Diferencia entre revisiones de «Categoría:Obras de Antonio Domínguez Hidalgo»
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ANTONIO DOMÍNGUEZ HIDALGO |
|||
CUANDO |
|||
NIÑO... |
|||
Poemas |
|||
de infancia |
|||
y adolescencia |
|||
1950-1960 |
|||
Primera edición 1986 |
|||
“ Da bambino |
|||
il bene più grande |
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che c´è |
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è l´ingenuità, |
|||
ma poi... |
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se ne va.” * |
|||
* “Cuando niño, |
|||
el bien más grande |
|||
que hay |
|||
es la ingenuidad, |
|||
pero después... |
|||
se nos va.” |
|||
Canción del |
|||
Festival de la Canción Italiana de |
|||
San Remo 1968. |
|||
CUASI-JUSTIFICACIÓN |
|||
En este libro reúno la mayoría de los escritos que mi madre conservó afanosa como si hubieran sido sus joyas más preciadas, cual aquella célebre matrona romana. |
|||
Asombrada y asombrosamente coleccionó con amoroso cuidado, lo que su hijo, desde por lo menos los siete años de edad, cantaba, borroneaba o dibujaba en papelillos y libretas. |
|||
Gracias a su sensibilidad innata, no obstante la humildad de su cultura, el ahínco que ella depositó al ir reuniéndolos poco a poco con maternal paciencia, permitió que no cayeran en una irremediable destrucción. |
|||
No son otra cosa más que muestras de los inicios de mi vocación comunicativa a través de la palabra hablada, escrita o cantada que permanecían ya amarillentas en un viejo arcón guardado celosamente en el ropero materno. |
|||
Nacieron acaso de mis canturreos, de mis monólogos o de mis diálogos con la aún frescura urbana de entonces o de mis asombros ante la Naturaleza aún no opacada por la insolencia de la ambición y el humo. |
|||
En ellos se encuentran las emociones de mis hallazgos con la gente que veía desde la azotea de mi casa: los escribanos y su público en la nostálgica Plaza de Santo Domingo en la ciudad de México donde nací. Luego, cuando pude escaparme hasta ellos, comencé a enterarme de las historias que las personas les narraban para que les dieran formato de carta. Era como encontrarme con hacedores de mundos. |
|||
Allí, calle de Brasil 29 esquina con Luis González Obregón, en otros tiempos, calle de la Encarnación, y en otros todavía más lejanos, parte del espacio que ocupaba la gran escuela de la unión y de la disciplina, el Calmecac de mis abuelos tenochcas, había nacido y hacia 1950 ya podía leer y escribir. Sobre todo escribir. |
|||
Navegan así por sus versos naïve las sorpresas de mis escapes al más allá... el Zócalo, la Lagunilla, Tepito, la Alameda, San Juan de Letrán... el centro histórico; o Santiago Tlatelolco, Chapultepec, Xochimilco, Teotihuacan. Y las viejas librerías de mis ensueños, entre laberintos de estanterías: Robredo, Navarro, Porrúa, Zaplana. |
|||
Desde mi solitaria unicidad infantil las palabras constituían mis divertimientos, mis juguetes de imaginación, las concreciones de mi fantasía y de mis experiencias crecientes. |
|||
Me he atrevido a publicarlos ante la insistencia constante de muchos apreciados amigos y discípulos que vieron en ellos, cuando se los descubrí con gratitud filial, textos cuyo reflejo bien puede proyectar las inquietudes, las vivencias, las emotividades, de otros niños y adolescentes, quienes también se sientan marginados a la soledad de sus creaciones, como siempre, felizmente por convicción, lo he estado yo. |
|||
Acaso, por curiosidad, sobrevivan a sombríos desprecios. Gracias, Nonantzin. Pero también a ti, Totatzin, porque me enseñaste a cantar...y a no quedarme callado cuando se tiene algo que decir. |
|||
ENTRE |
|||
LOS SIETE |
|||
Y |
|||
LOS NUEVE... |
|||
POEMAS DE LA AZOTEA |
|||
I |
|||
Salgo a la azotea. |
|||
Es como una sábana |
|||
de ladrillos |
|||
donde se cobija |
|||
mi casa. |
|||
II |
|||
Me asomo a la plaza... |
|||
tanta gente se pasea |
|||
y yo sin alas. |
|||
III |
|||
Desde mi esquina |
|||
miro la fuente... |
|||
alegre me saluda |
|||
como bailando para mí. |
|||
IV |
|||
Con el pelo recogido |
|||
Doña Josefa suspira: |
|||
Este Domínguez |
|||
también todo mira. |
|||
V |
|||
Qué iglesia |
|||
la de Santo Domingo... |
|||
Se me pone en frente |
|||
y no me deja ver más allá. |
|||
VI |
|||
Las palomas se caen |
|||
sobre los prados |
|||
y buscan de comer con ansias. |
|||
¡Qué triste vida |
|||
la de recoger migajas! |
|||
VII |
|||
Como los gorriones |
|||
que revolotean, |
|||
brinco y salto |
|||
en mi azotea. |
|||
Ellos como que me ven |
|||
y yo dejo que me vean. |
|||
VIII |
|||
Comerás, comerás, |
|||
gallinita, comerás |
|||
el maicito que en el suelo |
|||
tirado está, |
|||
porque si no te lo comes, |
|||
los pajaritos te lo quitarán |
|||
y cuando quieras comerlo, |
|||
ya nada tendrás. |
|||
IX. |
|||
En la pileta del lavadero |
|||
yo me siento marinero. |
|||
Con mi lancha de papel |
|||
pienso el mundo recorrer. |
|||
X |
|||
Allí está tan misteriosa |
|||
la escalera hacia la calle |
|||
y como víbora me dice: |
|||
anda niño, escápate. |
|||
XI |
|||
Me quedo quieto, muy quieto, |
|||
como pensándolo mucho, |
|||
y aunque ninguno me crea, |
|||
yo prefiero mi azotea. |
|||
XII |
|||
Desde mi azotea se mira |
|||
mucha gente que no mira |
|||
y mientras la voy mirando |
|||
me gusta adivinar cantando |
|||
lo que les está pasando. |
|||
XIII |
|||
Ese gran señor de gris |
|||
se siente la gran lombriz. |
|||
Y esa señora de verde |
|||
parece rata que muerde. |
|||
XIV |
|||
El hombre del camisón |
|||
de seguro es muy panzón. |
|||
La dama de gran sombrero |
|||
es hija de un maromero. |
|||
XV |
|||
Y la señora que llora |
|||
al lado del maquinista, |
|||
de seguro está contándole |
|||
toda su historia. |
|||
XVI |
|||
Y allí llega el pescadero |
|||
al pocito del zaguán. |
|||
¡Cuántos pescados bonitos! |
|||
¡Quién los pudiera comprar! |
|||
XVII |
|||
Un jardín se va moviendo |
|||
entre el asfalto. |
|||
Es la florera que llega |
|||
carga y carga sus canastos. |
|||
XVIII |
|||
El bolero de la esquina |
|||
limpia y limpia los zapatos. |
|||
Lo único que me preocupa: |
|||
¿Por que él siempre anda descalzo? |
|||
XIX |
|||
Qué tortas las del tortero |
|||
con su canastón de mimbre. |
|||
Parece el bueno Jesús |
|||
que a todos tortas les sirve. |
|||
XX |
|||
Aquí en mi azotea |
|||
hay un mundo |
|||
que me habla |
|||
a cada momento |
|||
y no es cuento. |
|||
XXI |
|||
En los ladrillos |
|||
de la azotea |
|||
descubrí |
|||
un hormiguero. |
|||
Las hormigas |
|||
desfilando |
|||
parecen |
|||
un hilo negro. |
|||
XXII |
|||
Entre las sábanas |
|||
de los tendederos |
|||
juego al teatro |
|||
y soy un títere |
|||
que bailo |
|||
y canto. |
|||
XXIII |
|||
Entre tanta tubería |
|||
salto y salto. |
|||
Si tropiezo pierdo |
|||
y si no, gano. |
|||
XXIV |
|||
Lava y lava |
|||
la lavandera. |
|||
Siempre lava |
|||
y lava y lava. |
|||
¿Cuál será su día de fiesta? |
|||
XXV |
|||
Qué escándalo en la calle. |
|||
Me asomo y veo un desfile. |
|||
Muchachos sin camisa |
|||
se burlan y se ríen. |
|||
XXVI |
|||
¡Cuántas carcajadas |
|||
lanza la gente! |
|||
Un chico va encadenado. |
|||
Como un perro se defiende. |
|||
XXVII |
|||
Desde la ventana |
|||
una señora les grita |
|||
y les lanza muy furiosa |
|||
agua podrida. |
|||
XXVIII |
|||
Tanto gentío |
|||
me asombra y me asusta. |
|||
Parece con sus rugidos |
|||
un dragón que zumba y zumba. |
|||
XXIX |
|||
Desde mi azotea |
|||
todo se ve mejor. |
|||
Está uno cerca del cielo |
|||
y a un ladito del sol. |
|||
XXX |
|||
Mariposa de colores |
|||
enséñame cómo vuelas |
|||
y cómo llegaste jugando |
|||
a mi azotea. |
|||
XXXI |
|||
En todos los rincones |
|||
de mi azotea |
|||
juego y juego; |
|||
hago castillos con piedras |
|||
o carreteras con gis; |
|||
cochecitos con cartones |
|||
donde paseo a una lombriz. |
|||
XXXII |
|||
Debajo de un lavadero |
|||
hago mi escondite |
|||
y espero a que me rescaten |
|||
como en el cine. |
|||
XXXIII |
|||
En mi selva de macetas |
|||
soy Sabú el aventurero |
|||
y entre las ramas me escondo |
|||
de ese malvado arenero. |
|||
XXXIV |
|||
Hoy lavaron una alfombra |
|||
y a secarse la tendieron; |
|||
a volar dijo una voz |
|||
y cuando yo me subía |
|||
que despierto de mi sueño. |
|||
XXXV |
|||
Querida azotea, |
|||
tú eres mi amiga; |
|||
nunca te enojas |
|||
con mi alegría. |
|||
XXXVI |
|||
¡Qué azotea bonita! |
|||
Tú eres mi compañera |
|||
en el otoño |
|||
o en primavera |
|||
XXXVII |
|||
Corro a todo lo ancho, |
|||
corro a todo lo largo |
|||
salto a todo lo alto |
|||
y aún me sobra espacio. |
|||
XXXVIII |
|||
Desde la cocina |
|||
mi madre dice a comer. |
|||
Yo le digo a mi azotea |
|||
al rato te vuelvo a ver. |
|||
POEMAS DE LOS COLORES |
|||
I |
|||
El cielo sin estrellas |
|||
es muy negro. |
|||
Cierro los ojos |
|||
y todo lo miro negro. |
|||
Negro, negro; sin color. |
|||
¡Qué negrura de carbón! |
|||
II |
|||
Azul es el cielo. |
|||
El mar es azul. |
|||
Con tantos azules, |
|||
me visto de azul. |
|||
III |
|||
Amarillo es el pajarillo. |
|||
Amarillo es un canarillo. |
|||
Amarillo es el platanillo |
|||
que come con un bolillo. |
|||
IV |
|||
Al verde lo miro muy verde |
|||
y más verde lo quiero yo ver |
|||
Tan verde como un arbolito |
|||
y como el pasto también. |
|||
V |
|||
Roja es la manzana. |
|||
Roja es la sandía |
|||
y rojos mis labios |
|||
en cada mordida. |
|||
VI |
|||
Blanco el algodón. |
|||
Blanquita la nieve. |
|||
La lunita blanca |
|||
y mis limpios dientes. |
|||
VII |
|||
Rosa es un rosa. |
|||
Rosa es un clavel. |
|||
Si pinto mi cara, |
|||
de rosa es la piel. |
|||
VIII |
|||
Quiero un poquito de café |
|||
para dejar de tomar té |
|||
o un chocolate que también, |
|||
es color café. |
|||
Quiero un café, |
|||
café café, |
|||
café con leche |
|||
me tomaré. |
|||
IX |
|||
Naranjita anaranjadita |
|||
de color naranja es |
|||
tu juguito anaranjado |
|||
con que me quitas la sed. |
|||
X |
|||
Morada es la ciruela; |
|||
morado es un listón. |
|||
Si llego tarde a la escuela, |
|||
muy demorado estoy. |
|||
XI |
|||
Una nube gris |
|||
más otra nube gris |
|||
anuncia que la lluvia |
|||
no tarda en venir. |
|||
XII |
|||
Guinda es la ciruela; |
|||
guinda el pantalón. |
|||
Es el rojo fuego |
|||
que se chamuscó. |
|||
XIII |
|||
Coloreando, coloreando |
|||
todo se hace de color |
|||
con colores colorines |
|||
rojo, verde, amarilló; |
|||
azul, guinda, anaranjado, |
|||
cafecito o moradó: |
|||
rosa, negro, gris o blanco |
|||
coloreando pinto yo. |
|||
Coloreando, coloreando |
|||
dibujo yo esta canción |
|||
y aquí se acaba cantando, |
|||
colorín, coloradó. |
|||
XIV |
|||
Le doy color, |
|||
lo pinto bien |
|||
y así no sale |
|||
nada al revés. |
|||
XV |
|||
Si perdiera mis pinturas |
|||
ya no dibujaría, |
|||
pero tendría las palabras |
|||
y con ellas cantaría; |
|||
así no me aburriría. |
|||
POEMAS DE LAS ESTACIONES |
|||
I |
|||
La mañana está muy pálida |
|||
y como el sol no salió |
|||
parece que está asustada, |
|||
pues le falta su calor. |
|||
II |
|||
Aquí en invierno no hay nieve |
|||
como en lo demás del mundo. |
|||
Me da risa Santa Clos: |
|||
forrado, mientras yo sudo. |
|||
III |
|||
Dicen que hace frío, |
|||
pero no lo siento. |
|||
Con tanto calor |
|||
se me hace que es cuento. |
|||
IV |
|||
Árboles de navidad |
|||
se ven en las tiendas |
|||
como que los ponen |
|||
para que nos vendan. |
|||
V |
|||
Las campanas de papel |
|||
no suenan |
|||
como las de Santo Domingo |
|||
Las estrellas de cartón |
|||
no brillan |
|||
como las del cielo que miro. |
|||
VI |
|||
La luna cascabelera |
|||
repetía una canción: |
|||
diciembre está terminando. |
|||
Brinca y brinca mi corazón. |
|||
VII |
|||
Se fue el año viejo. |
|||
Llegó el año nuevo. |
|||
y vistió con gorro |
|||
al niño de enero |
|||
VIII |
|||
El diez de febrero |
|||
cumpleaños la Guille. |
|||
Le doy un abrazo |
|||
y una flor que brille. |
|||
IX |
|||
Una cancioncita |
|||
me viene a los labios |
|||
y me va diciendo |
|||
que ya llega marzo. |
|||
X |
|||
Hoy es seis de marzo. |
|||
Nació mi mamá. |
|||
Le da de regalo |
|||
un beso papá. |
|||
XI |
|||
Cuando se abrazan, |
|||
cuando se besan, |
|||
Sé por qué me aman. |
|||
Sé por qué rezan. |
|||
XII |
|||
Enero loco, |
|||
marzo otro poco, |
|||
es lo que digo |
|||
en esta canción. |
|||
Mi papá es de enero, |
|||
mi mamá de marzo; |
|||
ahora comprendo |
|||
porqué así soy. |
|||
XIII |
|||
Ya va pasando |
|||
el mes de abril |
|||
y la maceta |
|||
se ve feliz. |
|||
XIV |
|||
Ya no hay ensayo |
|||
en el mes de mayo |
|||
la primavera bailando está |
|||
entre las flores del festival. |
|||
XV |
|||
Un solo día |
|||
para las madres. |
|||
Es muy injusto |
|||
una fiesta así. |
|||
Toda la vida |
|||
y diario diario, |
|||
porque sin ellas |
|||
quién va a vivir. |
|||
XVI |
|||
Entre mañanitas |
|||
va mi cumpleaños, |
|||
el trece de junio, |
|||
cerca del verano. |
|||
XVII |
|||
Qué felicidad |
|||
porque va a llover, |
|||
porque voy a ver |
|||
mil gotas caer. |
|||
XVIII |
|||
Corre agüita cristalina |
|||
por el desagüe |
|||
que las gotas saltarinas |
|||
siguen de baile. |
|||
XIX |
|||
Sobre las láminas |
|||
de la cocina |
|||
cae el aguacero. |
|||
Yo me acurruco |
|||
junto al bracero. |
|||
XX |
|||
Las gotas cristalinas |
|||
alegres bailotean |
|||
y con sus crinolinas |
|||
el aire las pasea. |
|||
XXI |
|||
Oh Toño, oh Toño, |
|||
me grita mi abuela. |
|||
Otoño, otoño |
|||
se acaba la escuela. |
|||
XXII |
|||
Caen las hojas |
|||
en la plaza. |
|||
Las calles |
|||
se llenan de hojas. |
|||
El viento |
|||
mueve la ramas |
|||
y arrulla |
|||
a las mariposas. |
|||
XXIII |
|||
Las noches |
|||
se hacen más largas |
|||
y se va sintiendo frío. |
|||
Pobrecitas de las flores |
|||
no hay quien pueda cobijarlas |
|||
XXIV |
|||
Octubre se va. |
|||
Noviembre aquí está |
|||
y el día de los muertos |
|||
su ofrenda tendrá. |
|||
XXV |
|||
Flaca la calaca |
|||
la calaca flaca |
|||
como nada come |
|||
ya no hace ni caca. |
|||
XXVI |
|||
Esta calavera |
|||
perdió la mollera |
|||
mejor la convierto |
|||
en mi azucarera. |
|||
XXVII |
|||
Otra vez llegó diciembre |
|||
y el invierno regresó. |
|||
Todos se visten de fiesta |
|||
por el niño que nació. |
|||
POEMAS DE LAS PALABRAS |
|||
I |
|||
Yo no les pido juguetes |
|||
a los Santos Reyes. |
|||
Tengo muchas palabras |
|||
con las que juego. |
|||
II |
|||
Hago nudos de palabras |
|||
y las desato de nuevo. |
|||
Luego las pongo a bailar |
|||
con la música del eco. |
|||
III |
|||
Las palabras son soldados |
|||
que las hago combatir |
|||
y al final de la batalla |
|||
se mueren por escribir. |
|||
IV |
|||
Las palabras son carruajes |
|||
que nos llevan a las ferias |
|||
donde un carrusel de cuentos |
|||
en vueltas se deletrean. |
|||
V |
|||
Palabras no estén dormidas. |
|||
Ya las quiero despertar. |
|||
No sean flojas palabrillas, |
|||
vamos, vamos a cantar. |
|||
Sálganse del diccionario |
|||
para poderlas juntar. |
|||
Si no fuera por ustedes, |
|||
con quién voy a platicar. |
|||
VI |
|||
Qué grande amigo eres tú, |
|||
mi diccionario Sopena |
|||
porque siempre encuentro en ti |
|||
las palabras que me suenan. |
|||
VII |
|||
La luna redonda |
|||
parece una esfera |
|||
en el árbol negro |
|||
de tantas estrellas. |
|||
VIII |
|||
A lo lejos ladra un perro |
|||
y un ferrocarril aúlla, |
|||
cómo quisiera viajar, |
|||
pero a la luna. |
|||
IX |
|||
Anoche soñé, soñé, |
|||
que la luna me miraba |
|||
y entre sonrisas de plata |
|||
una perla me obsequiaba. |
|||
Desde lo alto del cielo |
|||
llegaba hasta mi ventana |
|||
y contemplando mis ojos |
|||
con voz muy linda cantaba. |
|||
Duérmete angelito mío, |
|||
duérmete y no temas ya, |
|||
porque siempre aquí a tu lado |
|||
la vida te cuidará. |
|||
Anoche lo soñé, anoche, |
|||
pero hoy he despertado ya, |
|||
y sé quién era la luna: |
|||
¿Quién? Tú, mamá. |
|||
X |
|||
Muy de mañanita |
|||
cuando me levanto |
|||
me lavo los dientes |
|||
y después me baño. |
|||
Solito me visto. |
|||
Solito me peino |
|||
y cuando estoy listo |
|||
me ensucio de nuevo. |
|||
XI |
|||
Mi padre trabaja y canta |
|||
y luego de trabajar |
|||
otra vez con su guitarra |
|||
a mi madre cantará. |
|||
XII |
|||
En la fiesta del domingo |
|||
mis papás bailaron tangos |
|||
y la gente muy contenta |
|||
ya se acababa de aplausos. |
|||
XIII |
|||
Si mi padre toca la guitarra |
|||
y junto con mi madre canta, |
|||
¿por qué cuando canto yo, |
|||
lo que canto les espanta? |
|||
XIV |
|||
Me gusta La Zarzamora |
|||
y también El gato viudo. |
|||
Pero cuando oigo a Cri crí, |
|||
con él en verdad me aburro. |
|||
XV |
|||
Los patos sólo hacen cuac |
|||
y no cantan tonterías. |
|||
Las ranas siempre hacen croac |
|||
cuando llegan las lloviznas. |
|||
No veo animales que hablen, |
|||
sólo en las películas. |
|||
XVI |
|||
En la tinaja |
|||
donde me baño |
|||
puse un tezontle |
|||
muy colorado |
|||
y yo jugaba |
|||
a que era un islote |
|||
dentro del agua. |
|||
Sus habitantes |
|||
eran hormigas |
|||
y ni una había |
|||
con un paraguas |
|||
y muchos menos |
|||
vestían enaguas. |
|||
Con este experimento |
|||
acabé con ese cuento. |
|||
XVII |
|||
Hoy un señor me pidió |
|||
que le cantara español |
|||
y que me pongo a bailar |
|||
un zapateado en su honor |
|||
XVIII |
|||
Dicen que es un gran poeta |
|||
que vino triste de España |
