo ingrato? 170


VERINO

Rico en Ferrara vivía
con el crédito y hacienda
que por Lisauro tenía,
cuya nobleza no ofenda
jamás la fortuna impía. 175
Pero hala vuelto a perder
como el crédito ha faltado
de Lisauro, y no ha de haber
otro Lisauro estimado
que le vuelva a socorrer. 180
También él anda por todo
desterrado y afligido,
y, aunque donde habita ignoro,
por su vida ha prometido
diez mil escudos de oro 185
el veneciano Senado,
volviendo a la patria y tierra
a cualquiera desterrado
que le lleve.

LISAURO

Tanta guerra,
cielos, ¡contra un desdichado! 190
Pero ¿qué es esto? ¿No veo
a Diodoro y a Verino?
O me engaña mi deseo
o en ellos el favor vino
que en otros hallar no creo. 195
A su padre di la vida
con la hacienda y libertad
que agora lloro perdida.
¿Es mucho de esta amistad
que los réditos les pida? 200
Quiero llegar.


DIODORO

Avisado
está mi padre que aquí
venga a hablarnos.


LISAURO

Ea, cuidado,
¿qué teméis? ¿Llegaré? Sí...
Mas no, que soy desdichado. 205
Y aunque Verino y Diodoro
de mi amistad son testigos,
lo que en ellos tengo ignoro,
que más querrán por amigos
diez mil ducados de oro. 210


DIODORO

¿Eres Lisauro?

LISAURO

Solía;
ya soy pelota del tiempo
que hasta el cielo subía
sirviendo de pasatiempo
a la fortuna algún día. 215
Ya me ha abatido de traza
que, despedazada y rota,
según lo que me amenaza,
si del tiempo fui pelota,
ya soy de la muerte chaza. 220
De cuantos amigos tengo,
o por mejor decir, tuve,
sólo a descubrirme vengo
a los dos; dudoso estuve;
mas ya mi dicha prevengo 225
en vosotros, que el valor
que os ilustra y ennoblece
y el ofrecido favor
a vuestro padre merece
que satisfagáis mi amor. 230


VERINO

La mayor satisfacción,
Lisauro, es la natural;
a esto inclina la razón
y deuda filial,
que es precisa obligación. 235
Mi padre está desterrado
a quien te lleve a Venecia
vivo, el destierro han alzado;
en tanto, Lisauro, precia
darte la muerte el Senado. 240
 
(Cógenle por detrás y átanle a un árbol.)

DIODORO

Perdona, que a la amistad
siempre el amor se antepone
del padre.


LISAURO

¡Ah infames! Soltad,
si no queréis que pregone 245
la fama vuestra crueldad.
Siquiera por descubrirme
a los dos y por fiarme
de vuestra lealtad no firme
habíades de guardarme, 250
no prenderme y perseguirme.


VERINO

Somos hijos; el amor
puede más que la amistad;
mi padre pide favor.


LISAURO

¿Y esto es dalle libertad? 255
Infamia diréis mejor,
y si a la experiencia llego,
de ver pagar mal por bien,
desde hoy diga el vulgo ciego:
«Haz mal sin mirar a quién, 260
haz bien y guárdate luego».

Sale HONORATO. Dichos.


HONORATO

Aquí mis hijos dijeron
que me esperaban.


LISAURO

Atad
manos que tan sueltas fueron
que su hacienda y libertad 265
a vuestro padre ofrecieron.


HONORATO

Hijos, ¿qué es esto?


DIODORO

Señor:
ya el cielo ocasión ha dado
con que, por nuestro favor,
a Venecia restaurado 270
goces tu hacienda y valor.
El Senado ha prometido
libertad al que entregare
a Lisauro forajido
y vivo allá le llevare. 275
Hánosle el cielo ofrecido
aquí, y aunque formes quejas
de que le pagamos mal
deudas y amistades viejas,
la obligación natural 280
nos cierra al fin las orejas.

