Diferencia entre revisiones de «El león con su ejército»
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Revisión del 19:20 17 abr 2009
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A Don Javier María de Munive e Maquez,
conde de Peñaflorida, director perpetuo
Mientras que con la espada en mar y tierra Los ilustres varones Engrandecen su fama por la guerra, Sojuzgando naciones, Tú, Conde, con la pluma y el arado, Ya enriqueces la patria, ya la instruyes, Y haciendo venturosos has ganado El bien que buscas y el laurel que huyes. Con darte todo al bien de los humanos No contento tu celo, Supo unir a los nobles ciudadanos Para felicidad del patrio suelo. La hormiga codiciosa Trabaja en sociedad fructuosamente, Y la abeja oficiosa Labra siempre ayudada de su gente. Así unes a los hombres laboriosos Para hacer sus trabajos más fructuosos. Aquél viaja observando Por las naciones cultas; Éste con experiencias va mostrando Las útiles verdades más ocultas. Cuál cultiva los campos, cuál las ciencias; Y de diversos modos, Juntando estudios, viajes y experiencias, Resulta el bien en que trabajan todos. ¡En que trabajan todos! Ya lo dije, Por más que yo también sea contado. El sabio Presidente que nos rige Tiene aun al más inútil ocupado. Darme, Conde, querías un destino, Al contemplarme ocioso e ignorante. Era difícil; mas al fin tu tino Encontró un genio en mí versificante. A Fedro y Lafontaine por modelos Me pusiste a la vista, Y hallaron tus desvelos Que pudiera ensayarme a fabulista. Y pues viene al intento, Pasemos al ensayo: va de cuento. El León, rey de los bosques poderoso, Quiso armar un ejército famoso. Juntó sus animales al instante: Empezó por cargar al elefante Un castillo con útiles, y encima Rabiosos lobos, que pusiesen grima. Al oso le encargó de los asaltos; Al mono con sus gestos y sus saltos Mandó que al enemigo entretuviese; A la Zorra que diese Ingeniosos ardides al intento. Uno gritó: «La liebre y el jumento. Éste por tardo, aquélla por medrosa, De estorbo servirán, no de otra cosa.» «¿De estorbo? dijo el Rey; yo no lo creo. En la liebre tendremos un correo, Y en el asno mis tropas un trompeta.» Así quedó la armada bien completa. Tu retrato es el León, Conde prudente, Y si a tu imitación, según deseo, Examinan los jefes a su gente, A todos han de dar útil empleo. ¿Por qué no lo han de hacer? ¿Habrá cucaña Como no hallar ociosos en España?.