|||
porque allá un hombre feroz |
|||
se apoderó de su patria. |
|||
XIX |
|||
Cómo me gustan Los churumbeles |
|||
cuando yo escucho sus cascabeles. |
|||
Yo me siento la canción |
|||
del Gitano señorón. |
|||
XX |
|||
Hoy me sentí cual Colón. |
|||
En la radio descubrí |
|||
una graciosa canción |
|||
aunque bien no la entendí |
|||
su música me gustó. |
|||
Hablaba de Canadá |
|||
pero en italiano está. |
|||
XXI |
|||
Había una casita |
|||
pequeñita en Canadá |
|||
creo que es lo que dice |
|||
y es en la hora italiana |
|||
donde la repiten. |
|||
XXII |
|||
Quiero aprender italiano |
|||
para entender las canciones |
|||
que transmiten por la radio |
|||
y me llenan de emociones. |
|||
XXIII |
|||
Entre tarantelas |
|||
y los Churumbeles |
|||
me paso tardes enteras |
|||
cantando con cascabeles. |
|||
XXIV |
|||
Hoy el poeta me dijo |
|||
que si amaba las palabras |
|||
les diera mucho cariño |
|||
cada vez que voy a usarlas. |
|||
XXV |
|||
Hoy que cumplí mis nueve años |
|||
me asomé alegre al balcón |
|||
y vi pasar por la calle |
|||
como muy triste a Don León. |
|||
Don León, Don León, aquí estoy; |
|||
espéreme un momentito. |
|||
Le quiero leer mis versos |
|||
y entonces él se sonrió. |
|||
XXVI |
|||
El cielo que es un gran mago |
|||
se ha puesto su traje brujo, |
|||
se ha engalanado con joyas |
|||
y se ha adornado con lujo. |
|||
Luce una capa bordada. |
|||
con brillantes lentejuelas, |
|||
que cierran y abren los ojos. |
|||
Son las sonrientes estrellas |
|||
XXVII |
|||
Tantas estrellas son rosas |
|||
en los jardines del cielo. |
|||
Son como alhajas perdidas |
|||
en todo el gran universo. |
|||
XXVIII |
|||
Tienes buen ritmo chiquillo |
|||
me dijo el señor Don León |
|||
y alegre como un loquillo |
|||
me palpitó el corazón. |
|||
XXIX |
|||
Cuando estoy solo de noche |
|||
y siento miedo |
|||
las estrellas con sus luces |
|||
me dan consuelo; |
|||
son los ojitos de Dios...creo. |
|||
XXX |
|||
Las palabras me ayudan |
|||
a salir de dudas |
|||
y cuando las combino |
|||
me hablan divino. |
|||
XXXI |
|||
Por las noches |
|||
se pasean los gatos |
|||
y la luz de la luna |
|||
los hace mil garabatos. |
|||
Maullando |
|||
se les oye un gran rato |
|||
hasta que los calla |
|||
algún zapato. |
|||
XXXII |
|||
Miro la ventana: |
|||
ya casi es de mañana. |
|||
Amanece, amanece |
|||
y un gran gusto me aparece. |
|||
XXXIII |
|||
Buenos días: |
|||
¡qué alegría! |
|||
Buenos días: |
|||
¿cómo está usted? |
|||
Buenos días |
|||
señora luna, |
|||
mire que ha salido |
|||
el sol. |
|||
Buenos días: |
|||
señora flor. |
|||
Ya el rocío |
|||
le dice adiós. |
|||
Buenos días |
|||
fantasía; |
|||
ya la noche |
|||
se nos durmió. |
|||
POEMAS DE LA ESCUELA* |
|||
I |
|||
Esta mañana |
|||
me desperté |
|||
muy contento |
|||
porque yo sé |
|||
que a la escuela |
|||
por fin iré |
|||
y muchas cosas |
|||
aprenderé. |
|||
II |
|||
Anoche cuando me acosté |
|||
y al dormir mis ojos yo cerré. |
|||
¿Sabes qué es lo que soñé? |
|||
¡Que ya sabía leer! |
|||
Sabía escribir, |
|||
sabía contar, |
|||
sabía sumar |
|||
y también restar. |
|||
Sabía colorear; |
|||
también dibujar |
|||
y muchas cosillas más. |
|||
III |
|||
Al ir a la escuela veo: |
|||
árboles bonitos, coches feos. |
|||
Camiones gruñones, |
|||
señores gritones, |
|||
la panadería y la lechería; |
|||
puestos de revistas |
|||
donde miro artistas |
|||
y las bicicletas |
|||
y motocicletas. |
|||
Allí está el mercado, |
|||
la juguetería |
|||
y a unos cuantos pasos |
|||
el cine del barrio. |
|||
IV |
|||
Cuando en las mañanas |
|||
a la escuela vengo, |
|||
se ve tanto tránsito |
|||
que yo me entretengo. |
|||
Hay grandes camiones |
|||
y carros pequeños |
|||
y unos enojones |
|||
que quitan el sueño. |
|||
Circula, circula, circula, |
|||
se la pasan repitiendo |
|||
y las pobres ruedas |
|||
no ruedan, no ruedan: |
|||
¡Ay qué tarde se va haciendo! |
|||
Circula, circula, circula; |
|||
ahora sí ya voy corriendo |
|||
y con tanto círculo, círculo, círculo, |
|||
bizquito me estoy poniendo. |
|||
V |
|||
Sus trinos me despiertan |
|||
muy de mañana |
|||
y al irme yo a la escuela |
|||
mueven sus alas. |
|||
Revoloteando juegan por los jardines |
|||
y en la fuente se bañan los chiquilines. |
|||
Unos son amarillos; otros rojillos; |
|||
algunos picaflores o gorrioncillos. |
|||
Sus trinos me despiertan muy de mañana |
|||
y al irme yo a la escuela |
|||
mueven sus alas. |
|||
VI |
|||
Mi escuela es así: |
|||
grande y chiquita; |
|||
muy alta y bajita; |
|||
ancha y delgadita. |
|||
Tiene sus ventanas |
|||
de rombos cuadrados, |
|||
de estrellas redondas |
|||
y triángulos largos. |
|||
Y aunque les parezca |
|||
que estoy delirando, |
|||
conforme yo crezca |
|||
ya la iré ordenando. |
|||
VII |
|||
Cuando llego a la escuela |
|||
me gusta fantasear |
|||
y quiero caminar |
|||
como quien vuela. |
|||
Subir las escaleras |
|||
al bajarlas |
|||
y todas las pizarras |
|||
borronearlas. |
|||
Correr por los pasillos |
|||
lentamente |
|||
y entre los corredores |
|||
ser durmiente. |
|||
Tocar bellas canciones |
|||
con campana. |
|||
Hacer con muchos días |
|||
la semana |
|||
En el jardín sembrar |
|||
una sardina |
|||
y en la fuente pescar |
|||
una gallina. |
|||
Cuando llego a la escuela |
|||
me gusta fantasear |
|||
la bandera me saluda |
|||
y su escudo me hace chao. |
|||
Cuando llego a la escuela |
|||
me gusta fantasear: |
|||
Hoy no tengo tarea; |
|||
me voy a juguetear. |
|||
VIII |
|||
Hay niñitos y niñotes |
|||
en el patio de mi escuela. |
|||
Unos juegan o platican |
|||
y muchos se corretean. |
|||
En las bancas del jardín |
|||
o en algún rincón del patio |
|||
comen tortas, toman jugos |
|||
o unos exquisitos tacos. |
|||
Es la hora de recreo: |
|||
cuadernos a descansar, |
|||
los libros toman la siesta |
|||
y yo voy a imaginar. |
|||
Ya suena la campana |
|||
es la hora de entrar. |
|||
La bandera se mueve |
|||
y hay que saludar. |
|||
IX |
|||
Ya suena la campana. |
|||
Es hora del recreo. |
|||
Vamos a descansar |
|||
de tanto leo y leo. |
|||
Ya suena la campana. |
|||
Es hora de salir. |
|||
Haremos la tarea |
|||
y lueguito a dormir. |
|||
X |
|||
-¡Hey, salón de clases!- |
|||
habla el pizarrón- |
|||
dile al escritorio |
|||
quién es el mejor. |
|||
Contesta el estante: |
|||
-Sin duda el reloj. |
|||
Las bancas aplauden |
|||
tanta distinción. |
|||
Libros y libretas |
|||
sin gran confusión |
|||
deciden el triunfo |
|||
del televisor. |
|||
Entonces el radio |
|||
le grita al salón: |
|||
-Cállense toditos: |
|||
la reina es la flor. |
|||
XI |
|||
El cuaderno dijo a la mochila: |
|||
-Anda, sácame de aquí. |
|||
Y los libros aplaudieron: |
|||
-Sácanos también, sí, sí. |
|||
Comenzó a pedir el lápiz: |
|||
-Sacapuntas por favor- |
|||
y las pinturas dijeron: |
|||
-También salga el borrador. |
|||
Con regla, compás y escuadra, |
|||
qué figuras de primor. |
|||
-Soy estudiante atareado |
|||
que domina el dominó. |
|||
XII |
|||
Alto y alto y alto. |
|||
Es un árbol. |
|||
Crece y crece el tronco |
|||
y el ramaje. |
|||
Se llena de hojas: |
|||
¡Qué lindo follaje! |
|||
Refresca y da sombra |
|||
su verde ropaje. |
|||
Alto y alto y alto: |
|||
Voy cambiando. |
|||
Crezco y crezco y crezco: |
|||
Soy como árbol. |
|||
XIII |
|||
Cuantas casitas |
|||
se ven por las calles; |
|||
algunas grandotas, |
|||
otras chaparritas. |
|||
Unas, edificios; |
|||
otras, vecindades; |
|||
unas de ladrillos; |
|||
otras de cristales. |
|||
Abriendo sus puertas |
|||
y sus ventanales |
|||
hay muchas historias |
|||
que pueden contarnos. |
|||
Cuantas casitas |
|||
miro por las calles |
|||
abundan en cuentos |
|||
y curiosidades. |
|||
XIV |
|||
Por calles y carreteras |
|||
por calzadas y callejones; |
|||
en invierno o en primavera |
|||
nunca paran los camiones. |
|||
Van y vienen de a montones; |
|||
cargan bultos de madera, |
|||
gallinas, botes, limones |
|||
y andan por toda la tierra. |
|||
XV |
|||
Si mueven la cola, |
|||
son buenos amigos. |
|||
Si ladran y ladran, |
|||
son como enemigos. |
|||
Y saltan y saltan |
|||
y a veces te tiran |
|||
y en otras te ayudan |
|||
a cuidar tu vida. |
|||
Hay perros pintitos, |
|||
bonitos, feotes, |
|||
blanquitos, negrotes, |
|||
graciosos, chiquitos. |
|||
Y los hay dientones |
|||
furiosos, gruñones, |
|||
mechudos, pelones |
|||
y salamerones. |
|||
XVI |
|||
Buenos días, |
|||
¿cómo está usted? |
|||
Tome leche. |
|||
Tome café. |
|||
Aquí se vende. |
|||
Allí se alquila. |
|||
Ganga. Descuento. |
|||
¡Qué golosina! |
|||
Super refresco. |
|||
Ropa divina. |
|||
Tenis contentos. |
|||
Gran medicina. |
|||
Buenas tardes. |
|||
Pásela bien |
|||
sin salir |
|||
de nuestro almacén. |
|||
Toque violín. |
|||
Toque acordeón. |
|||
Hay letrero |
|||
hasta en el colchón. |
|||
Buenas noches |
|||
don locutor, |
|||
si no pone otra canción, |
|||
apago el radio |
|||
por hoy. |
|||
XVII |
|||
El mundo está lleno de cosas |
|||
unas bonitas, otras graciosas. |
|||
Hay mesas, relojes y rosas; |
|||
muñecas, pelotas y lozas. |
|||
Hay platos y vasos y tazas |
|||
y dados y libros y casas. |
|||
Y clavos, martillos y mazas |
|||
y frutas, pasteles y pasas. |
|||
El mundo está lleno de cosas; |
|||
algunas baratas, otras muy costosas. |
|||
XVIII |
|||
Panadero, panadero, |
|||
panadero ¿ya está el pan? |
|||
Abra la panadería |
|||
que ya quiero merendar: |
|||
ricos cuernos, polvorones, |
|||
rejas, huesos y volcanes; |
|||
roscas, pasteles, cocoles |
|||
y otros sabrositos panes. |
|||
¡ Qué gusto me voy a dar! |
|||
XIX |
|||
Con mi mamá al mercado |
|||
vamos por el mandado. |
|||
Compramos las verduras |
|||
y las frutas maduras. |
|||
Me invitan una piña |
|||
de prueba o un durazno; |
|||
un trozo de sandía |
|||
o un jugosito mango. |
|||
Por eso yo prefiero |
|||
ir al mercado |
|||
y no las cosas frías |
|||
del supermercado. |
|||
Me gustan más los puestos |
|||
porque son muy variados. |
|||
XX |
|||
En la juguetería |
|||
hay juguetes noche y día: |
|||
redondas pelotas |
|||
y trompos que botan: |
|||
Hay trenes que en rieles |
|||
van caminando |
|||
y carreteritas |
|||
con coches paseando. |
|||
Yo sólo los miro. |
|||
No puedo comprarlos. |
|||
XXI |
|||
Un calcetín |
|||
rima con patín; |
|||
una paleta |
|||
con bicicleta. |
|||
Una bota |
|||
con la pelota |
|||
y una botella |
|||
con esa estrella. |
|||
Camión y avión |
|||
riman en –on; |
|||
jarro y carro |
|||
rimas son. |
|||
En toro y loro |
|||
-oro es. |
|||
Dado y soldado |
|||
-ado ha de ser! |
|||
Piña y niña; |
|||
ropa y copa; |
|||
casa y taza; |
|||
rimas son. |
|||
El caballo |
|||
con el gallo |
|||
y el melón |
|||
con el pelón. |
|||
rima, rima |
|||
-on y –on |
|||
XXII |
|||
Las cosas están llenas de figuras. |
|||
La luna como un círculo la ves. |
|||
Los pinos que adornan las montañas; |
|||
cada uno un triángulo es. |
|||
Un rectángulo forma un camión; |
|||
un cuadrado un ventanón |
|||
y un huevito blanquito o rojito |
|||
es, sin duda, un círculo cachetón. |
|||
Las cosas están llenas de figuras; |
|||
son líneas que se forman muy bien: |
|||
derechas, quebradas, redondeadas. |
|||
Todo el mundo de figuras es. |
|||
Imagino y me imagino cuántas hay |
|||
escondidas atrás. |
|||
Adivino y adivino lo que es |
|||
y mil cosas curiosas voy a ver |
|||
XXIII |
|||
La luna comelona |
|||
se ha comido una tuna |
|||
por eso en la laguna |
|||
se ve tan cachetona. |
|||
La luna comelona |
|||
se ha comido un conejo |
|||
por eso en el espejo |
|||
se ve tan gordinflona. |
|||
Del círculo que era |
|||
ahora está ovalada, |
|||
mas cuando haga la dieta |
|||
se va a poner delgada. |
|||
XXIV |
|||
Cuando la noche |
|||
su negro velo |
|||
tiende en los pueblos |
|||
y en la ciudad |
|||
veo como salen |
|||
luces muy bellas: |
|||
son las estrellas |
|||
que luz darán. |
|||
Lindas estrellas |
|||
del atardecer |
|||
cuando anochezca |
|||
brillen otra vez. |
|||
Lindas estrellas |
|||
del amanecer |
|||
cuando el sol salga, |
|||
duérmanse bien. |
|||
XXV |
|||
Una casita |
|||
y un gran camión |
|||
fácil los dibujo yo; |
|||
Unas ventanas |
|||
y hasta un tren |
|||
me salen |
|||
re que te bien. |
|||
Con rectángulos |
|||
un automóvil haré |
|||
y a un castillo |
|||
de rectángulos |
|||
a todos los llevaré. |
|||
Con rectángulos |
|||
mi nave espacial tendré |
|||
y con mi traje rectángulo |
|||
la luna visitaré. |
|||
Con rectángulos |
|||
la nave manejaré |
|||
y vestidos con rectángulos |
|||
a todos los pasearé. |
|||
XXVI |
|||
Ronca y ronca va el autobús: |
|||
Carreteras va a recorrer. |
|||
Sube cerros y ríos ve. |
|||
Va en la ruta de un cielo azul. |
|||
Rueda que rueda la rueda, |
|||
la rueda del ferrocarril. |
|||
Roza la ruta de fierro. |
|||
Rodando se ve feliz. |
|||
Ruge que ruge, el auto va |
|||
entre los barrios de la ciudad |
|||
y en cualquier rumbo repetirá |
|||
con tanto ruido quién dormirá. |
|||
XXVII |
|||
Salta y salta la pelota; |
|||
corre y corre por ahí. |
|||
Brinca y brinca muy burlona |
|||
quién la puede detener. |
|||
Huye, huye la pelota |
|||
de tantas manos y pies. |
|||
Pelotita juguetona |
|||
cuanto nos haces correr. |
|||
Pelotita pelotona |
|||
pelotucha pelotón |
|||
Pareces una balota |
|||
que se siente el gran balón. |
|||
XXVIII |
|||
En el agua clara |
|||
de la fuente clara |
|||
se asoma un pescado |
|||
que está muy pescado. |
|||
Lindo pescadito |
|||
que estás pescadito, |
|||
¿no quieres salir |
|||
conmigo a salir? |
|||
Mi mamá me ha dicho |
|||
que tu mamá ha dicho |
|||
que si tú te sales |
|||
te puedes morir; |
|||
pero yo te digo |
|||
esto que te digo |
|||
que si yo me meto |
|||
me puedo ahogar. |
|||
Pobre pescadito |
|||
que estás pescadito: |
|||
tú del agua clara; |
|||
yo de la ciudad. |
|||
XXIX |
|||
Si supieras tú, papá; |
|||
si supieras tú, mamá, |
|||
cuánto me hablan los monitos |
|||
cuando ustedes se van a trabajar. |
|||
Me cuentan sus aventuras; |
|||
mil historias del gran mar; |
|||
me pasean por los planetas |
|||
en traje de navegar |
|||
y ligeros cual cometas |
|||
hay tanto qué imaginar. |
|||
Las palabras bailotean |
|||
y me pongo ya a pensar. |
|||
Son mis amiguitos |
|||
los monitos que en mis libros hay |
|||
y aunque chiquititos |
|||
no me canso con ellos de platicar. |
|||
Me invitan a tiempos |
|||
que no existen ya; |
|||
y visito pueblos |
|||
en la eternidad. |
|||
Y tanto imagino |
|||
que en algún camino |
|||
de una gran ciudad |
|||
entre tanto viaje |
|||
los voy a encontrar |
|||
y al llegar a casa |
|||
al fin ustedes |
|||
me comprenderán. |
|||
XXX |
|||
¿Qué seré, qué seré? |
|||
Yo no sé lo que seré: |
|||
un minero, un marinero, |
|||
carpintero o no se qué. |
|||
¿Qué seré, qué seré? |
|||
Yo no sé lo que seré: |
|||
jardinero, tesorero, |
|||
manda poco o manda más. |
|||
Por ahora soy un niño |
|||
y niño me gusta ser; |
|||
fantasioso como Alicia; |
|||
valiente cual Peter Pan. |
|||
Estos juegos divertidos |
|||
algún día crecerán. |
|||
POEMAS DE LOS ESCRIBANOS |
|||
I |
|||
La plaza de Santo Domingo |
|||
se está quedando sin árboles. |
|||
Ya no tendremos los niños |
|||
donde treparnos. |
|||
II |
|||
Cuando se tarda mi abuela |
|||
en llegar por mí a la escuela, |
|||
me escapo a oír historietas |
|||
que no cuenta la maestra. |
|||
III |
|||
Dicen que un arenero |
|||
por las noches nos atrapa |
|||
a los que no nos dormimos |
|||
y seguimos dando lata. |
|||
IV |
|||
Hoy descubrí |
|||
una cocina |
|||
que dicen fue |
|||
de Malinche. |
|||
Todavía están |
|||
sus metates, |
|||
sus ollas, |
|||
y otros tiliches. |
|||
V |
|||
Por las noches se le ve |
|||
salir como la llorona |
|||
toda vestida de blanco |
|||
espantando a las personas. |
|||
VI |
|||
Cuando amanece, |
|||
no tengo miedo. |
|||
Cuando anochece, |
|||
mejor me duermo. |
|||
VII |
|||
Don Evaristo |
|||
es un señor listo |
|||
las señoras le dictan |
|||
y él hace el escrito. |
|||
Cuando le pagan |
|||
mete el dinero |
|||
en un cajoncito. |
|||
VIII |
|||
Me da pena |
|||
que lloren |
|||
las señoras |
|||
de las cartas. |
|||
Todas dicen: |
|||
regresa pronto |
|||
que de esperar |
|||
ya están hartas; |
|||
yo no entiendo |
|||
por qué sufren, |
|||
si así nadie |
|||
las manda. |
|||
IX |
|||
¿Cómo le hará el señor |
|||
para decir tantas cosas |
|||
que nunca le dictaron |
|||
las señoras? |
|||
¿Escribir será cambiar |
|||
unas verdades por otras? |
|||
X |
|||
Mi prima Elena |
|||
con su balanza |
|||
me toma el pelo |
|||
con la ganancia. |
|||
Compramos dulces |
|||
y ella los pesa, |
|||
luego me dice |
|||
que así es la cuenta. |
|||
Yo se lo digo al evangelista |
|||
y el me responde |
|||
qué prima lista. |
|||
XI |
|||
Mi prima Guille |
|||
va por la leche; |
|||
yo la acompaño |
|||
sin que sospeche |
|||
que voy con ella |
|||
por escuchar |
|||
lo que le cuentan |
|||
al evangelista |
|||
que inventa todo |
|||
como un artista. |
|||
XII |
|||
Este señor escritor |
|||
me sorprende a cada rato; |
|||
habla de vida y dolor |
|||
o de oficios o contratos; |
|||
algo dicen de un amor |
|||
o necesita zapatos. |
|||
Según quien vaya a contarles |
|||
habla de todo bonito |
|||
para a sus clientes cobrarles |
|||
hasta por poner puntito. |
|||
XIII |
|||
Al escribir siento gusto, |
|||
hoy que ya sé cómo hacerlo; |
|||
pero me da mucho susto |
|||
si nadie quiere leerlo. |
|||
Las letras se me pasean |
|||
por la cabeza |
|||
y yo quiero que las lean |
|||
como quien reza. |