HONORATO

A poder desengendraros,
¡infames!, por honra mía,
el ser volviera a quitaros
que os di. ¡Maldito sea el día 285
que hijos pude llamaros!
¿La vida que tengo yo
y la vuestra no es todo una?
Pluguiera al cielo que no,
a pesar de la fortuna. 290
¿Lisauro no me la dio?
Pues ¿será paga debida,
desconocidos, villanos,
que vida que dio la vida
a un padre y a dos hermanos 295
hoy por ellos sea vendida?
¿La vida ponéis en venta
de Lisauro? ¿La lealtad
del mundo que honralle intenta?
¿Esto es darme libertad 300
o es darme perpetua afrenta?
¿Con qué cara podré yo
a mi patria restaurado
ir? Este es quien vendió
ingratamente al Senado 305
al que la vida le dio.
¿Ya tenéis las lenguas mudas?
Pero sí, que en tales tratos
os convencerán mis dudas;
símbolos de los ingratos, 310
con vosotros ya hay tres Judas.
¿Quién pudiera con dos lazos
daros la muerte como a él?
Desate mi amor los brazos,
Lisauro, de este cordel 315
para que me den abrazos.
 
(Desátale y dale una espada.)
  
Y para que aquesta espada
cobre venganza debida,
su muerte es bien empleada;
no son mis hijos, la vida 320
les quitad ya deshonrada.

LISAURO

A tal nobleza y valor
no hay satisfacción ni precio;
con los brazos es mejor
pagaros; el celo necio 325
de vuestros hijos fue amor.
Y aunque no hay obligación
natural por quien le cuadre
hacer al hijo traición,
hijos de tan noble padre 330
merecen por él perdón.
Yo os le doy, escarmentado
en mí mismo; y porque siente
pena y vergüenza el culpado
siempre que tiene presente 335
a persona que ha injuriado,
quiero con vuestra licencia
partirme.


HONORATO

Cifrose en vos
la lealtad y la prudencia.


LISAURO

Amigos, adiós.


HONORATO

Adiós. 340


LISAURO

¡Ay mi querida Fulgencia!
 
(Vase.)

Dichos, menos LISAURO.


HONORATO

Quitaos delante de mí,
afrenta de la virtud
y de la sangre que os di,
centro de la ingratitud, 345
y no os llaméis desde aquí
mis hijos, que no merece
tal nombre vuestra traición.

VERINO

Cordura el callar parece
que convence la razón. 350

DIODORO

Y la traición enmudece.
 
(Vanse.)

Salen LELIO y MARCIO.


LELIO

He publicado que Lisauro es muerto,
y por Venecia corre aquesta fama,
tanto que no hay persona que por cierto
no la publique.


MARCIO

¡Pobre de quien ama! 355


LELIO

Antes espero así salir al puerto
de mi esperanza y obligar mi dama
a que, muerto su esposo y mi enemigo,
su mal remedie por casar conmigo.
Fingiré desposarme en secreto, 360
que en público, recién muerto su esposo,
querrá guardalle el luto y el respeto
a las lenguas del vulgo licencioso;
y si una vez mi amor pongo en efeto
y aplaco aqueste fuego riguroso 365
que entre esperanzas leves entretengo,
gozo a Fulgencia y a mi hermano vengo.


MARCIO

La traza es extremada, aunque indecente
a tu valor.


LELIO

¿Decencias, Marcio, pides?
¿No sabes que es amor guerra inclemente 370
y que en guerra son lícitos ardides?
No repares en ese inconveniente
si con la vara del peligro mides
el que corre mi vida en verdes años,
si a Fulgencia no gozan mis engaños. 375
Aquí sus ojos vierten el tesoro
de las Indias del Sur de su hermosura
por su fingido muerto; aquí la adoro,
y aquí mi amor su libertad procura.


MARCIO

Quien llora perlas, si con lienzos de oro 380
enjuga el llanto, juzgará aventura
por quien el oro la ofreció el verterlas,
porque son muy parientes oro y perlas.
Pero a Efigencia, que a su madre imita
en la virtud, belleza y en el llanto, 385
sale al encuentro.

Sale EFIGENCIA. Dichos.


EFIGENCIA

Amor, ¿cómo no os quita
el poder que tenéis tormento tanto?
¿Al que mató ami padre y solicita
a mi madre adoráis? ¡Parece encanto!
Un padre muerto lloran mis desvelos; 390
Lelio me causa amor, mi madre celos.
Pero presente tengo a mi enemigo,
si así llamar a quien adoro puedo:
Amor enredador, sed vos conmigo,
que me importa la vida cierto enredo. 395


LELIO

Bella Efigencia, si por vos no obligo
a vuestra madre, sin remedio quedo.
Vuestro padre murió; Fulgencia hermosa
os puede remediar siendo mi esposa.


