Diferencia entre revisiones de «Página:Barreda Cronicas.djvu/188»

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Las ventajas están todas de parte de Palomino: lleva
Las ventajas están todas de parte de Palomino: lleva
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en la mano su mortifero trabuco, y aunque no ha tenido
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Además, en el cinturon lleva un punal y dos pistolas.
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Es ágil, es diestro y con fuerzas irresistibles.
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presa que tan temeraria acción le produjera, le hundió,
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Palomino, el sanguinario Palomino, jefe de aquella fa-
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de la Colonia al mando del esforzado y prudente joven el
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subteniente Casas, quien, con siete vecinos que se le agre.
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lia do los Garzones, les acompano on el sitio del Rodeo,
lia de los Garzones, les acompañó on el sitio del Rodeo,
con tan vivo fuego, por el espacio de hora y media, que
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Revisión del 20:38 7 feb 2021

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188 éste se niega á hacerlo y mientras los otros huyen, corre tras el jofe de la band', en la diestra el cuchillo que le diera Juan de la Rosa Suárez, ¡Lo alcanza y sin proferir palabra lo acomete y se traba entre ambos un duelo à muerte! Las ventajas están todas de parte de Palomino: lleva en la mano su mortifero trabuco, y aunque no ha tenido tiempo de volverlo á cargar, no importa, es un arma ro- derosa en forma de maza. Además, en el cinturón lleva un puñal y dos pistolas. Es ágil, es diestro y con fuerzas irresistibles. En cambio, Salay sólo va á el armado de aquel cu- chillo. La lucha, pues, tendria que scrle desfavorable; pero no debió comprenderlo asi Salay, porque, esquivando, con rapidez asombrosa, el terrible golpe do molinote que Pa- lomino, al verlo corca, le dirigiera, con la culata del mor- tifero trabuco, saltó sobre él, puso en su rostro la siniestra y sin darle tiempo a que volvieso del aturdimiento y sor- presa que tan temeraria acción le produjera, le hundió, hasta el pomo, el cuchillo en la garganta! Palomino, el sanguinario Palomino, jefe de aquella fa- mosa banda, cayó, profiriendo su última blasfemia. ¡Salay, convencido de que el facineroso estaba muerto, acudió al cuerpo inerte y ensangrentado do Ipond; pero, inútilmente: acribillado el rostro por horribles heridas y destrozado el cráneo, ya no existia tampoco la hija predi. lecta de la tribu, su salvadora, su esposa ante el dios de los charruas!.. Y agrega el referido corresponsal...: «Y aún hubieran ejecutado otros más horrendos delitos si oportunamente no llegara la partida de auxilio que remitió el comandante de la Colonia al mando del esforzado y prudente joven el subteniente Casas, quien, con siete vecinos que se le agre. garon, entre ellos otros dos valientes jóvenes, de la fami- lia de los Garzones, les acompañó on el sitio del Rodeo, con tan vivo fuego, por el espacio de hora y media, que