|||
XIV |
|||
Señor escribano |
|||
tome mi mano |
|||
y haga que yo escriba |
|||
de la vida |
|||
como usted lo hace |
|||
con gran fantasía |
|||
que me da alegría. |
|||
XV |
|||
La señora Chinta |
|||
dicta a Don Simón: |
|||
adorado mío; |
|||
tierno corazón, |
|||
te envío estas palabras |
|||
en prueba de amor; |
|||
dame luego luego |
|||
tu contestación |
|||
porque casi muero |
|||
de tanto dolor. |
|||
Si mandas dinero |
|||
será más mejor. |
|||
Don Evangelista |
|||
que sigue la pista |
|||
anota el temblor |
|||
con que ella suspira, |
|||
solloza y lo mira |
|||
de extraño fulgor. |
|||
Yo no entiendo mucho |
|||
pero los escucho. |
|||
Cómo gasta tinta |
|||
esta doña Chinta. |
|||
POEMAS |
|||
DE LAS INUNDACIONES |
|||
I |
|||
Un diluvio en la ciudad |
|||
dicen por la radio hoy. |
|||
Me asomo desde mi azotea |
|||
y un lago contemplo yo. |
|||
Las calles se han vuelto ríos |
|||
y la gente va en canoas; |
|||
se parece a lo que dice |
|||
mi maestra de la historia. |
|||
II |
|||
Me inundo de agua |
|||
hasta las rodillas. |
|||
Al fin hay lago |
|||
todos los días. |
|||
III |
|||
Que cerrarán |
|||
los negocios, |
|||
que nos iremos |
|||
de aquí, |
|||
que dejaré |
|||
mi azotea |
|||
que era sólo |
|||
para mí. |
|||
¿Por qué está pasando esto, |
|||
si yo era tan feliz? |
|||
IV |
|||
Mañana cumpliré nueve años |
|||
y no tengo a dónde ir. |
|||
Aquí en mi nueva casa |
|||
no hay azotea ni plaza |
|||
ni librerías ni jardín. |
|||
V |
|||
La nueva casa en que vivo, |
|||
es como una jaula, |
|||
pero por suerte me quedan |
|||
las palabras. |
|||
VI |
|||
Vamos palabritas |
|||
vamos a cantar, |
|||
así no nos damos cuenta |
|||
que estamos solos y ya. |
|||
VII |
|||
Desde este balcón |
|||
extraño mi azotea |
|||
y miro la lluvia. |
|||
Sólo veo una larga calle |
|||
que se inunda. |
|||
VIII |
|||
Hoy el poeta me dijo |
|||
sigue cantando |
|||
para alejar esos días |
|||
de estar callado. |
|||
IX |
|||
Hoy mi abuela |
|||
me ha encerrado |
|||
en la zotehuela |
|||
y me siento como preso |
|||
castigado. |
|||
He llorado |
|||
y he berreado |
|||
porque mi abuela ha gritado |
|||
que por no portarme bien |
|||
me saldría el diablo malvado. |
|||
Pero después de un gran rato |
|||
de estar temblando, |
|||
esperando y esperando, |
|||
me di cuenta |
|||
que pensando en Dios |
|||
no aparece, |
|||
sino mi ángel de la guarda |
|||
que me cuenta mil historias |
|||
para poder platicarlas. |
|||
Así que cuando salgo |
|||
no me queda más remedio |
|||
que contarlo |
|||
a mi abuela que se queda |
|||
sorprendida de lo que hablo. |
|||
X |
|||
No tengo abuela cuentera; |
|||
pues yo se los cuento a ella |
|||
y le pido que me encierre |
|||
en mi cárcel placentera. |
|||
Ella llora arrepentida |
|||
y no quiere castigarme, |
|||
entonces hago maldades |
|||
y tiene así que encerrarme. |
|||
Y como dice don León |
|||
no hay prisiones para el alma; |
|||
así comienzo a escribir |
|||
lo que una voz me declama. |
|||
No sé explicar lo que siento, |
|||
pero me llueven palabras. |
|||
XI |
|||
Todos los domingos |
|||
me escapo a la Lagunilla; |
|||
allí venden muchos libros |
|||
que son una maravilla. |
|||
Puestos y puestos y puestos |
|||
forman largas filas; |
|||
encuentro tantas historias |
|||
que me abren la fantasía. |
|||
Así descubrí a Sandokan, |
|||
héroe de mis aventuras, |
|||
y supe que Julio Verne |
|||
había viajado a la luna. |
|||
Con las Mil y una noches |
|||
me he pasado muchos días |
|||
gozando con Sherezada |
|||
su divertida agonía. |
|||
Juan de Pardaillan qué astuto |
|||
sorteando la cruel intriga |
|||
que Catalina de Médicis |
|||
tramaba en cualquier esquina. |
|||
Los libros de Paul Feval |
|||
me entretienen como pocos |
|||
y Xavier de Montepin |
|||
casi me vuelve loco. |
|||
He descubierto a Dumas |
|||
y todos sus mosqueteros, |
|||
El conde de Montecristo |
|||
y otros cuentos muy amenos |
|||
como los del General |
|||
que se llamaba Vicente |
|||
y sus leyendas en verso |
|||
que disfruta tanta gente. |
|||
Gracias Lagunilla amiga |
|||
que me brindas la emoción |
|||
de gastarme mis domingos |
|||
en esta gran diversión |
|||
de leer y de leer: |
|||
el más hermoso placer. |
|||
Víctor Hugo quiero ser. |
|||
XII |
|||
Cuando sea grande |
|||
voy a ser un escritor |
|||
e inventar muchas historias |
|||
de grande imaginación |
|||
donde la gente se vea |
|||
reflejada por mi voz |
|||
y cuando me lea |
|||
piensen en un señorón |
|||
de grande barba y anteojos |
|||
que entre palabras vivió. |
|||
Cuantos cuentos contaré, |
|||
como esos escribanos |
|||
que miraba en los portales |
|||
cuando yo tenía siete años. |
|||
Por eso comenzaré |
|||
a escribir lo que imagino |
|||
y cuando cumpla los diez |
|||
voy a publicar un libro |
|||
con los cuentos que a mi abuela |
|||
le parecen un delirio. |
|||
Sólo mi papá Pedro |
|||
se asombra con lo que escribo |
|||
y Luis Octavio Madero |
|||
me dice qué niño vivo. |
|||
ENTRE |
|||
LOS DIEZ |
|||
Y |
|||
LOS DOCE |
|||
CUENTOS PARA MI ABUELA* |
|||
Leer historias |
|||
es ganar experiencia; |
|||
ganar experiencia |
|||
es poder vivir |
|||
sin cometer |
|||
tantos errores. |
|||
DH 11 años |
|||
El ciprés y la rosa |
|||
Ya la tarde iba cayendo |
|||
los campos amarilleando; |
|||
iba el arroyo cantando |
|||
y el viento veloz gimiendo. |
|||
A la orilla del camino |
|||
que pasa por la montaña, |
|||
se encontraba una cabaña |
|||
al lado de un verde pino. |
|||
En la cabaña habitaba |
|||
un buen hombre muy anciano |
|||
y todo el pueblo cercano |
|||
desde siempre lo escuchaba. |
|||
El historias les contaba |
|||
siempre cuando atardecía |
|||
porque el anciano quería |
|||
enseñar al que ignoraba. |
|||
Y llegaban los aldeanos |
|||
mirándose muy contentos |
|||
a escuchar el nuevo cuento |
|||
de labios del buen anciano. |
|||
-Como todos ya llegaron, |
|||
voy a contar una historia |
|||
que tengo aquí en mi memoria |
|||
desde que me la contaron. |
|||
Hace mucho, me decían, |
|||
que todos hablar pudieron |
|||
que caminaron y rieron |
|||
hasta que por fin morían. |
|||
En un bosque muy hermoso |
|||
muy felices todos eran |
|||
porque de la primavera |
|||
llegaba su eterno gozo. |
|||
Y las flores renacieron |
|||
y mil canciones cantaron. |
|||
Las mariposas volaron |
|||
y en el cielo se perdieron. |
|||
Tuvieron nuevo follaje |
|||
los árboles y sonrieron |
|||
cuando sobre ellos oyeron |
|||
cantar las aves salvajes. |
|||
Todo siempre era alegría. |
|||
Todos contentos estaban |
|||
y gracias al Señor daban |
|||
por la dicha que tenían. |
|||
Mientras todo era amistad, |
|||
cerca del lago, orgullosa, |
|||
una perfumada rosa |
|||
decía con vanidad. |
|||
-¿Quién es más bella que yo? |
|||
¡Soy la diosa de las flores! |
|||
¡A nadie tengo temores! |
|||
¡Ni al viento que me sembró! |
|||
-Es verdad- todos decían |
|||
al contemplar su belleza. |
|||
Las flores que la veían |
|||
siempre quedaban cual muertas. |
|||
Y en lo alto de la montaña |
|||
habitaba un gran ciprés. |
|||
Todos decían: ¡Bello es! |
|||
Esa belleza no engaña. |
|||
Ese ciprés se ufanaba |
|||
de su hermosura sin par |
|||
y a todos llegó a gritar |
|||
que ninguno lo igualaba: |
|||
-Mi follaje es sin igual. |
|||
Miren lo fuerte que estoy. |
|||
Como otros yo no soy, |
|||
porque no tengo rival. |
|||
El tiempo así fue pasando |
|||
y en el bosque inmenso, un día, |
|||
todos gritaban y huían |
|||
y a esconderse iban temblando. |
|||
La rosa y el ciprés rieron |
|||
al ver que todos sufrían. |
|||
Al invierno no temían |
|||
y del invierno no huyeron. |
|||
La nieve al bosque cubrió |
|||
e hízolo una blanca fosa |
|||
Sepultó a la bella rosa |
|||
y al ciprés lo derrumbó. |
|||
El tiempo pasó otra vez. |
|||
Los pajarillos cantaron. |
|||
Las mariposas volaron |
|||
compadeciendo al ciprés. |
|||
Nacieron flores hermosas. |
|||
Los árboles verdes fueron |
|||
y con repugnancia vieron |
|||
lo marchito de una rosa. |
|||
Así un consejo les doy. |
|||
Otro que daré a saber. |
|||
Lo tendrás tú que aprender |
|||
y un aviso tendrás hoy. |
|||
Si te jactas de lo que eres, |
|||
un día ya lo verás |
|||
de pronto lo perderás |
|||
y sabrás que todo muere. |
|||
El fantasma y el niño |
|||
Ya estando el anochecer |
|||
todos estaban oyendo |
|||
al abuelito diciendo |
|||
de lo sucedido ayer. |
|||
- Y como estamos reunidos |
|||
contarles voy otra historia |
|||
que ha quedado en mi memoria |
|||
al hacer un recorrido. |
|||
En un pueblo muy hermoso |
|||
igual que el de un cuento de hadas; |
|||
las mujeres asustadas |
|||
y los hombres temerosos, |
|||
pues la gente murmuraba |
|||
que en las noches de congoja |
|||
la luna era siempre roja |
|||
y horribles lobos aullaban. |
|||
En las montañas, decían, |
|||
donde se encuentra un castillo, |
|||
no se escuchaban los grillos; |
|||
sólo gemidos se oían. |
|||
Mas todo esto terminó |
|||
cuando un niño entró al castillo |
|||
y miró a un fantasma pillo |
|||
que al pueblo entero aterró, |
|||
porque al haberse metido |
|||
tras las paredes grotescas, |
|||
seguro dijo unas frescas |
|||
al fantasma entrometido. |
|||
Para la noche pasar, |
|||
porque casa no tenía, |
|||
entrado al castillo había |
|||
y así poder descansar. |
|||
De súbito aparecióse |
|||
el fantasma carcajeando; |
|||
hizo muecas manoteando |
|||
y el niño no conmovióse. |
|||
Pero el fantasma admirado |
|||
viendo que no se moría |
|||
ni hablaba ni se movía |
|||
se dijo muy asustado: |
|||
-¡Pobre de mí! ¡Ya no espanto! |
|||
Éste ya no se ha asustado. |
|||
¡Soy fantasma fracasado! |
|||
¿O me estoy volviendo un santo? |
|||
¿Y si este niño malvado |
|||
jugar conmigo ha querido? |
|||
¡Pues éste qué se ha creído! |
|||
¿Que de mí ya se ha burlado? |
|||
¡Anda! Contesta muchacho. |
|||
¿Por qué quieres tú retarme? |
|||
Y si no has de contestarme, |
|||
de ti no ha de quedar cacho. |
|||
El chiquillo aquél, de pronto, |
|||
que lo miraba calmado, |
|||
le contestó con enfado |
|||
al pobre fantasma tonto. |
|||
-Piensas que tengo pavor |
|||
porque me asustas con ruidos; |
|||
yo les tengo más temor |
|||
de los muertos, a los vivos. |
|||
El fantasma avergonzado |
|||
de allí para siempre huyó |
|||
y nunca más se le vio |
|||
rondar por esos poblados. |
|||
Cuando alguien quiera asustarnos |
|||
hay que enfrentarnos valientes |
|||
y cuenten lo que nos cuenten |
|||
la verdad ha de acabarlos. |
|||
El campirano mandón. |
|||
Mi ángel cuentero |
|||
me habló con esmero |
|||
y yo muy atento |
|||
me aprendí este cuento |
|||
que ahora te cuento. |
|||
Era un campirano |
|||
que siempre temprano |
|||
decía a su mujer |
|||
quiero mi café |
|||
de puro café. |
|||
Y es que cada día |
|||
apenas los ojos abría |
|||
todos tenían que aguantar |
|||
sus gritotes al mandar |
|||
sin saber mandar. |
|||
Sus cinco obedientes hijas |
|||
se empujaban entre prisas |
|||
para encender las hornillas |
|||
y hacer las blancas tortillas |
|||
que eran sabrosas tortillas. |
|||
Lázaro que era su nombre |
|||
lo lucía cual todo un hombre |
|||
y ay si no lo obedecían |
|||
a manazos las curtía |
|||
como a pieles que curtía. |
|||
Y es que este buen campirano |
|||
a pesar de ser serrano |
|||
era un buen trabajador, |
|||
mas nunca logró su amor |
|||
darle un hijo de su amor. |
|||
Cinco mujeres activas, |
|||
todas guapas y muy vivas |
|||
adoraban a su padre |
|||
sin importar que comadres |
|||
criticaran por comadres. |
|||
Tenía como un gran enojo |
|||
que se miraba en sus ojos |
|||
por no tener un varón |
|||
que alegrara su bastón, |
|||
pues ya usaba un gran bastón. |
|||
Así que desde las cinco |
|||
andaban de brinco en brinco |
|||
las cinco chicas solteras |
|||
y en su plena primavera |
|||
no gozaban primaveras. |
|||
Su padre las traía cortitas |
|||
y andaban muy derechitas; |
|||
hacían labores hombrunas |
|||
por no ser hombre ninguna; |
|||
sin desobedecer ninguna. |
|||
Pero un día que grande gusto |
|||
su madre con algún susto |
|||
dijo que ya venía |
|||
el heredero ese día |
|||
y nació un niño ese día. |
|||
Don Lázaro alzó su copa |
|||
de mezcal y nueva ropa |
|||
les compró a las señoritas |
|||
que luciendo tan bonitas |
|||
al fin se casaron bonitas. |
|||
El niño creció cuidado |
|||
por seis madres adorado |
|||
y cuando estuvo en edad |
|||
le fue dada la heredad |
|||
de su viejo en heredad. |
|||
Lástima que el jovenzuelo |
|||
no respondió a los desvelos |
|||
y cuando creció voló |
|||
a vender lo que heredó |
|||
y al final ya no heredó. |
|||
Despilfarró toda herencia |
|||
en la ciudad sin paciencia |
|||
y borracho de pobreza |
|||
destruyó tanta riqueza |
|||
que se perdió de riqueza |
|||
Esta historia nos enseña |
|||
que lo fácil nos despeña |
|||
y no valoramos |
|||
lo que ganamos |
|||
y no lo ganamos. |
|||
La moza enojona |
|||
Ahora, querida abuela, |
|||
voy a contarte otra historia |
|||
que nació de mi memoria |
|||
y al decirla me consuela. |
|||
Hubo una vez una moza |
|||
que era terrible y furiosa; |
|||
de todo siempre molesta |
|||
no reía ni en una fiesta. |
|||
Por más que sus familiares |
|||
la paseaban por los mares |
|||
nunca se hallaba contenta |
|||
y con ninguno era atenta. |
|||
De los lindos ventanales |
|||
de su casa palaciega |
|||
hacía añicos los cristales |
|||
cuando armaba una refriega. |
|||
Volaban platos y tazas, |
|||
cuchillos y tenedores. |
|||
No tenía miedo a las brasas |
|||
y agarraba los carbones |
|||
para quemar los colchones |
|||
o a los gatos o a los perros |
|||
y hasta los pobres becerros. |
|||
En fin que era una diabólica |
|||
que todo el mundo temía; |
|||
decían que porque era alcohólica |
|||
pero en verdad, no bebía. |
|||
Alguna cosa pasaba |
|||
en su vida solitaria |
|||
y como nadie la amaba |
|||
se hizo fiera temeraria. |
|||
Sin embargo, era muy bella; |
|||
con sus ojazos de estrella |
|||
aunque con un vocerón |
|||
que parecía un león. |
|||
Cierta vez un forastero |
|||
pidió asilo en una noche; |
|||
viajaba en un lindo coche |
|||
y se veía de dinero. |
|||
Los padres de la gruñona |
|||
lo aceptaron muy amables, |
|||
mientras que doña enojona |
|||
lo recibió poco afable. |
|||
El buen mozo la miró |
|||
quedando muy fascinado, |
|||
mas cuando la saludó |
|||
ella descubrió su enfado. |
|||
-Largo de aquí, majadero- |
|||
lo corrió con voz tan fuerte |
|||
que sin mediar más esmero |
|||
huyó como de la muerte. |
|||
La odiosa doncella bella |
|||
cuando él parecía muy lejos, |
|||
furiosa con su querella |
|||
rompió todos los espejos. |
|||
De pronto se abrió la puerta |
|||
y entró el joven despreciado. |
|||
La dama quedó cual muerta, |
|||
pálida por el osado. |
|||
-Soy el dueño de tu alma; |
|||
vengo a llevarte conmigo; |
|||
al infierno irás sin calma, |
|||
por tu soberbia castigo. |
|||
Ella quiso defenderse, |
|||
pero fue como quemándose |
|||
y no pudo desprenderse |
|||
desmayándose. |
|||
Cuando abrió los ojos |
|||
se miró en sus aposentos; |
|||
el forastero de hinojos |
|||
le decía sus sentimientos: |
|||
-Desde siempre yo te he amado, |
|||
pero tú ni me veías; |
|||
después que te has desmayado |
|||
regresé porque sufrías. |
|||
Yo no quiero que padezcas; |
|||
te ofrezco mi amor eterno, |
|||
no te enojes, no te crezcas |
|||
en pesadillas de infierno. |
|||
Yo colmaré tus anhelos |
|||
y llenaré tu vacío |
|||
te llevaré hacia los cielos |
|||
tuyo será lo que es mío.- |
|||
Al sentirse amada al fin |
|||
por vez primera en su vida, |
|||
desapareció lo ruin |
|||
y se curó toda herida. |
|||
Si sabemos aguardar |
|||
y no nos desesperamos, |
|||
un día veremos llegar |
|||
lo que amamos. |
|||
Y si no hay dos, |
|||
ni modo; |
|||
tenemos a Dios |
|||
y es todo. |
|||
Había una vez... |
|||
En tardes de primavera |
|||
o en las tardes del verano, |
|||
también en las del otoño |
|||
o en las del invierno helado |
|||
al lado de la ventana |
|||
como mirando al pasado |
|||
el abuelo relataba |
|||
historias de sus antaños. |
|||
Érase que se era |
|||
o había un vez, les decía |
|||
y todos entusiasmados |
|||
volaban en fantasía. |
|||
Hablaba de cien dragones, |
|||
de tesoros y de magos |
|||
o de castillos enormes |
|||
con brujas que hacían estragos. |
|||
Merlín y Arturo encantados |
|||
con princesas atrapadas |
|||
entre duques muy malvados |
|||
y libros de grandes magias. |
|||
El abuelo les hablaba |
|||
de los ogros y los genios, |
|||
de calabozos oscuros |
|||
y pasadizos secretos. |
|||
Así entre todas las hadas |
|||
o aventureros sin alma, |
|||
entre tesoros perdidos |
|||
o desalmados piratas |
|||
El buen abuelo narraba |
|||
las historias más fantásticas. |
|||
Pero de todos sus cuentos |
|||
el cuento que más recuerdan |
|||
era aquel donde no hablaba |
|||
de hechiceras ni doncellas |
|||
ni de ogros ni de magas |
|||
ni de duendes ni de altezas |
|||
ni de alfombras ni de lámparas; |
|||
sólo hablaba de una rosa |
|||
que llegaba por un río |
|||
como mensaje de amor |
|||
de una princesa lejana |
|||
a un joven trabajador. |
|||
Ella le había prometido |
|||
que nunca lo olvidaría |
|||
y que en lugar de la rosa, |
|||
ella hasta él vendría. |
|||
Así sonriente guardaba |
|||
como si fuera un hechizo |
|||
en un arcón de caoba |
|||
las flores de aquel cariño. |
|||
Los años fueron pasando |
|||
y el joven encaneció; |
|||
el arcón se fue llenando, |
|||
la princesa no llegó. |
|||
Sólo recibió una carta |
|||
que le hablaba del dolor, |