EFIGENCIA

Debeisme, Lelio, tanto, que he antepuesto 400
a mi difunto padre vuestro gusto;
mi madre por mi causa...


LELIO

Decid presto.


EFIGENCIA

En medio de sus penas y disgusto
admite vuestro amor casto y honesto.


LELIO

¡Oh nueva venturosa, oh premio justo 405
de Jacob por Raquel perseverante!
¡Oh venturoso fin de un firme amante!


EFIGENCIA

En respuesta del vuestro, Lelio, envía
este papel, no de su propia mano,
que no quiere dar muestras en un día 410
tan grandes, que por su amor llaméis tirano;
pero bastan que vengan de la mía.

LELIO

¡Qué tal escucho, cielo soberano!


MARCIO

¿No te lo dije yo? ¿Ves como el oro
enjuga perlas?


LELIO

De contento lloro. 415


EFIGENCIA

Este diamante solo que ha quedado
perseverante entre la mucha hacienda
que nos hizo quitar Dux y Senado,
sin que su amor permita que se venda,
también os le presenta.


LELIO

Ya he llegado 420
al colmo de mi dicha. ¡Oh rica prenda!,
no por la clara luz que en ti el sol cría,
sino por el valor de quien te envía
la boca pongo en ti una y mil veces.


EFIGENCIA

Fue la joya primera que mi padre 425
la dio, y en fe que suceder mereces
en su amor y lugar, la da mi madre.

LELIO

Esta cadena toma, pues me ofreces
tal dicha, tanto bien; y porque os cuadre
mi gozo a todos; escuchad agora 430
lo que escribe Fulgencia mi señora.


(Lee.)



 
«A tanta perseverancia vuestra y desdicha mía no me puedo persuadir sino que el cielo está de vuestra parte y quiere que, muerto mi señor y esposo, sucedáis en su lugar y amor. Temeridad será el resistille; mas sólo os suplico deis lugar a que el sentimiento y luto cumpla con la obligación que le tengo y con las lenguas del vulgo, que bien podéis entretener deseos con esperanzas tan ciertas como la firmeza de este diamante, única prenda y bien estimada de mi primer esposo y ahora del que ha de serlo segundo. No escribo de mi mano, porque hasta dárosla tiembla de vergüenza. Guárdeos el Cielo y hágaos más dichoso que vuestro antecesor. Vuestra, Fulgencia».
¡Oh letras venturosas, breve suma
de la victoria que mi dicha pinta!



¡Bendiga el Cielo al que inventó la pluma,
el que el papel halló, letras y tinta; 435
jamás el tiempo viciador consuma
su nombre ilustre, sino que en sucinta
y breve historia en bronce esculpa y grabe
su nombre ilustre y su memoria alabe!<poem>

EFIGENCIA

Por eso el gusto con pesares templa;
pero no tanto, Lelio, que te impida
el hablalla esta noche; si la ruegas
que de la luna el resplandor despida, 450
y, pues amor es ciego, venga a ciegas,
yo haré que a una ventana prevenida
puedas hablalla, si a las doce llegas
con la traza que pide el que es discreto.

LELIO

Solícito vendré, solo y secreto. 455

EFIGENCIA

Pues vete agora, y quita inconvenientes
de quien aquí te viere tan contento.

LELIO

Bien dices; tus consejos son prudentes,
grande es mi obligación, un casamiento
ilustre te prometo. Adiós.
 
(Vase.)

EFIGENCIA, sola.


[EFIGENCIA]

No intentes 460
darme otro esposo sino el que yo intento,
que es a ti mismo. Amor ciego y desnudo,
a enredos ciegos das un ciego nudo.
Adoro a Lelio, y finjo que mi madre
por esposo le admite, cuando llora 465
más que Aganipe por mi muerto padre,
y más que por Memón la fresca Aurora.
En su nombre escribí, que aunque me cuadre
fama y nombre, desde hoy, de enredadora,
ya sabemos que amor no tiene hazañas, 470
sino solos enredos y marañas.
El diamante la hurté, que, en fin, no es nuevo
ser ladrón el amor; si a ser mi esposo
le obligo, aquesta noche el premio llevo
que merece un ingenio cauteloso. 475
Quiérole mucho; a mucho, amor, me atrevo;
grande es mi ingenio, pero provechoso;
pues si es mi dueño Lelio, de Lisauro
guardo el honor y su valor restauro.

