Iré a cumplir en todo tu deseo:
pero no sé si en la batalla aciertas,
porque en Atenas cuentan de Teseo
grandes hazañas.
ORANTEO:
Todas son inciertas:
la que cuenta con Hércules no creo,
ni que rompió las infernales puertas;
el ir a Colcos sí, pues ya se sabe
lo de Jasón y la primera nave.
En fin, se halló en el robo de Medea,
el vellocino y las manzanas de oro,
que en todo lo que es hurtos bien se emplea,
como en la prenda que en el alma adoro.
LUCINDO:
En fin, ¿quieres que el mar el campo sea?
ORANTEO:
Pues ¿quién podrá mejor, con el decoro
debido darnos plaza al desafío
en la primer cubierta de un navío?
En el abordaremos con los nuestros,
y subiendo los dos por las escalas,
haremos solos la batalla diestros,
donde no tienen los cobardes alas.