|||
de un matrimonio a la fuerza |
|||
y una cruel disposición. |
|||
Ya no hubo rosas de pronto |
|||
y muy bien él comprendió |
|||
que su amada había olvidado |
|||
la promesa que le dio |
|||
Abrazado del arcón, |
|||
que pesaba como cien, |
|||
agrandado con sus lágrimas |
|||
él al río se arrojó. |
|||
Así acababa esta historia |
|||
que no sé por qué pasó. |
|||
La coqueta |
|||
Hoy cumple tres años, |
|||
cómo pasa el tiempo, |
|||
de cuando en mis brazos, |
|||
se fue ella muriendo. |
|||
Era una mañana |
|||
tan azul como ésta, |
|||
de olor a retama, |
|||
limpia, clara y fresca. |
|||
Reían los lirios, |
|||
cantaban los nardos |
|||
y mil pajarillos, |
|||
contentos volaron. |
|||
El sol se miraba |
|||
lucir tras los montes; |
|||
la luna plateada, |
|||
del sol, escondióse. |
|||
Al sur se miraba, |
|||
cual una gigante, |
|||
la laguna clara, |
|||
de azules encajes. |
|||
El viento soplaba |
|||
como acariciando, |
|||
desde la pitahaya |
|||
hasta el rudo cardo. |
|||
Como alfombras verdes |
|||
lucían los llanos |
|||
y cantando alegres |
|||
estaban los gallos. |
|||
Las albas palomas |
|||
volaban muy alto |
|||
y formaban todas |
|||
un manto muy blanco. |
|||
Yo todo miraba: |
|||
el ave y la flor; |
|||
la argéntea cascada |
|||
y el naciente sol. |
|||
Feliz caminaba, |
|||
mirando la huerta |
|||
aquella mañana, |
|||
tan azul como ésta. |
|||
De pronto mis ojos |
|||
vieron en la tierra, |
|||
cubierta de polvo, |
|||
sangrante y maltrecha: |
|||
la blanca “Coqueta”. |
|||
Aún respiraba, |
|||
tenía aún vida, |
|||
estaba morada |
|||
y entre su agonía |
|||
triste me miraba. |
|||
Intenté curarla, |
|||
salvar a “Coqueta”. |
|||
Cuando lo intentaba |
|||
bajó la cabeza |
|||
y allí quedo muerta. |
|||
Hoy cumple tres años, |
|||
cómo pasa el tiempo, |
|||
de cuando en mis brazos, |
|||
se fue ella muriendo. |
|||
Recuerdo la tarde |
|||
en que acá llegó. |
|||
Era de ojos grandes |
|||
de pardo color. |
|||
Su cuerpo vestía |
|||
por siempre de blanco, |
|||
no usó zapatillas |
|||
ni color ni talco. |
|||
Caminaba airosa, |
|||
cantando contenta, |
|||
moviéndose toda |
|||
como una coqueta. |
|||
Y ése fue su nombre, |
|||
nombre muy sonado, |
|||
en todos los bosques |
|||
y en todos los ranchos. |
|||
Mil premios ganó |
|||
por sus cualidades |
|||
y fue la mejor |
|||
de muchos lugares. |
|||
Hoy cumple tres años |
|||
la blanca “Coqueta”, |
|||
de cuando en mis brazos |
|||
se quedó muy muerta. |
|||
Hoy cumple tres años, |
|||
no ha sido suplida, |
|||
de todos los ranchos, |
|||
la que más ponía. |
|||
El güerito lindo |
|||
I |
|||
-¿De dónde la bella viene? |
|||
-De las orillas del río. |
|||
-¿Por qué siempre anda llorando? |
|||
-Porque su honor ha perdido. |
|||
II |
|||
-¿Por qué la bella está pálida? |
|||
-Porque está sufriendo mucho. |
|||
-Entonces ¿por qué sonríe? |
|||
-Porque le queda su orgullo. |
|||
-¿Quién fue el canalla que lo hizo? |
|||
-El hijo menor del amo. |
|||
-¿Qué es lo que ha hecho la justicia? |
|||
-El dinero la ha callado. |
|||
III |
|||
-¿Cuánto tiempo ya le falta? |
|||
-Muy poquito; muy poquito. |
|||
-¿Qué es aquello que se escucha? |
|||
-Son lamentos y chillidos. |
|||
IV |
|||
-¿Qué cómo es el pequeñito? |
|||
¡Como un sol! Y no es alarde. |
|||
-¿Qué cómo la bella sigue? |
|||
¡Ay, amigo! ´Ta muy grave. |
|||
V |
|||
-La bella joven dormida |
|||
más bella y más blanca está. |
|||
Algunos le lanzan flores; |
|||
otros se hincan a rezar. |
|||
Ha salido de su choza, |
|||
pues para siempre se va |
|||
y la van acompañando |
|||
los que la van a enterrar. |
|||
VI |
|||
El niño, güerito lindo, |
|||
nunca la recordará; |
|||
jugando cartas y en copas |
|||
no entenderá su verdad. |
|||
Cántico a la juventud |
|||
Cantan contentos los ruiseñores |
|||
a la alborada de un nuevo día |
|||
y con sus cantos, bella armonía, |
|||
renacen pronto todas las flores. |
|||
Cantan las campanas lentamente |
|||
a la tarde azul, serena y bella |
|||
cuando surge en el cielo la estrella |
|||
que al ocaso despide sonriente. |
|||
Canta el trovador enamorado |
|||
a las noches de mágico encanto |
|||
y su música aleja el espanto |
|||
que la noche por siempre ha causado. |
|||
Pero yo no canto a la mañana |
|||
de los mil cristalinos fulgores. |
|||
Tampoco canto a las bellas flores |
|||
ni a la alta cumbre ni a la sabana. |
|||
Hoy no alabo a las aguas del río |
|||
y tampoco a la tarde dorada. |
|||
¡Canto yo a la juventud amada |
|||
que hoy despierta en el corazón mío! |
|||
Te canto juventud porque tú eres |
|||
rayo luminoso de la vida |
|||
donde nunca se sufre una herida |
|||
donde todo se vuelve placeres. |
|||
¡A ti juventud! ¡Oh gran torrente |
|||
que a la vida surges impetuosa, |
|||
que vas gigantesca y luminosa |
|||
del cuerpo, el espíritu y la mente! |
|||
¡A ti juventud! Yo te bendigo |
|||
por ser el ave de la alegría, |
|||
por ser la luz del alma sombría |
|||
por estar hoy juventud conmigo. |
|||
¡A ti juventud! ¡Símbolo santo! |
|||
Nido donde nacen los amores. |
|||
Donde nunca existen los temores. |
|||
¡A ti juventud! Hoy yo te canto. |
|||
¡Canto a la juventud enamorado! |
|||
¡Canto a la juventud que es pasajera! |
|||
¡Canto a la juventud porque no muera! |
|||
¡Porque nunca se aleje de mi lado!* |
|||
ENTRE |
|||
LOS TRECE |
|||
Y |
|||
LOS QUINCE |
|||
La rosa, el cenzontle y yo. |
|||
Ya en el jardín se ha secado |
|||
la rosa que estaba en flor; |
|||
el invierno no ha pasado; |
|||
es que se murió su amor. |
|||
El cenzontle ya no canta; |
|||
está triste igual que yo. |
|||
Ya ningún ruido le espanta; |
|||
es que su amor se murió. |
|||
Tan triste y sin un consuelo, |
|||
así como ellos yo estoy. |
|||
Camino mirando al cielo, |
|||
pero no sé a dónde voy. |
|||
Así iremos por la vida |
|||
como el viento que pasó, |
|||
sin darnos la despedida |
|||
la flor, el cenzontle y yo. |
|||
Hay veces... |
|||
Hay veces que me siento tan cansado, |
|||
sin ganas de cumplir algún destino, |
|||
sin querer continuar por el camino |
|||
la ruta que yo mismo me he trazado. |
|||
Mas ante las huellas de lo pasado |
|||
al instante mis pesares declino, |
|||
en flores se convierte el cruel espino |
|||
y renace en mi ser lo doblegado. |
|||
Los gritos de lo injusto mi alma escucha |
|||
y entonces me reclama altisonante: |
|||
¡No te dejes abatir! Sigue, lucha... |
|||
¡Recuerda! ¡No te quedes vacilante! |
|||
Tienes fe, voluntad y también mucha |
|||
vida plena y fecunda por delante. |
|||
Un simple humano |
|||
Pensar que si soy como quiero ser, |
|||
será mi vida triste soledad. |
|||
Si soy como los demás, vanidad |
|||
para siempre habrá mi alma de tener. |
|||
De ser como quiero siento el deber, |
|||
de ver solamente en todos, bondad; |
|||
si soy como son, tendré la maldad |
|||
en mi existencia como vil placer. |
|||
Quiero sentirme lejano de todo; |
|||
no ser esclavo de todo lo vano. |
|||
Quiero sentirme muy lejos del lodo, |
|||
lodo maldito que se siente ufano. |
|||
Vivir no quiero de idéntico modo, |
|||
mas cómo hacerlo, si soy simple humano. |
|||
Triunfar... |
|||
Estúpidos aquellos que en la vida |
|||
tan sólo viven de ilusiones vanas |
|||
y que al surgir de las primeras canas |
|||
se quejan de su suerte inmerecida. |
|||
Estúpidos aquellos que en la herida |
|||
dejada por la vida en su alma enana |
|||
se quejan del destino como rana |
|||
que nunca deja su charca podrida. |
|||
¡Qué pérdida de esfuerzos! No supieron |
|||
la breve juventud aprovechar. |
|||
Me dicen que yo soy como ellos fueron |
|||
y cual hoy son, así me va a pasar. |
|||
Pero ellos a pesar de que pudieron, |
|||
nunca acaso atreviéronse a triunfar. |
|||
Loca ilusión |
|||
Loca ilusión que hasta mi vida llegas |
|||
a causarme inquietud, mas no por eso |
|||
me inclino hasta tus pies y te los beso |
|||
ni me causas temor ni me doblegas |
|||
De mi espíritu férreo no despegas |
|||
la hermosa sensación de estar ileso. |
|||
Soy feliz porque no me siento preso |
|||
de los falsos fulgores con que ciegas. |
|||
Burda riqueza, aún sin ti, yo vivo, |
|||
a pesar de que a veces por ti muero. |
|||
Placer me causas cuando te recibo; |
|||
dolor me otorgas cuando más te quiero. |
|||
Y aunque estés a mi lado, seré altivo, |
|||
porque nunca seré tu prisionero. |
|||
Ave inmortal |
|||
Ave inmortal que en luminoso vuelo. |
|||
más hermoso que el vuelo de Pegaso, |
|||
más potente que el más potente brazo, |
|||
nos llegas convertida en grato anhelo. |
|||
Ave inmortal que vas dejando el velo |
|||
invisible, en el que hago mi regazo, |
|||
tristeza me da que en el ocaso |
|||
puedas perderte en el oscuro cielo. |
|||
Ave inmortal que tantos hombres vieron |
|||
cruzar por el espacio presurosa. |
|||
Ave inmortal que siempre te tuvieron |
|||
por una de sus dotes más preciosas. |
|||
¡Cuán dichosos los que te recibieron |
|||
y tuvieron visita tan fastuosa! |
|||
Señora Alba |
|||
Señora Alba de mágica blancura, |
|||
blancura inmaculada que yo admiro |
|||
entre risas, sonrisas y un suspiro, |
|||
dime qué alma tendrá tanta hermosura. |
|||
Señora Alba cubierta de ternura, |
|||
que todas las mañanas siempre miro |
|||
cuando ya del silencio me retiro, |
|||
di, qué alma como tú, será tan pura. |
|||
Señora Alba infinita de belleza |
|||
que arropas los celajes con tu manto, |
|||
dale un poco de luz a mi tristeza |
|||
diciéndome en un dulce y tierno canto |
|||
¿en qué alma encontraré yo la pureza |
|||
capaz de asemejarse con tu encanto? |
|||
Las voces de los niños... |
|||
Las voces de los niños me parecen |
|||
cuando hablan, violines en murmullo; |
|||
cuando cantan, guitarras en arrullo; |
|||
cuando ríen, orquestas que florecen. |
|||
Sus diáfanos acordes me estremecen |
|||
porque vuelan en gritos sin orgullo |
|||
como oleajes de notas en capullo |
|||
flotantes en los vientos que las mecen. |
|||
Son la sinfonía de una paloma |
|||
que remonta su vuelo clamoroso; |
|||
o trinos de gorriones que en la loma |
|||
dan su concierto sin guardar reposo. |
|||
Las voces de los niños son aroma, |
|||
aroma musical hecho alborozo. |
|||
Para ser poeta |
|||
I |
|||
¿Quién pudiera hacer un verso |
|||
colmado de poesía |
|||
en el cual expresaría |
|||
de la vida, lo más terso |
|||
y también lo más diverso? |
|||
Escribirlo yo quisiera |
|||
al instante si pudiera |
|||
las palabras combinar |
|||
y entonces sólo expresar |
|||
todo lo que yo sintiera. |
|||
II |
|||
Quién pudiera hacer un verso |
|||
colmado de inspiración; |
|||
dicha para el corazón |
|||
que se encontrara disperso |
|||
vagando en el universo |
|||
formado por el amor |
|||
que unas veces es dolor |
|||
y otras es viva alegría. |
|||
Si pudiera escribiría |
|||
libre de todo temor. |
|||
III |
|||
¿Si sólo por un momento |
|||
vinieran a mí las musas? |
|||
Son esperanzas ilusas |
|||
que me causan gran tormento, |
|||
pues nunca vendrán presiento |
|||
a darme la inspiración |
|||
que convierta la ilusión, |
|||
en una verdad cercana, |
|||
que hoy parece muy lejana, |
|||
y alegre mi corazón. |
|||
IV |
|||
De estilo muy elegante |
|||
ser un buen poeta quiero; |
|||
compararme con Homero, |
|||
o asemejarme con Dante. |
|||
Pero soy un principiante; |
|||
de poeta vil remedo; |
|||
quiero escribir, mas no puedo, |
|||
me falta temperamento, |
|||
me falta mucho talento |
|||
y sin embargo... no cedo. |
|||
V |
|||
Para ser un buen poeta |
|||
muchas cosas necesito: |
|||
hacer del saber, un rito; |
|||
del estudio, una saeta |
|||
que vaya rumbo a la meta |
|||
que yo mismo he señalado |
|||
y con la que he de vivir |
|||
hasta poder escribir |
|||
un poema inmaculado. |
|||
Décimas |
|||
sobre saber o ignorar |
|||
I |
|||
¡Saber! ¿Para qué saber? |
|||
Siempre lo están repitiendo |
|||
los humanos, pues creyendo |
|||
que lo que importa es tener |
|||
cerca del alma el placer |
|||
de no mirar la pobreza, |
|||
sólo esperar la riqueza |
|||
con los brazos extendidos |
|||
sin sentirse arrepentidos |
|||
ni doblegar la cabeza. |
|||
II |
|||
¡Saber! ¿Para qué saber? |
|||
Es la cuestión que me amaga |
|||
y que como viento apaga |
|||
la flama que hay en mi ser, |
|||
que estoy sintiendo crecer |
|||
como un grandioso deseo |
|||
que a muchos parece feo |
|||
cual una rosa marchita, |
|||
como a una imagen bendita |
|||
dondequiera yo le veo. |
|||
III |
|||
¡Saber! ¿Para qué saber? |
|||
Si dicen que todo acaba, |
|||
que éste afán a nadie alaba, |
|||
que nunca habré de poder. |
|||
Mas yo quiero comprender |
|||
mil cosas que se han escrito, |
|||
de saberlas necesito, |
|||
porque siento que es mi vida |
|||
la que se siente encendida |
|||
con el saber infinito. |
|||
IV |
|||
¡Saber! ¿Para qué saber? |
|||
De qué sirve saber tanto |
|||
si la vida es como un canto |
|||
que pronto ha de fenecer |
|||
y todo lo ha de verter, |
|||
desde el vino del amor, |
|||
hasta sangre del dolor |
|||
que siempre habrá de brotar |
|||
al morir, que es no tornar, |
|||
y eso llena de pavor. |
|||
V |
|||
Y en ésta angustia incesante |
|||
de saber o no saber |
|||
quiero todo aborrecer. |
|||
Sin embargo, sigo amante |
|||
rendido y siempre anhelante |
|||
de lo que quisiera odiar, |
|||
de lo que quiero dejar |
|||
completamente olvidado |
|||
en un rincón alejado |
|||
de la vista y del pensar. |
|||
VI |
|||
¿Saber mucho o ignorar todo?, |
|||
cuestión que me martiriza. |
|||
Saber, para mí, es la brisa; |
|||
ignorar, siento que es lodo |
|||
y yo estoy en el recodo. |
|||
Saber, sólo es sufrimiento |
|||
que se siente como el viento |
|||
que arrebata, huracanado, |
|||
a veces tan complicado |
|||
que constituye un tormento. |
|||
VII |
|||
Dicha y desdicha, es al hombre |
|||
toda la vida, incesantes, |
|||
jamás quedan vacilantes, |
|||
de ellas siempre brota el nombre, |
|||
sin que a ninguno le asombre; |
|||
ora están otros gimiendo |
|||
y los que estaban gozando |
|||
después estarán llorando |
|||
y los que lloraban, riendo. |
|||
VIII |
|||
¡Saber! ¿Para qué saber? |
|||
Si esta vida es tan pequeña... |
|||
quien no piensa en ello, sueña |
|||
en tener sólo el poder |
|||
para así todo ofrecer |
|||
sin pensar que lo que han hecho |
|||
pronto quedará desecho |
|||
por la flama del morir |
|||
que llega sin prevenir, |
|||
sin importarle el derecho. |
|||
IX |
|||
Sueñan todos en llegar |
|||
a cumbres tan elevadas |
|||
que al mirarlas no alcanzadas, |
|||
llegan a desesperar |
|||
y dicen sin aguardar |
|||
la llegada del consuelo, |
|||
que no hay nada allá en el cielo, |
|||
que hay que matar o matarse, |
|||
hay que hacer mal y vengarse |
|||
sin que se infunda recelo. |
|||
X |
|||
¡Saber! ¿Para qué saber |
|||
si el universo grandioso |
|||
fue creado por un coloso |
|||
que nunca nadie ha de ver |
|||
pero en el que hay que creer |
|||
y decir que es lo más puro |
|||
lo más perfecto y seguro |
|||
de lo que, Él ha realizado |
|||
y decir que se le ha amado |
|||
hasta en el sufrir más duro? |
|||
XI |
|||
Y Sócrates, gran sapiente |
|||
que dijo no saber nada |
|||
con la frente levantada |
|||
como aquél que nunca miente, |
|||
mientras que con furia ardiente |
|||
el enemigo mentía |
|||
al saber que no podía |
|||
de otro modo derribarlo |
|||
porque tan sólo al nombrarlo |
|||
el odio contra él surgía. |
|||
XII |
|||
¿Murió sintiendo placer? |
|||
¿Dónde estará? No sabemos, |
|||
pero esto si comprendemos |
|||
que con todo y su saber |
|||
nunca ya podrá volver |
|||
del lugar desconocido |
|||
que para unos es temido |
|||
y para otros deseado |
|||
tanto como a un ser amado |
|||
que nunca antes se ha sentido. |
|||
XIII |
|||
Y Shakespeare, Goethe y Cervantes |
|||
que crearon obras tan bellas |
|||
que lucen aún. Estrellas |
|||
luminosas y brillantes, |
|||
apreciadas cual diamantes |
|||
que ya no se han de encontrar, |
|||
muertos sólo habrán de estar, |
|||
mientras tanto que sus obras, |
|||
de ellos las únicas sobras, |
|||
por siempre han de perdurar. |
|||
XIV |
|||
Y sabéis que a Napoleón |
|||
el saber no satisfizo |
|||
y tanto triunfar el quiso |
|||
que no le importó razón |
|||
alguna del corazón |
|||
para emprender la subida |
|||
hasta la esfera escondida |
|||
del vanidoso poder. |
|||
¿De qué le sirvió el placer |
|||
si pronto perdió la vida? |
|||
XV |
|||
Se sufre para saber |
|||
lo que después causa pena; |
|||
y al sentir el alma llena |
|||
de inapreciable placer, |
|||
solo podrá aborrecer |
|||
lo que los demás no saben, |
|||
pues al sentir que no caben |
|||
dentro del mundo que habita, |
|||
sólo gritará ¡maldita! |
|||
¡Deja que en la cruz te claven! |
|||
XVI |
|||
Saber, ¿para qué saber?, |
|||
si Kant que lo supo todo |
|||
no pudo dejar el modo |
|||
al que hubo siempre de ser. |
|||
Qué objeto tiene entender |
|||
el mecanismo del alma |
|||
si no se encuentra la calma |
|||
al vivir entre lo incierto, |
|||
pues todo ha de quedar muerto: |
|||
golondrina, flor y palma. |
|||
XVII |
|||
Hegel, Comte y Nietzsche que fueron |
|||
sabios, cual dioses humanos: |
|||
¿Dónde han quedado las manos |
|||
que mil juicios escribieron? |
|||
En polvo se convirtieron; |
|||
de sus seres, nada existe. |
|||
¡Hegel que tanto escribiste! |
|||
¡Nietzsche que tanto razonaste! |
|||
¡Comte que en la verdad pensaste, |
|||
dime lo que conseguiste! |
|||
XVIII |
|||
El mundo sigue su ruta, |
|||
misma que siempre ha llevado; |
|||
piensa en lo sosegado |
|||
llevando una vida bruta |
|||
que a tantas almas enluta. |
|||