(Vase.)

Salen JULIO y DECIO, y CANDADO, asido.


  

JULIO

De Lisauro sois criado 480
y cómplice en su delito.


CANDADO

Lo primero yo lo admito,
lo segundo os ha engañado;
porque yo ni a nadie he muerto
ni hice tal bellaquería. 485


DECIO

¿No huisteis con él el día
que dio muerte a Filiberto?


CANDADO

¡Válanos Dios! Yo no huí,
sino viendo que quedaba
sin amo y que él se escapaba, 490
a mi aldea me volví,
y agora traigo carbón
que vender.


JULIO

Venga al Senado,
que eso es mentira.


CANDADO

(Aparte.)
  
Candado,
ya estás en la tentación. 495


JULIA

El Dux lo manda; ea, andemos.

Salen LELIO y MARCIO. Dichos.


LELIO

Marcio, no ama quien es cuerdo;
de contento el seso pierdo.


MARCIO

El amor todo es extremos.


LELIO

¿Qué es esto?


CANDADO

Señor, yo soy, 500
o fui, si a decirlo acierto,
criado antaño del muerto
Lisauro; hele visto yo
finar, y vengo a cobrar
lo que el Dux ha prometido 505
a quien hubiere sabido
su muerte. Entré en el lugar
y, apenas en él me vi,
cuando aquestos dos alanos
me echaron ambas las manos; 510
hacen presa y pinta en mí.


LELIO

¿Morir a Lisauro has visto?


CANDADO

Sí, señor, por estos ojos
que tien de comer gorgojos;
ya habrá cenado con Cristo. 515


LELIO

Marcio, ¿hay ventura mayor
que la muerte que he fingido
verdadera haya salido?


MARCIO

Está de tu parte amor;
no me espanto.

LELIO

En mi servicio 520
quiero que estés desde hoy;
dueño de Fulgencia soy
y ser tu dueño codicio.
Que si a Lisauro sucedo
y es mi esposa su mujer, 525
desde hoy le he de parecer
en todo.


CANDADO

Con vos me quedo.
Mas ¿qué decís de Fulgencia?


LELIO

Que es mi esposa y mi bien ya.


CANDADO

¿La viuda?


MARCIO

Claro está. 530


CANDADO

¿Pues no es cargo de conciencia
que tan presto olvide el luto?


LELIO

Esta noche he de ir a vella.


CANDADO

¿A su casa?


LELIO

Sí.


CANDADO

¿Y con ella?...


LELIO

Con ella, pues.


CANDADO

¡Oste puto! 535


LELIO

Vamos, y en llegando a casa
de noche, me vestiré.


CANDADO

(Aparte.)
  
Yo y todo me escurriré
y le diré lo que pasa
a mi amo.


LELIO

¿Que he de ser 540
tu esposo, Fulgencia amada?
¡Gran dicha!


CANDADO

¡Viuda y casada
en un día! ¡Oh roin mujer!

(Vanse.)

Sale LISAURO y tras él labradores.


LABRADOR 1.º

Echadle con el pecado.


LABRADOR 2.º

Después que está en el lugar 545
todos hemos desmedrado,
hasta venirse a quemar
la casa que le ha hospedado.


LABRADOR 3.º

¡Válgate la maldición,
por hombre o por desventura! 550


LABRADOR 4.º

La desdicha es contagión.


LABRADOR 1.º

Por verdad mos dijo el cura
el otro día en el sermón
que se ahogaban en el mar
todos los que iban con él. 555


LABRADOR 2.º

En él lo habíamos de echar.


LISAURO

Ea, fortuna cruel,
acábate de vengar.
Echadme, no tengáis pena,
que el mar me recibirá, 560
pues la tierra me condena;
mas para mí aun no tendrá
todo el mar una ballena.


LABRADOR 3.º

Yo os juro a Dios, si os volvéis
al puebro, que os he de ahorcar. 565


LABRADOR 4.º

¿Qué diabros con vos traéis?


LABRADOR 1.º

Dejadle.


LABRADOR 3.º

Volveos a entrar,
que vos mos la pagaréis.
 
(Vanse.)

LISAURO, solo.


LISAURO

¡Ea, Fortuna, convoca
toda la furia y violencia 570
que contra mí se provoca,
porque para mi paciencia
toda tu potencia es poca!
¡Ah Candado, por leal
mi desdicha has heredado! 575
Si la sombra del nogal
significa al desdichado
que a cuanto alcanza el mal,
nogal, mi suerte me nombra,
por fuerza te ha de alcanzar 580
la desdicha que me asombra,
pues te quisiste arrimar
a tan desdichada sombra.

Sale CANDADO. Dicho.


  

CANDADO

No le quisiera traer
las nuevas a mi señor 585
que le traigo, que han de ser
muerte suya y de su honor;
mas si las ha de saber
por otro, sepa por mí
el mal que por su honra pasa. 590


LISAURO

¿Candado?


CANDADO

Ya enmudecí.


LISAURO

Ya el cielo quemó tu casa
porque yo en ella viví.
De tu lugar me han echado:
¡tanto mi desdicha pudo! 595
Tú solo firme has quedado.
Habla. ¿De qué estas mudo?

CANDADO

Candado está con candado.


LISAURO

¿Cómo queda mi Fulgencia?
¿Cómo mi Efigencia está? 600
¿Consololas tu presencia?
¿Callas? No por bien será.
No pruebes más mi paciencia.
¿Venció el interés cruel
a la pobreza inconstante? 605


CANDADO

No hay resistencia con él.
¿Conoces este diamante?


LISAURO

Sí.


CANDADO

Pues mira este papel.

(LISAURO lee para sí.)

Tu enemigo ha publicado
por Venecia que eres muerto; 610
creyolo el Dux y Senado,
lloró Fulgencia, por cierto
lo que tenía deseado.
Llegó Lelio la mañana
de la nueva, ofreció ser 615
su esposo, y es cosa llana
que esto de boda en mujer
es tentación de manzana.
Porque el mismo día y punto
que oyó casamiento, dio 620
a la parroquia el difunto,
el luto en verde aforró,
triunfó Roma de Sagunto,
y Efigencia, que también
la tentación de marido 625
le hace andar a ten con ten,
de secretaria ha servido,
y como tus ojos ven,
este papel escribió
por su madre, a quien ofrece 630
a Lelio, y con él le dio
el diamante que merece
no serlo, pues se mudó
tan presto. Llegó Candado
con las cargas del carbón; 635
conociome en el mercado
un alguacil socarrón,
quiso llevarme al Senado.
Dije que muerto te había,
y que por el justo precio 640
del homicidio venía;
creyole el amante necio,
llevome en su compañía,
y yo, hurtándole el diamante
que te di con el papel, 645
he venido de portante
a que conozcas por él
lo que refiere importante.
Concluyo con que a Fulgencia
esta noche ha de ir a hablar 650
el que te hace competencia,
y tu honra se ha de quedar
a la luna de Valencia.

LISAURO

Calla, no digas más, la boca cierra,
tan elocuente a pronunciar mi muerte. 655
Ya dio con toda la fortuna en tierra,
la honra derribó mi triste suerte.
¿Mi Efigencia y mi esposa me hacen guerra?
¿La firme, la mujer constante y fuerte,
tan presto se mudó que me ha olvidado? 660
Mas todo le persigue a un desdichado.
Afuera, ropas, que en venir conmigo
se os pegará la peste que me abrasa;
afuera, seso, no me seas testigo
del mal que por mi fama y honra pasa. 665
Aquesta noche, asalta mi enemigo
mi honor por las paredes de mi casa;
defenderle o morir, que si es honrado,
no seré en eso solo desdichado.
(Vase.)

CANDADO, solo.


CANDADO

Al mar se echó, que para tanto fuego 670
el agua, con ser tanta, aun no es bastante;
las olas corta, si a ayudalle llego;
desde una nave le seré importante.
Góndolas hay aquí, desasosiego
de celos confirmados, ya a un amante 675
dais tormento, ¿qué haréis al que es casado?
Leal tengo de ser, si él desdichado.