¡Sabios! De nada ha servido, |
|||
todo lo que habéis urdido |
|||
sólo muy pocos lo saben. |
|||
Dejad que sus mentes laven |
|||
con el agua del olvido. |
|||
XIX |
|||
Y así se siente cual es |
|||
el humano entendimiento; |
|||
sólo busca el sentimiento |
|||
y la razón a la vez. |
|||
La ignorancia es el revés |
|||
del saber que tanto añoro; |
|||
si soy ignorante, lloro; |
|||
si fuera un sabio sufriera |
|||
y mi llanto yo quisiera |
|||
que formara una mar de oro. |
|||
XX |
|||
Mas, de qué sirve entender |
|||
toda la ciencia y el arte |
|||
si el morir se lleva parte |
|||
de todo ese conocer. |
|||
¡Saber! ¿Para qué saber? |
|||
Dejen que de ello me ría; |
|||
la flor hermosa de un día |
|||
al otro estará marchita. |
|||
¿Para qué ha sido bonita |
|||
si después ya no sería? |
|||
XXI |
|||
De qué sirve que la ciencia |
|||
nos muestre verdades claras |
|||
si hay cosas siempre tan raras |
|||
que habitan en la conciencia |
|||
arrastrando la paciencia |
|||
y abandonando al deber. |
|||
¿Para qué vas a aprender |
|||
toda la ciencia y el arte? |
|||
-Me dicen-Si has de acabarte |
|||
Sin embargo... He de saber. |
|||
XXII |
|||
Y en este discernir raro |
|||
que Shakespeare, en Hamlet dijo, |
|||
aunque resulte prolijo |
|||
siempre resulta muy claro |
|||
cuando se vaga en el aro |
|||
que nunca ha de terminar: |
|||
“Ser o no ser”. Hay que obrar |
|||
lo más rápido posible, |
|||
llegar a lo inaccesible |
|||
o en el abismo quedar. |
|||
XXIII |
|||
Quiero saber aunque muera. |
|||
Aunque la vida se acabe. |
|||
Aunque ninguno me alabe. |
|||
Aunque nadie me prefiera. |
|||
Si por ser así muriera |
|||
con los libros moriría, |
|||
amigos del alma mía, |
|||
amigos a los que quiero, |
|||
sobre todo, los prefiero, |
|||
pues me dan sabiduría. |
|||
XXIV |
|||
Con ojos observadores |
|||
exploraré el universo; |
|||
estudiaré lo perverso |
|||
que a la vida da temores. |
|||
Y al cantar los ruiseñores |
|||
tras de la verde maleza: |
|||
Bendita Naturaleza, |
|||
exclamaré sollozante, |
|||
siempre he de ser yo tu amante |
|||
porque me das entereza. |
|||
XXV |
|||
Y así siempre investigando, |
|||
aunque cometa mil yerros; |
|||
aunque me ladren cual perros |
|||
mil humanos, envidiando |
|||
lo que yo estaré estudiando |
|||
de técnica, de teoría. |
|||
Seguiré hasta ver el día |
|||
de encontrarme con la muerte |
|||
y entonces decir muy fuerte: |
|||
¡Ven, que al fin... yo lo sabía! |
|||
ESTREMECIMIENTOS... |
|||
1959 |
|||
A SAFO |
|||
A ANACREONTE |
|||
A JUANA INÉS |
|||
LA ESENCIA DE LA VIDA ES EL AMOR... |
|||
Insomnio |
|||
¡Qué noches tan negras! |
|||
¡Qué noches de angustias! |
|||
¡Qué noches de penas |
|||
calladas y mustias! |
|||
Mil noches oscuras |
|||
de crueles tormentos. |
|||
Mil noches sin luna |
|||
de eternos lamentos. |
|||
Todo está en silencio... |
|||
¡Cuán grande martirio! |
|||
Todo está cual muerto... |
|||
¡Qué horrible delirio! |
|||
¡Ah! Cruel remolino |
|||
de mil pensamientos. |
|||
¡Ah! Noches de angustia |
|||
de inmensos tormentos. |
|||
¿Y en la calle? |
|||
Gime adolorido el viento... |
|||
Definición |
|||
¡Amor! |
|||
Lisonja pasajera, |
|||
paloma mensajera, |
|||
albor. |
|||
¡Amor! |
|||
Ensueño realizado, |
|||
pecado inmaculado, |
|||
candor. |
|||
¡Amor” |
|||
Ave fugitiva, |
|||
mariposa esquiva, |
|||
rumor. |
|||
¡Amor! |
|||
Monstruo intangible, |
|||
ángel invisible, |
|||
terror. |
|||
¡Amor! |
|||
Fragmento de luna, |
|||
pedazo de cielo, |
|||
anhelo, |
|||
fortuna, |
|||
dolor. |
|||
¡Amor! |
|||
Gota cristalina, |
|||
nube peregrina |
|||
y flor... |
|||
Deseo |
|||
¡Oh! Si amor viniera hasta mis brazos |
|||
y en mi pecho su esplendor latiera, |
|||
aunque el alma se hiciera pedazos, |
|||
no sufriera. |
|||
Si amor estuviera aquí a mi lado |
|||
y en su cálido manto me envolviera, |
|||
aunque en llamas me viera abrazado, |
|||
no temiera. |
|||
Si amor me mostrara sus encantos |
|||
grandiosos, tiernos, sublimes, santos, |
|||
feliz fuera. |
|||
¡Oh! Si amor viniera, si viniera... |
|||
Agitación |
|||
¡Yo quiero amar! |
|||
Sentir los brazos de la amante |
|||
que me estrechan, que me estrujan |
|||
y yo también anhelante, |
|||
hacer que sus labios rujan |
|||
al besar. |
|||
¡Yo quiero amar! |
|||
Sentirme hundido entre su piel |
|||
que al contacto con la mía |
|||
se vuelva calor y miel |
|||
y candente el alma fría... |
|||
¡Ay! ¡Quemar! |
|||
¡Yo quiero amar! |
|||
Hacer de su cuerpo y el mío |
|||
uno solo, hasta triunfar, |
|||
y al final... un calor frío... |
|||
y morir... vivir... soñar... |
|||
y caer sobre su pecho... |
|||
¡Oh! ¡Cuán mullido lecho |
|||
para reposar! |
|||
Percepción |
|||
Y la miré pasar... |
|||
y en su talle cimbreño se miraba |
|||
la hermosura deificada |
|||
y sin igual. |
|||
Absorto quedé ante su mirada, |
|||
ingenua llamarada |
|||
de noches adornada |
|||
y mar. |
|||
Y la miré pasar... |
|||
y el alma sublimada |
|||
de mí quiso escapar. |
|||
Un calor |
|||
terrible |
|||
por mi cuerpo corrió invisible |
|||
y un temblor... |
|||
Dicha |
|||
¡Cuán hermosa la mañana gris |
|||
de lánguidos matices! |
|||
Soy feliz |
|||
porque siento que todos son felices. |
|||
¡Cantar...! |
|||
¡Correr...! |
|||
¡Volar...! |
|||
Comienza a llover... |
|||
¡Qué bella la lluvia! |
|||
¡Qué lluvia tan bella! |
|||
¡Qué hermosas las gotas |
|||
qué cayendo están! |
|||
¡Qué bella la lluvia! |
|||
¡Qué bella! ¡Qué bella! |
|||
¡Oh! Cuánta frescura |
|||
y felicidad... |
|||
Espera |
|||
Bellos tus ojos |
|||
de extraño encanto |
|||
que nunca el llanto |
|||
podrá opacar. |
|||
Tus labios rojos |
|||
como una rosa |
|||
que ni una diosa |
|||
jamás tendrá. |
|||
Tu piel tan suave, |
|||
tu piel tan bella, |
|||
como una estrella |
|||
del cielo azul. |
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Nadie lo sabe, |
|||
cómo te quiero |
|||
y cómo espero |
|||
que me ames tú. |
|||
Razonamiento |
|||
Y fuiste para mí, tú, una quimera |
|||
y hoy eres la razón por la que vivo. |
|||
Si desencanto alguna vez recibo, |
|||
serás tú la razón por la que muera. |
|||
Sin ti el sol para mí ya no existiera, |
|||
triste y seco quedaría el olivo, |
|||
el mar bravo se vería pasivo |
|||
y la oveja tornaríase fiera. |
|||
Mis ojos empeñados por el llanto |
|||
sólo verían la azucena inerte, |
|||
sin su exótico aroma, sin su encanto |
|||
porque nunca ya podría tenerte. |
|||
Y entonces por haberte amado tanto, |
|||
pronto a mi alma llegaría la muerte. |
|||
Armonía |
|||
Tu risa me despierta la alegría |
|||
y tu mirada me cobija tierno |
|||
cuando tu cuerpo cobija el invierno |
|||
donde navega mi melancolía |
|||
y entre tus brazos plenos de armonía |
|||
me hace tu pecho parecerme eterno, |
|||
lejos, distante del horrendo infierno |
|||
donde me ataba una loca agonía. |
|||
Por eso tu llanto inunda tristeza |
|||
a la soledad que siento en el alma. |
|||
Déjame hacer de tu vida proeza |
|||
con que resurja en mi mente la calma |
|||
para que unidos en gran fortaleza |
|||
juntos cantemos al amor que ensalma |
|||
Narciso |
|||
¡Oh! Qué hermoso es saberse amado |
|||
y alcanzar la esbelta cumbre |
|||
de lo no alcanzado. |
|||
¡Oh! Qué hermoso es saberse amado, |
|||
sentirse como en la lumbre |
|||
de lo deseado. |
|||
Y erguirse triunfante, |
|||
sonriente y confiado, |
|||
mirar las estrellas que han adornado |
|||
al celaje inmenso de oscuro semblante |
|||
bañado. |
|||
Creer que la noche se convierte en día, |
|||
que el día es más hermoso y más bello el sol, |
|||
que todo se vuelve inmortal alegría, |
|||
que mucho se torna divina canción. |
|||
Me siento cual nunca, |
|||
porque en mí está amor. |
|||
Pasional |
|||
Yo te amo con la fuerza de las nubes |
|||
envolviéndome en tu cuerpo infinito |
|||
donde calmo el tronido de mi grito |
|||
con el fuego de amor con que me subes. |
|||
Y a pesar del dolor que cruel me incubes, |
|||
te labro la oquedad en alto mito, |
|||
mientras cubro tu piel con exquisito |
|||
perfume pasional de castos pubes. |
|||
Nada temas si quieres ser la entrega |
|||
que me mueva de barcas y de mares. |
|||
Iremos a alcanzar la nueva omega |
|||
que te rompa cansados esperares. |
|||
Comienza a fecundar la tierna vega |
|||
que ha de darnos felices espigares |
|||
Mía |
|||
Te vi desde el espejo, tras las sombras, |
|||
gozando las serpientes de tu aurora |
|||
y en medio de ese cuerpo que devora, |
|||
te arrasa la pasión que nunca nombras. |
|||
Y al mirarte en la penumbra con que asombras |
|||
mi tristeza voraz que a ti te añora, |
|||
comprendí tu inocencia de canora |
|||
cayendo en la sábana que escombras. |
|||
Allí estaba la huella de tu miedo |
|||
solitaria fingiéndose alegría |
|||
como un grito de sabor acedo |
|||
que gozaba perfecta su agonía |
|||
estrujando el placer entre mis dedos |
|||
que ajaron tu virtud y se hizo mía |
|||
Arrullos |
|||
Bellas palabras al oído murmuradas |
|||
que llevaban el temblor acongojado |
|||
de mil gotas de cristal formadas... |
|||
Tenue repetir de lo callado |
|||
que invisible en lo inefable se ocultaba |
|||
y era tierno esclarecer de lo soñado... |
|||
Murmurio deleitoso a mi llegado |
|||
que en lo oscuro intangible de la noche |
|||
brillaba cual diamante en áureo broche |
|||
de perlas incrustado. |
|||
Culminación |
|||
¿Qué te pasa mi bien? |
|||
¿Por qué estas triste? |
|||
¿Por qué lloras? ¿Por qué sufres? |
|||
¿Y no ríes? |
|||
Mira de esa golondrina el vuelo |
|||
que de azul se viste. |
|||
¿Qué te pasa mi bien? |
|||
¿Por qué estás triste? |
|||
¿Acaso no ves los mil primores |
|||
que natura en mil colores |
|||
nos ha dado? |
|||
¿Qué te pasa mi bien? |
|||
¿Por qué has llorado? |
|||
¿Qué no sientes el aire fresco y puro, |
|||
que todo invade, a pesar de cualquier muro? |
|||
¿Acaso alguna pena te ha invadido |
|||
y en dolor toda tu alma ha convertido? |
|||
¿Acaso para ti todo ha acabado? |
|||
Si es así, me has olvidado... |
|||
¿Qué te pasa mi bien? |
|||
¿Te da miedo lo que hiciste? |
|||
Si estás creyendo que amor ya te ha burlado, |
|||
te has equivocado. |
|||
¡Sonríe como antes sonreíste! |
|||
¡Y llénate de luz y de armonía! |
|||
¡Siente la tierna lozanía |
|||
de amar y de vivir! |
|||
¡Y sé feliz! |
|||
Adiós |
|||
Adiós —dijo de pronto |
|||
y el alma volvióseme negrura. |
|||
Llegó a mi corazón pavura, |
|||
quedéme convertido en tonto. |
|||
Nada pude preguntarle. |
|||
Ira y pena mi espíritu invadieron. |
|||
Las horas dichosas de mi lado huyeron. |
|||
Nada quise reprocharle. |
|||
La vi perderse en la distancia, |
|||
lo inefable e indescriptible me invadía. |
|||
¡Adiós felicidad! ¡Locura mía! |
|||
¡Adiós felicidad! ¡Adiós fragancia!. |
|||
Desesperación |
|||
Se fue... |
|||
y se fue como ave errante |
|||
a vagar por lo sombrío... |
|||
mustio el semblante |
|||
y el cuerpo frío, |
|||
sin fe. |
|||
Y como un desgarramiento |
|||
en lo profundo de mi ser sentí... |
|||
Y me quedé sin aliento... |
|||
sufrí. |
|||
Mis ojos se volvieron de cristal... |
|||
de un cristal brillante y transparente... |
|||
y después... |
|||
y después muy lentamente... |
|||
triste manantial. |
|||
Y su imagen regresó hasta mi pensar |
|||
como extraño delirio de mi mente... |
|||
y mis labios se oprimieron bruscamente |
|||
para no gritar. |
|||
Tristeza |
|||
Después que te fuiste... |
|||
vino con su capa de blancura marchita... |
|||
cubierta con su máscara de lágrimas... |
|||
llegó desde la ignota región en la que habita... |
|||
bañada de amargura... |
|||
Después que ya no pude verte... |
|||
llegó hasta el alma una espina lacerante... |
|||
y se hundió hasta quedar en lo más hondo... |
|||
donde sólo se miraba ya triunfante... |
|||
la tétrica sonrisa de la muerte... |
|||
Vacío |
|||
Vacío... |
|||
sin nada que llene las inmensidades |
|||
insondables de lo intangible... |
|||
Vacío... |
|||
como el cielo despejado |
|||
del otoño... |
|||
Sin aliento de vivir ni de luchar... |
|||
Vacío... |
|||
sin amor y sin amar... |
|||
sin la hermosa excitación de la esperanza... |
|||
sin lo atractivo de la ilusión... |
|||
¡Vacío! |
|||
Sin alma... sin corazón.. |
|||
Sumido en las tinieblas del olvido... |
|||
envuelto en las frialdades del invierno... |
|||
¡Perdido! |
|||
Vacío... |
|||
sin algo.. |
|||
sin poco... |
|||
sin nada... |
|||
Pregunta |
|||
Estando ante el señor arrodillado |
|||
cuando de pronto quedé pensativo, |
|||
y sentíme de todos cautivo, |
|||
y sentíme de todos esclavo. |
|||
No sé que poder tan extraño |
|||
de mi mente se apoderó; |
|||
pues mi boca no siguió |
|||
aquel rezo que era en vano. |
|||
Mi implorar no escuchaba |
|||
Dios, que en él yo creía, |
|||
sufrir me veía |
|||
y no me ayudaba. |
|||
Mi ardiente fe |
|||
que en él confiaba. |
|||
Preguntaba; |
|||
¿Por qué? |
|||
Transformación |
|||
Han las aves sus cantos cesado |
|||
y el arroyo calló su murmullo. |
|||
Quedó muerto el naciente capullo |
|||
y el verde árbol quedó destrozado. |
|||
Y ya el cielo de gris se ha teñido, |
|||
tras las nubes el sol se ha ocultado, |
|||
todo ya en la penumbra ha quedado, |
|||
todo ya en el silencio se ha hundido. |
|||
Todo en negro color se ha cambiado, |
|||
solitaria y marchita está el alma, |
|||
ya no hay luna, ni sol, ya no hay calma |
|||
porque amor en dolor se ha tornado. |
|||
Reflexión |
|||
Ninguno habrá de amarla como yo, |
|||
lo sabrá en el transcurso de su vida. |
|||
Ninguno ha de mostrarle la pasión |
|||
por mi sentida. |
|||
Verá que los amores que ella encuentre, |
|||
serán vanos instantes de alegría. |
|||
Ninguno ha de brindarle los placeres |
|||
dl alma mía. |
|||
Y si quiere cuando llegue hasta al ocaso |
|||
y su vida como el sol se esté ocultando, |
|||
si le place, que regrese hasta mi lado, |
|||
que yo estaré esperando. |
|||
Desilusión |
|||
Hubo un jardín perfumado y florido, |
|||
cubierto de orquídeas, dalias y rosas. |
|||
Formado de azucenas olorosas |
|||
que invitaban al reino del olvido. |
|||
Hubo un jardín para mí muy querido, |
|||
el más amado entre todas las cosas, |
|||
abundante en flores, flores preciosas |
|||
que nunca antes habían existido. |
|||
Pero de pronto en la gris mañana, |
|||
sin saber cómo se quedó marchito. |
|||
Y se esfumó el verde. Y se esfumó el grana. |
|||
Y el fértil jardín se volvió granito. |
|||
Aquella ilusión se quedó lejana |
|||
como un recuerdo transformado en mito. |
|||
Semblanza |
|||
Y tuve un amor |
|||
que alejó de mi toda esperanza, |
|||
amor que pareció semblanza |
|||
del dolor. |
|||
Y tuve un amor... |
|||
y lo amaba |
|||
como se ama al sol que nunca acaba, |
|||
como se ama al agua cristalina, |
|||
como se ama a la vida peregrina, |
|||
pero se fue, |
|||
como golondrina. |
|||
¿Hacia dónde? No lo sé. |
|||
Sólo recuerdo el perfumado aliento |
|||
que brotaba de su boca purpurina, |
|||
sólo recuerdo el roce de su piel tan fina |
|||
como el viento. |
|||
Y tuve un amor... |
|||
y lo veía, |
|||
en mis sueños de noche, |
|||
en mis sueños de día. |
|||
Lo sentía, |
|||
lo tenía, |
|||
lo perdí... |
|||
Hoy, |
|||
sólo tengo una ilusión, |
|||
un gran consuelo: |
|||
mi anhelo. |
|||
Sin embargo, |
|||
yo tuve un gran amor, |
|||
que se fue... |
|||
¿Hacia dónde? |
|||
No lo sé. |
|||
Amor que fue semblanza del dolor. |
|||
Añoranza |
|||
Gratos momentos del amor pasado. |
|||
Dulces recuerdos del amor sentido. |
|||
Débil sonrisa por haber vivido. |
|||
Tiernos instantes que no se han borrado. |
|||
Bellos minutos que serán soñados |
|||
y en esos sueños serán revividos. |
|||
Amorosos momentos recibidos |
|||
que honda huella en lo interno habéis dejado. |
|||
Amor, hoy que te has ido a lo lejano, |
|||
tu recuerdo perdura aquí en mi ser, |
|||
porque siento que en mí sigues cercano |
|||
como en gratos instantes del ayer. |
|||
Permanece callado en el arcano |
|||
que pronto, pronto he de volver a ver. |
|||
Tranquilidad |
|||
Hubo una vez que la muerte deseaba |
|||
que a mi vida llegara destructora. |
|||
Hubo una vez que a la dorada aurora |
|||
mirar ya no quería ¡Loco estaba! |
|||
Si una vez la torpeza me obligaba |
|||
a pensar que la vida era incolora, |
|||
que arribaba hacia mí la terrible hora |
|||
de dormir para siempre, ¡Deliraba! |
|||
Si hubo ese amargo momento, hoy no existe. |
|||
Ya su recuerdo quedó en lontananza. |
|||
Adiós torpe locura. ¡Al fin te fuiste! |
|||
He roto con mis risas tu cruel lanza. |
|||
¡No pienso más en ti! ¡Ya no estoy triste! |
|||
¡Porque tengo a mi lado esperanza! |
|||
Paz |
|||
Del monte y del valle se desvanecieron |
|||
después de la lluvia los temores. |
|||
Comenzaron a cantar los ruiseñores |
|||
y sus cantos más hermosos fueron. |
|||
La pradera se cubrió de bellas flores. |
|||
Los pastos también reverdecieron. |
|||
Y allá en el cielo las nubes se perdieron |
|||
y el arco lució de mil colores... |
|||
SONETOS |
|||
PARA |
|||
DESENAMORARSE |
|||
Para ti... |
|||
...sombra que creces... |
|||
1960 |
|||
I |
|||
Camina viendo al frente siempre sueños |
|||
de vestirte ropajes diferentes |
|||
que te hagan olvidar a aquellas gentes |
|||
que juzgaron tus pasos muy pequeños |
|||
y verás en los senderos risueños |
|||
cómo acaban maldades inclementes |
|||
donde quedan aisladas las pendientes |
|||
que derrumban a los seres pequeños |
|||
No dejes la ternura que libera; |
|||
permanece volando en el camino; |
|||
recuerda que se va la primavera |
|||
y cumple la misión de tu destino: |
|||
llegar a hacer verdad toda quimera. |
|||