(Vase.)

Sale EFIGENCIA a la ventana.



EFIGENCIA

Noche hermosa, en cuyos brazos
duerme seguro el sosiego,
y para no despertalle 680
escolta le hace el silencio.
Así jamás rayos rojos
ofusquen tus ojos negros
ni el sol en brazos del alba
te salga a inquietar tan presto, 685
que favorezcas mi amor
y des ayuda a mi enredo
para que, en vez de Fulgencia,
goce Efigencia de Lelio.

Salen LELIO y MARCIO, como de noche.
Dicha.


MARCIO

Mira que está en la ventana 690
tu dama.


LELIO

¡Oh piadosos cielos!
¡Sol de noche, luz a escuras,
gran milagro! Marcio, llego.

Sale LISAURO desnudo y mojado.
Dichos.

  

LISAURO

En las alas de las olas
del mar, para todos fiero, 695
sólo para mí piadoso,
si es piedad no haberme muerto,
llegué volando, señal
que a ver mi deshonra llego;
porque el bien siempre es pesado, 700
como los males ligeros.
Esta es mi casa, ¡ay de mí!
Dos hombres hablando veo
a mi adúltera ventana;
arrimad escalas, celos, 705
que aún una espada no traigo;
pero ¿para qué la quiero,
pues no hace el acero falta
cuando el honor tiene aceros?


LELIO

¡Ah del oriente dichoso 710
donde el sol que reverencio,
a pesar de mis desdichas,
da luz a mis pensamientos!


EFIGENCIA

¡Ah del amor más constante
que vio en sus siglos el tiempo 715
poderoso a conquistar
mi ya agradecido pecho!
Fulgencia soy; si llorosa
por Lisauro, ya con Lelio
tan ufana, que no iguala 720
mi pesar a mi contento.

LISAURO

¿Que lo escucho y no doy voces?
¡Jesús! Fulgencia, ¿tan presto
mudable? Llora la aurora
perlas que enjuga el sol luego. 725


LELIO

Mi bien, si soy yo vuestro esposo,
ya es la dilación tormento
del alma donde vivís,
como salamandria al fuego.
No permitáis que padezca 730
en el riguroso infierno
del temor quien de la gloria
goza que en amaros tengo.


EFIGENCIA

Lelio, ya yo no soy mía,
y así, ni quiero ni puedo 735
negar el alma que os guardo
cuando la pide su dueño.
¿Daisme palabras de ser
mi esposo?


LELIO

Por todo el cielo,
por el valor de mi sangre 740
y por la ley que profeso,
juro de haceros señora
del mayorazgo que heredo
y del alma en que vivís.


EFIGENCIA

Pues en ese juramento 745
fiada, aguardad, señor,
que daros posesión quiero
del alma, donde Lisauro
invencible vivió un tiempo.

(Vase.)

Dichos, menos EFIGENCIA.


LELIO

Marcio, mira si soy yo 750
quien esto escucha; si es cierto,
si es Fulgencia la que baja,
si vivo, si estoy despierto.


MARCIO

No me espanto que lo dudes,
que lo veo y no lo creo; 755
pero en mujer sola y pobre
¿qué no podrá tu dinero?

Sale EFIGENCIA con manto.
Dichos.


EFIGENCIA

¡Venciste, Lelio querido!


LELIO

¡Oh venturosos tormentos
padecidos por Fulgencia, 760
pues tan dulce fin tuvieron!

(Llega LISAURO y detiene a LELIO.)

LISAURO

No tanto que vuestra muerte,
traidores, no venga en ellos;
Lisauro soy, inconstante;
Lisauro soy, vivo vengo. 765


LELIO

Marcio, llévala en los brazos
a la góndola.
 
(Llévala.)


LISAURO

Primero
vengaré con vuestra muerte
mi injuria y deshonra.


EFIGENCIA

¡Ay cielos!


LELIO

Aunque pudiera matarte 770
o mandar llevarte preso
donde la muerte pagaras
de mi hermano Filiberto,
no hay venganza que se iguale
a la que hoy hacer pretendo, 775
no en tu vida, en tu honra sí,
para blasón y trofeo
de mi venganza, pues goza,
vivo tú, a Fulgencia, Lelio.