y olvidar las heridas del espino. |
|||
II |
|||
Nunca temas perderte en el camino |
|||
donde alguna piltrafa te acorrale, |
|||
pues sabrás que así el alma nunca sale |
|||
si se encierra en la cárcel de su sino |
|||
como muchos ahogados por el vino |
|||
que el hambre y la miseria no te iguale |
|||
a morir como bestia que equivale |
|||
a extraviar la misión de lo divino |
|||
Sé muy bien que tú eliges la grandeza |
|||
y quieres superar la podredumbre |
|||
del gusano que loco en su torpeza |
|||
sólo marcha tras de la muchedumbre |
|||
sin saber que la auténtica belleza |
|||
renace sin quedarse en la costumbre. |
|||
III |
|||
Viste cuerpos moverse en el deseo |
|||
de encontrar el paraíso perdido |
|||
en una ansia de fuego florecido |
|||
que a veces en tu mirada yo veo |
|||
Vi esa avidez de eterno que ahora leo |
|||
en las letras empañadas de olvido |
|||
donde esconde el misterio conocido |
|||
intentos de librarte del mareo |
|||
Y en el brusco movimiento de las pieles |
|||
se deshizo el encanto de tu infancia, |
|||
porque sólo te dejaron las hieles |
|||
de un pasado provisto de fragancia |
|||
donde nada ha quedado de las mieles |
|||
sólo el sabor de insólita constancia. |
|||
IV |
|||
Nunca caigas al lumpen tan podrido |
|||
amando a esas imbéciles serpientes |
|||
que clavan el veneno de sus dientes |
|||
en tu ser obcecado, envanecido. |
|||
No sigas más la ruta del olvido |
|||
que te empuja a momentos inclementes |
|||
cuando sepas que todas esas gentes |
|||
tan solo han de volverte vil bandido. |
|||
Rompe ya tus cadenas con el odio |
|||
disfrazado de amores cada noche |
|||
que te acaba y destruye el episodio |
|||
de alzarte a la cultura con derroche. |
|||
Elévate a esa altura. Sube al podio |
|||
donde el sol del saber será tu broche. |
|||
V |
|||
No mires esa rosa ennegrecida. |
|||
No pienses que te va a brindar consuelo. |
|||
Te quiere de rodillas en el suelo |
|||
pisándote y domándote homicida. |
|||
Date cuenta que ruegas tu caída |
|||
creyendo que te diriges al cielo |
|||
y no piensas que todo tu desvelo |
|||
es cadena que cuelgas a tu vida. |
|||
Si la buscas, te pierdes por cobarde |
|||
y te humillas rogándole caricias. |
|||
Te trae perro faldero por la tarde |
|||
royendo un tonto hueso sin delicias. |
|||
Reflexiona y elige con alarde |
|||
vivir en libertad sin sus ardicias. |
|||
VI |
|||
No merece tu llanto derramarse |
|||
por causa de esa arena tan desierta |
|||
que sólo vive entre mentira, muerta, |
|||
haciendo nuestros pasos estancarse. |
|||
No merece la pena fatigarse |
|||
por quien siempre se debe estar alerta |
|||
de su vil carnaval y de su puerta |
|||
que nos usa y después ha de cerrarse. |
|||
Aprende a distinguir en los amores |
|||
a aquél que es de verdad y que te llama; |
|||
el que lucha por no darte dolores; |
|||
aquel que no termina en una cama; |
|||
sino a tu lado te brinda los colores |
|||
para ser grandioso y siempre te ama. |
|||
VII |
|||
No caigas otra vez en la locura |
|||
de creer en la víbora que oprime |
|||
después de prometerte lo sublime |
|||
te desprecia y te llena de amargura. |
|||
Date cuenta: es falsa su ternura |
|||
que en mimos y sonriente te reprime; |
|||
fingiéndote feliz, sólo suprime |
|||
tus sueños de volar a gran altura. |
|||
Es la trampa, la red que te destruye; |
|||
es cadena que te ata y que te ciega; |
|||
es enferma ansiedad que te derruye |
|||
y esclaviza tu vida en torpe entrega. |
|||
El amor de verdad siempre te influye |
|||
a ser creación; no lazo que doblega. |
|||
VIII |
|||
Olvida ya la tonta mascarada |
|||
que enredó con su baile de traiciones |
|||
tu débil corazón entre emociones |
|||
y después te clavó la puñalada. |
|||
No insistas en buscar esa mirada |
|||
que hipócrita te vende tentaciones |
|||
ni esa boca podrida en sus pasiones |
|||
que te agacha la frente levantada. |
|||
Sólo piensa en amar lo verdadero |
|||
de tus caminos que te ofrecen alas |
|||
y llevándote a vuelos duraderos, |
|||
te elevan sobre inmundas antesalas, |
|||
do humillado te corren por dinero |
|||
sin saber apreciar todas tus galas. |
|||
IX |
|||
No te duela que no te amen los microbios; |
|||
nada valen junto al fuego que te cerca |
|||
y te vuelve una estrella que no merca |
|||
con tan pequeños gusanales obvios. |
|||
No te hieran las tonteras de novios |
|||
del vacío con su existencia puerca, |
|||
porque tú no necesitas de su alberca |
|||
donde quieren ahogarte en mil oprobios. |
|||
Sonríe y agradécele a la vida |
|||
que a salvo te quedaste de bajezas; |
|||
libera el corazón de aquella herida |
|||
y olvida el falso amor con sus vilezas, |
|||
porque tienes en manos la subida |
|||
al gran paraíso de riquezas. |
|||
X |
|||
Si vas con el señuelo de algún beso |
|||
de esa boca que muerde tus palabras |
|||
y desprecia con burlas tan macabras |
|||
las horas que le brindas por obseso. |
|||
¿Qué te dice esa máscara sin seso? |
|||
Su imbécil esqueleto descalabras |
|||
con los altos vocablos con que labras |
|||
su verdad de ignorante flor sin hueso. |
|||
Ya comprende que poca inteligencia |
|||
tiene. Se aferra a seguir en su basura |
|||
y quiere convertir a conveniencia |
|||
a aquel que se eleva a la cultura. |
|||
Si en todo contradice tu paciencia, |
|||
mejor será dejar su sepultura. |
|||
XI |
|||
Si te quedas esclavo de ese sexo, |
|||
no podrás continuar altos caminos, |
|||
pues sus flores son solamente espinos |
|||
que harán todo tu cuerpo un ser convexo |
|||
y el dolor, cuando caigas, será anexo |
|||
al infierno, fracaso de destinos |
|||
que pudiendo tener mandos divinos |
|||
terminan de frustrados sin un nexo. |
|||
A través de las bellezas, el arte |
|||
te libra de caricias carnavales |
|||
y a fuerza de razón, siempre a tu parte, |
|||
te ayuda a vencer todos esos males |
|||
que doblegan tu triunfo hasta matarte. |
|||
No seas más piltrafa de bestiales. |
|||
XII |
|||
Desoye las sirenas que te envuelven |
|||
en promesas de falsos paraísos |
|||
y recuerda que todos sus hechizos |
|||
tus ganas de triunfar siempre revuelven. |
|||
Acaban esperanzas, las disuelven; |
|||
a tus pasos los tornan indecisos; |
|||
se aprovechan de ti y hacen sumisos |
|||
tus sueños de grandezas que no vuelven. |
|||
Qué son cinco minutos de la entrega |
|||
donde sientes tan breves los placeres; |
|||
después vienen las hambres; la refriega; |
|||
vendes tu ropa, enfermas, los deberes |
|||
y la súplica en llanto que reniega |
|||
por creer en esa clase de mujeres. |
|||
XIII |
|||
Si quieres una vida de grandeza |
|||
desprecia la ruindad de la manada |
|||
que vive a lo animal, enajenada, |
|||
y sólo te fomenta su pereza. |
|||
La sierpe que te acecha, descabeza; |
|||
arrójala al infierno de su nada |
|||
y siente cómo queda eliminada |
|||
la gana que te aferra a la torpeza. |
|||
Recuerda que sus cuerpos excitantes |
|||
tan sólo son pretextos de la doma |
|||
programada por los amenazantes |
|||
en busca de vender el vil aroma |
|||
que acabe con tus fuerzas liberantes |
|||
de ese fuego creativo que te asoma. |
|||
XIV |
|||
De noche, cuando caes en su mentira |
|||
y ruegas humillado y muy sonriente, |
|||
y escuchas idioteces muy paciente, |
|||
se destruye tu mente que delira. |
|||
Tu carne esclavizada, ciega admira |
|||
la vulgar tentación de vil serpiente |
|||
que acaba tu grandeza y que te miente, |
|||
pues usa tu placer; luego te tira. |
|||
Acaba de una vez con el engaño |
|||
donde tú empecinado te colocas, |
|||
porque sólo te buscas un cruel daño: |
|||
desprecios que te dejan esas locas, |
|||
pues un día no encontrarás el paño |
|||
que seque tu llanto estrellado en rocas. |
|||
XV |
|||
No, no temas perderte en el camino |
|||
donde alguna piltrafa te acorrale |
|||
porque sé que ahora sabes lo que vale |
|||
encerrarse en la cárcel de ese sino |
|||
y quedar doblegado por un vino |
|||
donde el hambre y la miseria te iguale |
|||
a morir como bestia, que equivale, |
|||
a perder la nobleza de divino. |
|||
Hoy sé bien que tú eliges la grandeza |
|||
y quieres superar la podredumbre |
|||
del gusano que loco en su torpeza, |
|||
sólo marcha como la muchedumbre |
|||
sin saber que la auténtica belleza |
|||
renace cuando rompes la costumbre. |
|||
XVI |
|||
Una piedra se queda siempre piedra. |
|||
Una planta se queda siempre planta, |
|||
pero un hombre verdadero se levanta |
|||
rompiendo las cadenas de la hiedra. |
|||
Una bestia, de bestia sólo medra |
|||
y se queda en la jaula que lo encanta. |
|||
Un hombre vuela a lo alto y no se espanta |
|||
en volverse distinto a lo que empiedra. |
|||
Piensa bien y a animal no te abandones, |
|||
que un hombre no se queda dominado |
|||
en la baja vulgar de sus pasiones. |
|||
Vence al mal y quedando liberado, |
|||
elige la cultura y sus razones |
|||
como lo único digno en ser amado. |
|||
XVII |
|||
Camina hacia regiones transparentes |
|||
donde un nuevo vigor ya te ilumine |
|||
y la gloria de la vida destine |
|||
tu vuelo por las nubes muy sonrientes. |
|||
Verás que tus temores inocentes |
|||
no tendrán más el miedo que te espine |
|||
porque en lugar de que el placer te arruine, |
|||
te dará sus virtudes florecientes. |
|||
Decide que el celaje está aguardando |
|||
para explorarlo en sus grandezas bellas |
|||
y olvida tantos ratos que llorando |
|||
quedaste fulminado por las huellas |
|||
de esa torpe emoción que va minando |
|||
el sueño de llegar a las estrellas. |
|||
XVIII |
|||
No te duela que no te amen los microbios. |
|||
Nada valen junto al fuego que te cerca |
|||
y te vuelve una estrella que no merca |
|||
con grises gusanales de los obvios. |
|||
No te hieran tonteras de esos novios |
|||
del vacío con su existencia puerca |
|||
porque tú no necesitas de esa alberca |
|||
donde nadan sus cuerpos en oprobios. |
|||
Tú sonríe lo bello de la vida |
|||
que a salvo te dejó de las bajezas; |
|||
libera el corazón de aquella herida |
|||
y olvida el amor falso en sus vilezas |
|||
porque tienes a mano la subida |
|||
al vero paraíso de riquezas. |
|||
XIX |
|||
Donde aún quede un rincón atormentado, |
|||
de inmediato haz tu limpia de azucenas |
|||
y rompiendo locuras y cadenas |
|||
domina al corazón enamorado. |
|||
Y aunque exista la herida del tornado |
|||
que le ató su violencia de condenas, |
|||
cúralo, transformándole las penas |
|||
en bella ensoñación de lo olvidado. |
|||
Serás tú la esperanza que se eleva |
|||
a enjoyadas regiones sin temores |
|||
donde sientas la fuerza que te lleva |
|||
a otro tiempo desprovisto de dolores |
|||
y con tu sed de ternura releva |
|||
el campo del ayer con más fulgores. |
|||
EPÍLOGO |
|||
A los 18 años |
|||
escribí mi primer libro de cuentos: |
|||
CUENTOS PROMISCUOS |
|||
una obra satírico burlesca donde las voces van dando vida a los personajes de un mundo adorador del vacío, |
|||
publicado en 1964 cuando yo tenía veinte |
|||
...pero para entonces distaban ya cuatro años |
|||
en que había dejado de ser niño. |
|||
Antes, en 1962, había escrito sobre tal experiencia: |
|||
IMÁGENES OCULTAS* |
|||
que di a conocer en 1963. |
|||
Lo incluyo aquí como un apéndice, porque en algo representa la pérdida de mi niñez. |
|||
DOMÍNGUEZ |
|||
HIDALGO |
|||
IMÁGENES |
|||
OCULTAS... |
|||
1963 |
|||
A los que sufrieron... |
|||
A los que sufran... |
|||
A los que sufrirán... |
|||
lo inaudito... |
|||
lo inefable... |
|||
? |
|||
Flama inapagable que agiganta |
|||
los infiernos interiores... |
|||
lumbre que va creciendo... |
|||
aterradora... |
|||
como el incendio de un bosque... |
|||
destructora... |
|||
Ardor impetuoso... |
|||
tétrico fuego... |
|||
vas dejando mis llanuras devastadas... |
|||
sucumbo... |
|||
como hierba... |
|||
ante tu paso... |
|||
nada resiste tu cálido vigor... |
|||
todo cae doblegado... |
|||
en cenizas convertido... |
|||
Flama inapagable que agiganta |
|||
los infiernos interiores... |
|||
y creces... |
|||
sin la esperanza de volverse sol... |
|||
? |
|||
Eterno dolor callado... |
|||
que navega en los recónditos mares... |
|||
indecible para siempre... |
|||
escondido en lo más hondo... |
|||
pavorosamente trémulo... |
|||
Eterno dolor eterno... |
|||
sufrir callado... |
|||
padecer ignoto... |
|||
indefinidamente melancólico... |
|||
consecuentemente triste... |
|||
Voces enmudecidas... |
|||
de temor petrificadas, |
|||
nunca dirán lo verdadero... |
|||
y se desangran por callar lo oculto... |
|||
y se desgarran en lamentos mudos... |
|||
Voces que quieren escapar del yugo... |
|||
al que se hallan prisioneras... |
|||
casi muertas... |
|||
sujetas a pesados hierros... |
|||
Voces que intentan profanar el aire... |
|||
mas no pueden... |
|||
Quién sabrá lo que encubren... |
|||
lo que quieren proclamar abiertamente... |
|||
carcajadas lacerantes... |
|||
lágrimas mortíferas... |
|||
maléfico rugir de tempestades... |
|||
Quién entenderá los tristes ayes... |
|||
quién podrá compenetrarse con las voces |
|||
que aparecen en lo inmenso... |
|||
imágenes ocultas... |
|||
transformadas en símbolos dolientes... |
|||
sublimes de dolor... |
|||
del eterno dolor del mundo eterno... |
|||
del profundo palpitar de lo profundo... |
|||
? |
|||
Fue cayendo lentamente... |
|||
del celaje indefinible... |
|||
y se introdujo en alma |
|||
sin estrépito ni ruido... |
|||
Y cuando estaba en lo interno... |
|||
e imperaba entre lo incierto... |
|||
como las aguas que invaden |
|||
en marejadas terribles |
|||
las playas más apacibles... |
|||
la purpúrea materia... |
|||
quedó prisionera... |
|||
y aunque agitándose estaba... |
|||
marchita permaneció... |
|||
Y en la inmensa nebulosa |
|||
que formaba la tristeza... |
|||
una lánguida sonrisa... |
|||
por el llanto humedecida... |
|||
mueca densa y dolorosa |
|||
brotó... |
|||
? |
|||
En esta soledad agonizante... |
|||
de pétreos murmurios angustiosos... |
|||
de nítidas congojas... |
|||
rodeado por la bruma del dolor... |
|||
lloro... |
|||
En esta soledad... |
|||
en cuyos brazos... |
|||
me deslizo como hórrida serpiente... |
|||
sin peligro amenazante... |
|||
exuberante de veneno... |
|||
sonrío... |
|||
En este remanso de quietud desnuda... |
|||
de espectral y terrorífico silencio... |
|||
de monstruosos y fantásticos hechizos... |
|||
embriagado de elíxir sensorial... |
|||
sufro... |
|||
En el seno de la paz atormentada... |
|||
por horrendas y terríficas visiones... |
|||
que aparecen... |
|||
cual la niebla matutina... |
|||
y se pierden... |
|||
como el humo en lo intangible... |
|||
así estoy en amoroso abrazo... |
|||
con lo imposible... |
|||
? |
|||
Se extiende lastimera por los aires... |
|||
borrasca anímica del mundo... |
|||
extraños temblores diamantinos... |
|||
resultantes de quiméricos ensueños... |
|||
recorren los funéreos valles... |
|||
y se convierte en sollozar sin lágrimas... |
|||
flores ausentes de inmortal perfume... |
|||
crisálidas agonizantes... |
|||
luciérnagas sin luz... |
|||
Lamento inmaculado de los vientos... |
|||
gritad la pesadumbre que me invade... |
|||
gritad imperturbable mis angustias... |
|||
estériles anhelos... |
|||
inútiles deseos... |
|||
Lamento inmaculado de los vientos... |
|||
extiende el incógnito dolor perpetuo... |
|||
zozobra de la interior nave... |
|||
nave que va siempre en busca |
|||
de lo irrealizable. |
|||
? |
|||
Supersónicos aviones... |
|||
pensamientos... |
|||
agitan las atmósferas secretas... |
|||
alma, corazón... |
|||
rugen con fiereza inescuchada... |
|||
pavoroso estertor... |
|||
Supersónicos aviones... |
|||
cruzan las barreras de los tiempos... |
|||
y en su vuelo metafísico... |
|||
van más allá del más allá... |
|||
La atmósferas prorrumpen afligidas... |
|||
quieren fundirse con las aves gigantescas... |
|||
pero están para siempre condenadas... |
|||
serán las estáticas materias... |
|||
Se agitan las atmósferas inmóviles... |
|||
y más se ahondan en quietud... |
|||
porque sólo supersónicos aviones... |
|||
han de arribar hasta el insólito planeta... |
|||
enigma indescifrable de mi llanto... |
|||
de mi interno llanto... |
|||
? |
|||
La noche se acerca en lentitud serena... |
|||
trauma desgarrante... |
|||
nido en el que se acumulan los pesares... |
|||
lecho con espinas adornado... |
|||
negras fauces hambrientas de las sombras... |
|||
Solemne malestar... |
|||
congoja sin sentido... |
|||
ansiedad suprema... |
|||
desamor eterno... |
|||
abierta vehemencia... |
|||
soliloquio interno... |
|||
Ya la noche se aproxima... |
|||
terrífico parto de miedo... |
|||
infierno de llamas oscuras... |
|||
grito estentóreo de muerte... |
|||
La noche que da pavura... |
|||
la noche que da pavura... |
|||
la noche que da pavura... |
|||
en la soledad... |
|||
? |
|||
Las almas se impregnan de tristeza |
|||
cuando arriba la noche y están solas... |
|||
quisieran remontarse a un indeleble |
|||
e infinito paraje sensorial... |
|||
Mas no pueden en su intento... |
|||
frustrado por callados gritos |
|||
y se asfixian en constantes luchas |
|||
por sobrevivir al fuego interno... |
|||
averno que con alas remontado |
|||
se transforma en fantasías... |
|||
refulgentes paraísos... |
|||
Invisible tirano de la vida... |
|||
que en segundos que parecen siglos... |
|||
pugnan por volverse sempiternos... |
|||
? |
|||
Laberíntico sendero lacrimoso... |
|||
frenético surgir de perlas... |
|||
formado entre vértices terribles... |
|||
abrupto... escarpado... montañoso... |
|||
Laberíntico sendero tormentoso... |
|||