LISAURO

Espera, no huyas cobarde; 780
dame la muerte primero,
pues por no tener espada
ir con la vida te dejo.

(Vase.)

Sale FULGENCIA por otra puerta.


FULGENCIA

De aquesta voz lastimada
temerosa y triste vengo, 785
de mi Lisauro parece;
muerto está; pero, aunque muerto,
su espíritu diera alivio
a mi eterno desconsuelo.
¡Ay Lisauro de mis ojos! 790
¿Cuándo permitirá el cielo
que se acompañen las almas,
pues ya no pueden los cuerpos?

Sale LISAURO por la puerta enfrente de FULGENCIA.
Dicha.


LISAURO

No ha de quedar cosa en pie,
desde los infames techos, 795
que no abrase mi venganza.


FULGENCIA

¡Ay Jesús! ¿Qué es lo que veo?


LISAURO

(Sin verla.)
  
¡Ay Fulgencia, pluma fácil!
El interés dio en el suelo
con tu firmeza.


FULGENCIA

¡Lisauro, 800
gloria de mis pensamientos!


LISAURO

¡Jesús! ¿Quién eres, mujer?


FULGENCIA

¿Quién soy, dices? ¿No era espejo
yo de tus ojos, Lisauro?
Fulgencia soy.


LISAURO

No lo creo; 805
no puede haber dos Fulgencias.


FULGENCIA

Bien dices, sola merezco
fama eterna, sola soy
en el amor que te tengo.


LISAURO

¿Lelio no te llevó agora? 810


FULGENCIA

No ha podido llevar Lelio
de tu esposa una palabra,
un mínimo pensamiento.

LISAURO

¡Qué es esto, desdichas mías?
¿Mis ojos mismos no vieron 815
a Lelio llevar mi esposa?


FULGENCIA

Tu esposa no, que mintieron;
pero escucha, pues que vives
para mi bien, que sospecho
lo que ha podido engañarte; 820
Efigencia ha mucho tiempo
que ama a Lelio, y pudo ser
que, ser tu esposa fingiendo,
le engañase de ese modo.


LISAURO

¡Ah Efigencia!

(Llámala.)


FULGENCIA

Aquesto es cierto, 825
mi bien, pues que no responde.


LISAURO

Palabra de casamiento
la dio Lelio; pero ¿quién
cree palabras si son viento?
Él intenta mi deshonra; 830
Fulgencia amada, ¿qué espero?
Al Dux voy a presentarme
que, aunque está agraviado, es cuerdo;
todo el Senado me busca;
vénguese en mí, porque muerto 835
muera conmigo mi agravio.


FULGENCIA

Dulce esposo, amado dueño,
oye, escucha: ¿así me dejas?


LISAURO

Muriendo, Fulgencia, intento
dar en Venecia principio 840
a un honroso atrevimiento.
 
(Vase.)


FULGENCIA

Y yo de nuevo a mi llanto;
cuando te cobro te pierdo.
Dueño desdichado mío,
tras ti voy; perdone el miedo, 845
el recato y la vergüenza
que encerrada me tuvieron;
que no hay paciencia que baste
al tropel de mis tormentos.

(Vase.)

Salen el DUX, viejo,
y el DUQUE DE FERRARA;
tocan cajas y salen soldados,
y el de FERRARA con bastón.


  

DUX

La victoria, Duque ilustre, 850
que de los contrarios nuestros
por vos hemos alcanzado
era cierta, conociendo
el valor del Capitán
y los hazañosos hechos 855
de los Duques de Ferrara.


DUQUE

A vuestra excelencia beso
las manos por tal favor.


DUX

Por vuestro valor espero
que Venecia ha de cobrar 860
cuanto usurpa el turco fiero.
Levánteos la fama estatuas,
y con armas y trofeos
publique la Señoría
las hazañas que os debemos. 865
Pedid al Senado, Duque,
lo que quisiéredes, cierto
de que se os concederá
cualquiera difícil premio.

Sale LISAURO. Dichos.