cúmulo de anhelos imposibles... |
|||
enigmático desorden de campanas... |
|||
intranquilo sollozar del alma triste... |
|||
A dónde... hacia dónde dirigirse... |
|||
por la ruta de las Flamas... |
|||
por la senda de la nieve... |
|||
por el rumbo de los vientos... |
|||
Laberíntico sendero lacrimoso... |
|||
déjame ver tu conclusión... |
|||
? |
|||
Todo fue como un ensueño... |
|||
con los deseos apresados |
|||
en lo interno de lo vivo... |
|||
Fantasías, volcadas todas, |
|||
en frenéticos disturbios |
|||
que encerraban lo agitado |
|||
de lo siempre concebido... |
|||
Tétricas sombras... |
|||
reflejo de lo inconmensurable... |
|||
de lo reprimido |
|||
que en bella realidad palpable |
|||
de la mente fue naciendo... |
|||
Todo fue como un ensueño |
|||
de lo mil veces deseado |
|||
y perpetuamente oculto... |
|||
? |
|||
Cuando todo haya llegado al gran final... |
|||
y absorto ante el dolor me inclino, |
|||
entonces ya no habrá más esperanza... |
|||
ni ilusión... |
|||
Cuando todo se convierta en invisible |
|||
y nada a los sentidos llegue, |
|||
entonces surcarán dentro del alma |
|||
aromas de jardines celestiales... |
|||
sonar de los sacros campanarios... |
|||
Cuando todo se convierta en nada... |
|||
cesarán los espasmos angustiosos... |
|||
no habrá más cristal en las ventanas... |
|||
ni más ruido en los castillos interiores... |
|||
Cuando todo haya llegado al gran final... |
|||
la eterna majestad omnipotente... |
|||
dirá si merezco bien o mal... |
|||
? |
|||
Escucho el eco de una voz lejana... |
|||
se oculta invisible en los espacios... |
|||
y dulce... melodiosa... en mí penetra... |
|||
como el canto de fantástica sirena... |
|||
misteriosa invitación... |
|||
Vibra el corazón con entusiasmo palpitante... |
|||
cómo lámparas de prismas cristalinos... |
|||
como el aire candente del desierto... |
|||
como gota al resbalarse en una hoja... |
|||
Y quiere liberarse... |
|||
huir de su prisión... |
|||
en donde la voz extraña habita... |
|||
lugar desconocido... |
|||
paraje misterioso... |
|||
perdido en lo distante... |
|||
inaccesible apartado... |
|||
? |
|||
Tal vez algún maravilloso día... |
|||
palparé las blandas durezas de tu desnudez... |
|||
y la tierra y el cielo se perderán en infinito abrazo... |
|||
hecatombe sensorial... |
|||
éxtasis sublime... |
|||
dos trémulas mariposas recorrerán tus llanos... |
|||
tus montañas palpitantes... |
|||
y tus tropicales valles... |
|||
Tal vez... |
|||
algún maravilloso día... |
|||
me adueñaré de tu silvestre lozanía... |
|||
revolveré con ansiedad la tersura de tus selvas... |
|||
y cortaré las flores tus primaverales jardines. |
|||
Tal vez... |
|||
algún maravilloso día... |
|||
en diabólico gemido... |
|||
nuestros volcanes harán erupción... |
|||
torbellinos de fuego saldrán |
|||
por nuestros cráteres... |
|||
fuego interno que surgirá soberano... |
|||
Todo habrá de transformarse |
|||
en bermellón paisaje... |
|||
Tal vez... |
|||
algún maravilloso día... |
|||
las llamas y los ríos... |
|||
uno solo serán... |
|||
? |
|||
He llegado hasta el final del horizonte... |
|||
envuelto entre sedas invisibles... |
|||
El viento trató de desasirlas... |
|||
mas no pudo el furor que puso en ello... |
|||
Un fuerte afán me protegía... |
|||
Surco la estratósfera ignorada... |
|||
Llego al punto más lejano del oriente... |
|||
Me encuentro con el sol frente con frente... |
|||
y un furioso combate principiamos... |
|||
Con puñales de marfil lo hiero... |
|||
En lúbrico vaivén lo venzo... |
|||
Mis carnes se confunden con el sol... |
|||
Candente me llaga todo el cuerpo... |
|||
y en sus cálidos rayos muy envuelto... |
|||
feliz perezco... |
|||
? |
|||
De libertad inflamada... |
|||
el alma se remonta por los aires |
|||
y llega a las esferas más remotas |
|||
de la felicidad... |
|||
Se cubre con los mantos polvoreados |
|||
de plata... de perlas... de diamantes... |
|||
Se envuelve voluptuosa en mil placeres... |
|||
sin temor a sucumbir... |
|||
Y en esa conmoción inolvidable... |
|||
todo se pierde... nada existe... |
|||
ni el recuerdo terrible de la vida... |
|||
ni el soplo indomable de la muerte... |
|||
? |
|||
Cuando ya el virgíneo cuerpo de la aurora |
|||
se eleva a las alturas arrogante... |
|||
y surca los confines luminosos |
|||
que preludian la llegada del gran rey... |
|||
Cuando el alba soñolienta... |
|||
los blancos ojos abre lenta... |
|||
las flores extienden sus perfumes... |
|||
los pétalos recobran su color... |
|||
Cuando al cielo llegan las primeras luces... |
|||
a las sombras sin piedad ni rencor hieren... |
|||
brota el anhelo... enigma majestuoso... |
|||
seguir en el mundo de Morfeo... |
|||
Cuando ya el fragante heliótropo... |
|||
busca sonriente a su amor... |
|||
lo profundo quisiera continuar... |
|||
feliz... |
|||
en las tierras invisibles de lo irreal... |
|||
¿Para qué despertar... |
|||
si no se tiene |
|||
la dicha de estrecharse entre los brazos... |
|||
que amorosos se tiendan... |
|||
y en inmensas caricias nos envuelvan? |
|||
Para qué regresar de lo soñado... |
|||
para qué retornar de lo feliz... |
|||
para qué alejarse de lo inusitado... |
|||
de la fantasía... |
|||
sombras fecundas... |
|||
delirante alegría... |
|||
Cuando ya el virgíneo cuerpo de la aurora |
|||
nos invita a despertar... |
|||
quisiera soñando continuar... |
|||
con lo inadmisible... |
|||
Soñar... soñar... |
|||
Siempre soñar. |
|||
¿Despertar...? |
|||
Para qué tener que despertar... |
|||
Ambiciono continuar en el mutismo del arcano... |
|||
misterioso... |
|||
misterioso... |
|||
fascinante... |
|||
fascinante... |
|||
Alba y aurora... |
|||
luces y sol... |
|||
detened vuestros pasos luminosos... |
|||
No avancéis arrogantes por los cielos... |
|||
No apresuren el dolor de abrir los ojos... |
|||
Permitan que disfrute... |
|||
los sensoriales goces... |
|||
? |
|||
Quizá llegará el instante... |
|||
el viento pregonará por doquiera... |
|||
los gritos reprimidos de las almas... |
|||
Y lo oculto ha de tornarse descubierto... |
|||
Nadie ha de ignorar el eterno dolor |
|||
del sufrimiento... |
|||
que callado... |
|||
en silencio convertido... |
|||
navega en los océanos más remotos |
|||
de lo desconocido... |
|||
Tal vez surgirá de los abismos... |
|||
como un árbol gigante que a las nubes... |
|||
sin fiereza... |
|||
hiere... |
|||
Tal vez brotará compenetrado |
|||
del furor y del odio reprimidos... |
|||
de la angustia... |
|||
de la injusticia... |
|||
y destrozará a la cotidiana hipocresía... |
|||
? |
|||
Ardiente de tristeza...inmaculada... |
|||
presa de las internas soledades... |
|||
hundida en los abismos el averno... |
|||
recóndito gemido del océano... |
|||
Arena virgen del desierto inmenso... |
|||
nieve impecable de polares valles... |
|||
cuando dejarás de ser vorágine... |
|||
red asfixiante... lava incandescente... |
|||
cuándo surcarás la estratósfera lejana... |
|||
y morirás... como la vida... |
|||
? |
|||
Necesito la vehemencia de un suspiro... |
|||
sutil estremecer de un pensamiento... |
|||
ligero sosegar de la nostalgia... |
|||
orden en la interna confusión... |
|||
fuente inagotable de tristeza... |
|||
de mustia tristeza solitaria... |
|||
Necesito la vehemencia de un suspiro... |
|||
desahogo al asfixiante yugo... |
|||
alivio al invisible desasosiego... |
|||
Necesito el agua que a mis sedes calme... |
|||
necesito el blanco para herir lo negro... |
|||
necesito un llanto para hacerlo mío... |
|||
y una senda marchita... |
|||
para hacerla fértil... |
|||
? |
|||
Un lamento escalofriante... |
|||
brotó de una garganta adormecida... |
|||
Era un lamento angustioso... |
|||
como el potente gemido |
|||
del viento enfurecido... |
|||
Y con vibrante estruendor... |
|||
se extendió por la espesura... |
|||
como el trágico rumor de un huracán... |
|||
Era el lamento escondido |
|||
del eterno pensamiento |
|||
por la existencia infinita... |
|||
que cual vibrar de cristales... |
|||
como tronar de explosivos... |
|||
surgió en desgarrador aliento |
|||
por llegar hasta lo ignoto... |
|||
la eternidad... |
|||
Era el grito reprimido... |
|||
en los instantes de angustia... |
|||
por enfrentarse a la mustia |
|||
y deleznable verdad... |
|||
de lo conocido... |
|||
Era el grito doloroso |
|||
de la individualidad |
|||
por no poder comprender... |
|||
lo incomprensible... |
|||
Eran los ayes sonoros... |
|||
brotaban de un abismo... |
|||
llegaban hasta las cumbres... |
|||
residuos de triunfo... |
|||
Era el dolor vuelto voces... |
|||
Era el dolor vuelto ruido... |
|||
Era el dolor vuelto lluvia... |
|||
Era el morir vuelto gritos... |
|||
Y el lamento se apagó... |
|||
como luces... |
|||
y se tornó eco lejano... |
|||
meditación... |
|||
suspiro... |
|||
? |
|||
Cruzó por el espacio presurosa... |
|||
Fue perdiéndose en el horizonte... |
|||
como la frenética sonrisa |
|||
que brota de un espíritu marchito... |
|||
Rápidamente vino... y se alejó... |
|||
En el lapso pequeño transcurrido... |
|||
mil destrozos causó en la vida incierta... |
|||
la blancura fue opacada en su belleza... |
|||
los puntos luminosos se apagaron... |
|||
acabó con los verdes y tranquilos prados... |
|||
En la materia de existencia casi muerta... |
|||
con su débil palpitar de núbil cuerpo... |
|||
un suspiro se elevó hasta el cielo... |
|||
y huyeron con él... las sensaciones... |
|||
? |
|||
Difícil olvidar lo placentero... |
|||
difícil olvidar lo doloroso... |
|||
constante fatiga de la mente... |
|||
hercúleo esfuerzo...imprescindible... |
|||
olvidar... |
|||
ascender al nirvana apetecido... |
|||
desprenderse de la angustia férrea... |
|||
que mata lentamente...como el fuego... |
|||
olvidar... lo dulcemente bello... |
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alejarse por senderos misteriosos... |
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perderse entre las nieblas invernales... |
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confundirse entre la jungla amenazante... |
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olvidar lo inolvidable a los sentidos... |
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hundir en las tinieblas los recuerdos... |
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olvidar lo placentero... olvidar lo doloroso... |
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olvidar para siempre... olvidar... olvidar... |
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? |
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Vuela celeste mariposa... |
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busca lo anhelado siempre... |
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y goza... |
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qué importa el huracán |
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y la marea |
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el humo fatuo |
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o la miseria |
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todo queda en los hilos de la nada |
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y pasa... |
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Ama cuanto puedas amar y amada ser... |
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vuela sin temor... |
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sin vana duda... |
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hazlo tú... |
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libre eres... |
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a ninguna cárcel te sometas |
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ni a las luces |
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ni a las sombras. |
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Vuela sublime lepidóptero... |
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recoge el néctar de todas las flores... |
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no importa que después |
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en polvo te transformes... |
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Vuela... |
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divina mariposa... |
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Vuela... |
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mariposa diva... |
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? |
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Una hermosa agitación siento en el alma... |
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conmueve los mundos invisibles... |
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augurios deleitosos aparecen... |
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renace la marchita primavera... |
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exento de inquietudes hoy me encuentro... |
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brotan de mí transparentes manantiales... |
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contemplo el horizonte frente a frente... |
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todo es luz...claridad.. |
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no hay presagio de tormenta... |
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todo es claro... luminoso... refulgente... |
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Nuevo afán de mi pecho se apodera... |
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y se acrecienta... |
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Recónditos anhelos hoy me invaden... |
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cesaron los espasmos dolorosos... |
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un nuevo vigor impregna el cuerpo... |
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torno a la existencia... recobro el ánimo... |
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presiento nueva vida... renazco... |
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La prisión se convierte en un palacio... |
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gigantes llaves a mis manos llegan... |
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abro dolorosas puertas... |
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y me remonto por los aires... |
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por los aires...me remonto... |
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y vuelo |
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en pos de ti. |
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? |
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Desde la cumbre de la serenidad... |
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contemplo el caminar de los espíritus... |
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Se agitan en constante lucha por sobrevivir... |
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Desde la cumbre apacible... |
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vislumbro los tormentos de las almas... |
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En terribles convulsiones |
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se deshacen por vencer... |
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Desde alturas infinitas... |
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veo el constante desfile de pasiones... |
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en perenne movimiento... |
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Van muriendo en los escombros... |
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de lo inservible... |
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Desde lo más remoto de la cumbre... |
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me invade una apacible felicidad... |
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? |
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Peregrino... |
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si no hay luz en el camino... |
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y se ha ido el gran farol... |
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si no hay sol... |
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no te muestres vacilante... |
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caminante... |
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ante lo negro intangible... |
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invisible de la noche... |
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Muéstrate arrogante... |
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al dolor has de vencer... |
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y no temas al espino |
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que en los campos pisarás... |
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No te muestres titubeante. |
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Lucha... vence... |
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Sé triunfante... |
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sé sonrisa... |
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¿Fin? |
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O intermedio... |
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1962 |
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LICENCIA CC-BY-SA 3.0 OTRS |
Revisión del 02:09 10 oct 2010
<< Autor: Antonio Domínguez Hidalgo
ANTONIO DOMÍNGUEZ HIDALGO
CUANDO
NIÑO...