LISAURO

Excelentísimo Dux, 870
Senado ilustre y supremo,
por quien conserva la patria
la libertad de su imperio.
La defensa del honor,
caudal que estima el que es cuerdo 875
más que la vida, que al fin
se acaba y él queda eterno,
hizo que Lisauro diese,
después de diversos medios
que despreció la ambición, 880
justa muerte a Filiberto.
Huyó; buscole el Senado
a pregones prometiendo
diez mil escudos por él,
alzando cualquier destierro; 885
confiscole la Justicia
sus bienes, no permitiendo
salir su esposa de aquí
riguroso mandamiento.
Quedó pobre, pero honrada, 890
sin que bastase el dinero
de Lelio, que sucedió
a su hermano en pensamientos,
a derribar su firmeza,
por más engaños y enredos 895
que el poder pudo inventar,
milagro para estos tiempos.
Publicó Lelio mi muerte
dando fe de casamiento
a Fulgencia si alcanzaba 900
la ejecución sus deseos.
Pero amor, que no consiente
poner límite en sus reinos,
hizo que Efigencia, mi hija,
por Lelio perdiese el seso. 905
Fingió, pues, que mi Fulgencia
le amaba, su esposo muerto,
escribiole en nombre suyo,
diole prendas, concluyendo
en que esta noche viniese 910
por ella, y al fin, ¡ay cielos!,
creyendo que era mi esposa,
a Efigencia goza Lelio.
Si la Justicia, ¡oh gran Dux,
Senado ilustre!, es espejo 915
en que el juez se ha de mirar
para enmendar sus defectos,
dos cosas vengo a pediros,
si es que alcanzarlas merezco;
la primera, que se cumplan 920
palabras y juramentos
dadas por Lelio a Efigencia;
la segunda, que, pues vengo
a entregarme yo a mí mesmo
y es el prometido precio 925
diez mil escudos por mí,
me quitéis la vida y luego
la pobreza de mi esposa
mandéis remediar con ellos;
acabarán con mi vida 930
las desgracias con que el Cielo
me persigue, y daré nombre
a mi honroso atrevimiento.


DUQUE

A tan piadosa demanda,
pues licencia de vos tengo 935
para pediros mercedes,
sólo que perdonéis quiero
a Lisauro, invicto Dux.

Salen LELIO y MARCIO. Dichos.


LELIO

Marcio, tan alegre vengo
del engaño de Efigencia, 940
que, enamorado de nuevo,
por esposa he de pedirla
a mi padre.


DUX

¿Qué es aquesto?


LELIO

Señor, si de tu valor,
nobleza, piedad y celo 945
vuela la ligera fama
por uno y otro hemisferio,
muestra perdonar injurias
la nobleza de tu pecho.
Efigencia de Lisauro, 950
el que mató a Filiberto,
con tu licencia es mi esposa.


DUQUE

Señor, por él intercedo.


DUX

Si el Cielo lo quiere así,
alto, yo también lo quiero; 955
a Lisauro doy perdón,
su hacienda y patria le vuelvo,
y a Efigencia, vuestra hija,
por hija desde hoy acepto.


DUQUE

Inmortalice tu nombre 960
la fama a pesar del tiempo.


LISAURO

Eres gloria de este siglo.


LELIO

De nobleza eres espejo.


MARCIO

Lisauro está perdonado.

Sale FULGENCIA. Dichos.


FULGENCIA

A los venturosos ecos 965
del perdón de mi Lisauro
yo a besarte los pies llego.

Sale EFIGENCIA. Dichos.


EFIGENCIA

Y yo a pedirte perdón.


LISAURO

¡Dulce esposa!


FULGENCIA

¡Amado dueño!

Sale CANDADO. Dichos.


CANDADO

A gozar viene Candado, 970
entre tantos, un día bueno.


LISAURO

Con la mitad de mi hacienda,
pues cuanto tengo te debo
por leal y por constante.


CANDADO

Ya tus daños fenecieron. 975


LISAURO

A Honorato, desterrado,
habéis de alzar el destierro.


DUX

Ya no os puedo negar nada.
Vamos, Lisauro, y daremos
principio a vuestra ventura, 980
a vuestras penas consuelo.


LISAURO

Y fin, con vuestra licencia,
al honroso Atrevimiento.

FIN DE EL HONROSO ATREVIMIENTO