Poemas
de infancia
y adolescencia
1950-1960
Primera edición 1986
“ Da bambino
il bene più grande
che c´è
è l´ingenuità,
ma poi...
se ne va.” *
- “Cuando niño,
el bien más grande que hay es la ingenuidad, pero después... se nos va.”
Canción del Festival de la Canción Italiana de San Remo 1968.
CUASI-JUSTIFICACIÓN
En este libro reúno la mayoría de los escritos que mi madre conservó afanosa como si hubieran sido sus joyas más preciadas, cual aquella célebre matrona romana.
Asombrada y asombrosamente coleccionó con amoroso cuidado, lo que su hijo, desde por lo menos los siete años de edad, cantaba, borroneaba o dibujaba en papelillos y libretas.
Gracias a su sensibilidad innata, no obstante la humildad de su cultura, el ahínco que ella depositó al ir reuniéndolos poco a poco con maternal paciencia, permitió que no cayeran en una irremediable destrucción.
No son otra cosa más que muestras de los inicios de mi vocación comunicativa a través de la palabra hablada, escrita o cantada que permanecían ya amarillentas en un viejo arcón guardado celosamente en el ropero materno.
Nacieron acaso de mis canturreos, de mis monólogos o de mis diálogos con la aún frescura urbana de entonces o de mis asombros ante la Naturaleza aún no opacada por la insolencia de la ambición y el humo.
En ellos se encuentran las emociones de mis hallazgos con la gente que veía desde la azotea de mi casa: los escribanos y su público en la nostálgica Plaza de Santo Domingo en la ciudad de México donde nací. Luego, cuando pude escaparme hasta ellos, comencé a enterarme de las historias que las personas les narraban para que les dieran formato de carta. Era como encontrarme con hacedores de mundos.
Allí, calle de Brasil 29 esquina con Luis González Obregón, en otros tiempos, calle de la Encarnación, y en otros todavía más lejanos, parte del espacio que ocupaba la gran escuela de la unión y de la disciplina, el Calmecac de mis abuelos tenochcas, había nacido y hacia 1950 ya podía leer y escribir. Sobre todo escribir.
Navegan así por sus versos naïve las sorpresas de mis escapes al más allá... el Zócalo, la Lagunilla, Tepito, la Alameda, San Juan de Letrán... el centro histórico; o Santiago Tlatelolco, Chapultepec, Xochimilco, Teotihuacan. Y las viejas librerías de mis ensueños, entre laberintos de estanterías: Robredo, Navarro, Porrúa, Zaplana.
Desde mi solitaria unicidad infantil las palabras constituían mis divertimientos, mis juguetes de imaginación, las concreciones de mi fantasía y de mis experiencias crecientes.
Me he atrevido a publicarlos ante la insistencia constante de muchos apreciados amigos y discípulos que vieron en ellos, cuando se los descubrí con gratitud filial, textos cuyo reflejo bien puede proyectar las inquietudes, las vivencias, las emotividades, de otros niños y adolescentes, quienes también se sientan marginados a la soledad de sus creaciones, como siempre, felizmente por convicción, lo he estado yo.
Acaso, por curiosidad, sobrevivan a sombríos desprecios. Gracias, Nonantzin. Pero también a ti, Totatzin, porque me enseñaste a cantar...y a no quedarme callado cuando se tiene algo que decir.
ENTRE
LOS SIETE
Y
LOS NUEVE...
POEMAS DE LA AZOTEA
I
Salgo a la azotea.
Es como una sábana
de ladrillos
donde se cobija
mi casa.
II Me asomo a la plaza... tanta gente se pasea y yo sin alas. III Desde mi esquina miro la fuente... alegre me saluda como bailando para mí. IV Con el pelo recogido Doña Josefa suspira: Este Domínguez también todo mira. V Qué iglesia la de Santo Domingo... Se me pone en frente y no me deja ver más allá. VI Las palomas se caen sobre los prados y buscan de comer con ansias. ¡Qué triste vida la de recoger migajas!
VII
Como los gorriones que revolotean, brinco y salto en mi azotea. Ellos como que me ven y yo dejo que me vean. VIII Comerás, comerás, gallinita, comerás el maicito que en el suelo tirado está, porque si no te lo comes, los pajaritos te lo quitarán y cuando quieras comerlo, ya nada tendrás. IX. En la pileta del lavadero yo me siento marinero. Con mi lancha de papel pienso el mundo recorrer. X Allí está tan misteriosa la escalera hacia la calle y como víbora me dice: anda niño, escápate. XI Me quedo quieto, muy quieto, como pensándolo mucho, y aunque ninguno me crea, yo prefiero mi azotea. XII Desde mi azotea se mira mucha gente que no mira y mientras la voy mirando me gusta adivinar cantando lo que les está pasando. XIII Ese gran señor de gris se siente la gran lombriz. Y esa señora de verde parece rata que muerde. XIV El hombre del camisón de seguro es muy panzón. La dama de gran sombrero es hija de un maromero. XV Y la señora que llora al lado del maquinista, de seguro está contándole toda su historia. XVI Y allí llega el pescadero al pocito del zaguán. ¡Cuántos pescados bonitos! ¡Quién los pudiera comprar! XVII Un jardín se va moviendo entre el asfalto. Es la florera que llega carga y carga sus canastos. XVIII El bolero de la esquina limpia y limpia los zapatos. Lo único que me preocupa: ¿Por que él siempre anda descalzo? XIX Qué tortas las del tortero con su canastón de mimbre. Parece el bueno Jesús que a todos tortas les sirve.
XX
Aquí en mi azotea hay un mundo que me habla a cada momento y no es cuento. XXI En los ladrillos de la azotea descubrí un hormiguero. Las hormigas desfilando parecen un hilo negro. XXII Entre las sábanas de los tendederos juego al teatro y soy un títere que bailo y canto. XXIII Entre tanta tubería salto y salto. Si tropiezo pierdo y si no, gano. XXIV Lava y lava la lavandera. Siempre lava y lava y lava. ¿Cuál será su día de fiesta? XXV Qué escándalo en la calle. Me asomo y veo un desfile. Muchachos sin camisa se burlan y se ríen. XXVI ¡Cuántas carcajadas lanza la gente! Un chico va encadenado. Como un perro se defiende. XXVII Desde la ventana una señora les grita y les lanza muy furiosa agua podrida. XXVIII Tanto gentío me asombra y me asusta. Parece con sus rugidos un dragón que zumba y zumba. XXIX Desde mi azotea todo se ve mejor. Está uno cerca del cielo y a un ladito del sol. XXX Mariposa de colores enséñame cómo vuelas y cómo llegaste jugando a mi azotea. XXXI En todos los rincones de mi azotea juego y juego; hago castillos con piedras o carreteras con gis; cochecitos con cartones donde paseo a una lombriz. XXXII Debajo de un lavadero hago mi escondite y espero a que me rescaten como en el cine. XXXIII En mi selva de macetas soy Sabú el aventurero y entre las ramas me escondo de ese malvado arenero. XXXIV Hoy lavaron una alfombra y a secarse la tendieron; a volar dijo una voz y cuando yo me subía que despierto de mi sueño. XXXV Querida azotea, tú eres mi amiga; nunca te enojas con mi alegría. XXXVI ¡Qué azotea bonita! Tú eres mi compañera en el otoño o en primavera XXXVII Corro a todo lo ancho, corro a todo lo largo salto a todo lo alto y aún me sobra espacio. XXXVIII Desde la cocina mi madre dice a comer. Yo le digo a mi azotea al rato te vuelvo a ver.
POEMAS DE LOS COLORES
I
El cielo sin estrellas
es muy negro.
Cierro los ojos
y todo lo miro negro.
Negro, negro; sin color.
¡Qué negrura de carbón!
II
Azul es el cielo.
El mar es azul.
Con tantos azules,
me visto de azul.
III
Amarillo es el pajarillo.
Amarillo es un canarillo.
Amarillo es el platanillo
que come con un bolillo.
IV
Al verde lo miro muy verde
y más verde lo quiero yo ver
Tan verde como un arbolito
y como el pasto también.
V
Roja es la manzana.
Roja es la sandía
y rojos mis labios
en cada mordida.
VI
Blanco el algodón.
Blanquita la nieve.
La lunita blanca
y mis limpios dientes.
VII
Rosa es un rosa.
Rosa es un clavel.
Si pinto mi cara,
de rosa es la piel.
VIII
Quiero un poquito de café
para dejar de tomar té
o un chocolate que también,
es color café.
Quiero un café,
café café,
café con leche
me tomaré.
IX
Naranjita anaranjadita
de color naranja es
tu juguito anaranjado
con que me quitas la sed.
X
Morada es la ciruela;
morado es un listón.
Si llego tarde a la escuela,
muy demorado estoy.
XI
Una nube gris
más otra nube gris
anuncia que la lluvia
no tarda en venir.
XII
Guinda es la ciruela;
guinda el pantalón.
Es el rojo fuego
que se chamuscó.
XIII
Coloreando, coloreando
todo se hace de color
con colores colorines
rojo, verde, amarilló;
azul, guinda, anaranjado,
cafecito o moradó:
rosa, negro, gris o blanco
coloreando pinto yo.
Coloreando, coloreando
dibujo yo esta canción
y aquí se acaba cantando,
colorín, coloradó.
XIV
Le doy color,
lo pinto bien
y así no sale
nada al revés.
XV
Si perdiera mis pinturas
ya no dibujaría,
pero tendría las palabras
y con ellas cantaría;
así no me aburriría.
POEMAS DE LAS ESTACIONES
I La mañana está muy pálida y como el sol no salió parece que está asustada, pues le falta su calor. II Aquí en invierno no hay nieve como en lo demás del mundo. Me da risa Santa Clos: forrado, mientras yo sudo. III Dicen que hace frío, pero no lo siento. Con tanto calor se me hace que es cuento. IV Árboles de navidad se ven en las tiendas como que los ponen para que nos vendan. V Las campanas de papel no suenan como las de Santo Domingo Las estrellas de cartón no brillan como las del cielo que miro. VI La luna cascabelera repetía una canción: diciembre está terminando. Brinca y brinca mi corazón. VII Se fue el año viejo. Llegó el año nuevo. y vistió con gorro al niño de enero VIII El diez de febrero cumpleaños la Guille. Le doy un abrazo y una flor que brille. IX Una cancioncita me viene a los labios y me va diciendo que ya llega marzo. X Hoy es seis de marzo. Nació mi mamá. Le da de regalo un beso papá. XI Cuando se abrazan, cuando se besan, Sé por qué me aman. Sé por qué rezan. XII Enero loco, marzo otro poco, es lo que digo en esta canción. Mi papá es de enero, mi mamá de marzo; ahora comprendo porqué así soy.
XIII Ya va pasando el mes de abril y la maceta se ve feliz. XIV Ya no hay ensayo en el mes de mayo la primavera bailando está entre las flores del festival. XV Un solo día para las madres. Es muy injusto una fiesta así. Toda la vida y diario diario, porque sin ellas quién va a vivir. XVI Entre mañanitas va mi cumpleaños, el trece de junio, cerca del verano. XVII Qué felicidad porque va a llover, porque voy a ver mil gotas caer. XVIII Corre agüita cristalina por el desagüe que las gotas saltarinas siguen de baile. XIX Sobre las láminas de la cocina cae el aguacero. Yo me acurruco junto al bracero. XX Las gotas cristalinas alegres bailotean y con sus crinolinas el aire las pasea. XXI Oh Toño, oh Toño, me grita mi abuela. Otoño, otoño se acaba la escuela. XXII Caen las hojas en la plaza. Las calles se llenan de hojas. El viento mueve la ramas y arrulla a las mariposas. XXIII Las noches se hacen más largas y se va sintiendo frío. Pobrecitas de las flores no hay quien pueda cobijarlas XXIV Octubre se va. Noviembre aquí está y el día de los muertos su ofrenda tendrá. XXV Flaca la calaca la calaca flaca como nada come ya no hace ni caca. XXVI Esta calavera perdió la mollera mejor la convierto en mi azucarera. XXVII Otra vez llegó diciembre y el invierno regresó. Todos se visten de fiesta por el niño que nació.
POEMAS DE LAS PALABRAS
I Yo no les pido juguetes a los Santos Reyes. Tengo muchas palabras con las que juego. II Hago nudos de palabras y las desato de nuevo. Luego las pongo a bailar con la música del eco. III Las palabras son soldados que las hago combatir y al final de la batalla se mueren por escribir. IV Las palabras son carruajes que nos llevan a las ferias donde un carrusel de cuentos en vueltas se deletrean. V Palabras no estén dormidas. Ya las quiero despertar. No sean flojas palabrillas, vamos, vamos a cantar. Sálganse del diccionario para poderlas juntar. Si no fuera por ustedes, con quién voy a platicar.
VI Qué grande amigo eres tú, mi diccionario Sopena porque siempre encuentro en ti las palabras que me suenan. VII La luna redonda parece una esfera en el árbol negro de tantas estrellas. VIII A lo lejos ladra un perro y un ferrocarril aúlla, cómo quisiera viajar, pero a la luna. IX Anoche soñé, soñé, que la luna me miraba y entre sonrisas de plata una perla me obsequiaba. Desde lo alto del cielo llegaba hasta mi ventana y contemplando mis ojos con voz muy linda cantaba. Duérmete angelito mío, duérmete y no temas ya, porque siempre aquí a tu lado la vida te cuidará. Anoche lo soñé, anoche, pero hoy he despertado ya, y sé quién era la luna: ¿Quién? Tú, mamá. X Muy de mañanita cuando me levanto me lavo los dientes y después me baño. Solito me visto. Solito me peino y cuando estoy listo me ensucio de nuevo. XI Mi padre trabaja y canta y luego de trabajar otra vez con su guitarra a mi madre cantará. XII En la fiesta del domingo mis papás bailaron tangos y la gente muy contenta ya se acababa de aplausos. XIII Si mi padre toca la guitarra y junto con mi madre canta, ¿por qué cuando canto yo, lo que canto les espanta? XIV Me gusta La Zarzamora y también El gato viudo. Pero cuando oigo a Cri crí, con él en verdad me aburro. XV Los patos sólo hacen cuac y no cantan tonterías. Las ranas siempre hacen croac cuando llegan las lloviznas. No veo animales que hablen, sólo en las películas. XVI En la tinaja donde me baño puse un tezontle muy colorado y yo jugaba a que era un islote dentro del agua. Sus habitantes eran hormigas y ni una había con un paraguas y muchos menos vestían enaguas. Con este experimento acabé con ese cuento. XVII Hoy un señor me pidió que le cantara español y que me pongo a bailar un zapateado en su honor XVIII Dicen que es un gran poeta que vino triste de España porque allá un hombre feroz se apoderó de su patria. XIX Cómo me gustan Los churumbeles cuando yo escucho sus cascabeles. Yo me siento la canción del Gitano señorón. XX Hoy me sentí cual Colón. En la radio descubrí una graciosa canción aunque bien no la entendí su música me gustó. Hablaba de Canadá pero en italiano está.
XXI Había una casita pequeñita en Canadá creo que es lo que dice y es en la hora italiana donde la repiten. XXII Quiero aprender italiano para entender las canciones que transmiten por la radio y me llenan de emociones. XXIII Entre tarantelas y los Churumbeles me paso tardes enteras cantando con cascabeles. XXIV Hoy el poeta me dijo que si amaba las palabras les diera mucho cariño cada vez que voy a usarlas. XXV Hoy que cumplí mis nueve años me asomé alegre al balcón y vi pasar por la calle como muy triste a Don León. Don León, Don León, aquí estoy; espéreme un momentito. Le quiero leer mis versos y entonces él se sonrió. XXVI El cielo que es un gran mago se ha puesto su traje brujo, se ha engalanado con joyas y se ha adornado con lujo. Luce una capa bordada. con brillantes lentejuelas, que cierran y abren los ojos. Son las sonrientes estrellas XXVII Tantas estrellas son rosas en los jardines del cielo. Son como alhajas perdidas en todo el gran universo. XXVIII Tienes buen ritmo chiquillo me dijo el señor Don León y alegre como un loquillo me palpitó el corazón. XXIX Cuando estoy solo de noche y siento miedo las estrellas con sus luces me dan consuelo; son los ojitos de Dios...creo. XXX Las palabras me ayudan a salir de dudas y cuando las combino me hablan divino. XXXI Por las noches se pasean los gatos y la luz de la luna los hace mil garabatos. Maullando se les oye un gran rato hasta que los calla algún zapato. XXXII Miro la ventana: ya casi es de mañana. Amanece, amanece y un gran gusto me aparece. XXXIII Buenos días: ¡qué alegría! Buenos días: ¿cómo está usted? Buenos días señora luna, mire que ha salido el sol. Buenos días: señora flor. Ya el rocío le dice adiós. Buenos días fantasía; ya la noche se nos durmió.
POEMAS DE LA ESCUELA*
I Esta mañana me desperté muy contento porque yo sé que a la escuela por fin iré y muchas cosas aprenderé. II Anoche cuando me acosté y al dormir mis ojos yo cerré. ¿Sabes qué es lo que soñé? ¡Que ya sabía leer! Sabía escribir, sabía contar, sabía sumar y también restar. Sabía colorear; también dibujar y muchas cosillas más. III Al ir a la escuela veo: árboles bonitos, coches feos. Camiones gruñones, señores gritones, la panadería y la lechería; puestos de revistas donde miro artistas y las bicicletas y motocicletas. Allí está el mercado, la juguetería y a unos cuantos pasos el cine del barrio. IV Cuando en las mañanas a la escuela vengo, se ve tanto tránsito que yo me entretengo. Hay grandes camiones y carros pequeños y unos enojones que quitan el sueño. Circula, circula, circula, se la pasan repitiendo y las pobres ruedas no ruedan, no ruedan: ¡Ay qué tarde se va haciendo! Circula, circula, circula; ahora sí ya voy corriendo y con tanto círculo, círculo, círculo, bizquito me estoy poniendo. V Sus trinos me despiertan muy de mañana y al irme yo a la escuela mueven sus alas. Revoloteando juegan por los jardines y en la fuente se bañan los chiquilines. Unos son amarillos; otros rojillos; algunos picaflores o gorrioncillos. Sus trinos me despiertan muy de mañana y al irme yo a la escuela mueven sus alas. VI Mi escuela es así: grande y chiquita; muy alta y bajita; ancha y delgadita. Tiene sus ventanas de rombos cuadrados, de estrellas redondas y triángulos largos. Y aunque les parezca que estoy delirando, conforme yo crezca ya la iré ordenando. VII Cuando llego a la escuela me gusta fantasear y quiero caminar como quien vuela. Subir las escaleras al bajarlas y todas las pizarras borronearlas. Correr por los pasillos lentamente y entre los corredores ser durmiente. Tocar bellas canciones con campana. Hacer con muchos días la semana En el jardín sembrar una sardina y en la fuente pescar una gallina. Cuando llego a la escuela me gusta fantasear la bandera me saluda y su escudo me hace chao. Cuando llego a la escuela me gusta fantasear: Hoy no tengo tarea; me voy a juguetear. VIII Hay niñitos y niñotes en el patio de mi escuela. Unos juegan o platican y muchos se corretean. En las bancas del jardín o en algún rincón del patio comen tortas, toman jugos o unos exquisitos tacos. Es la hora de recreo: cuadernos a descansar, los libros toman la siesta y yo voy a imaginar. Ya suena la campana es la hora de entrar. La bandera se mueve y hay que saludar. IX Ya suena la campana. Es hora del recreo. Vamos a descansar de tanto leo y leo. Ya suena la campana. Es hora de salir. Haremos la tarea y lueguito a dormir. X -¡Hey, salón de clases!- habla el pizarrón- dile al escritorio quién es el mejor. Contesta el estante: -Sin duda el reloj. Las bancas aplauden tanta distinción. Libros y libretas sin gran confusión deciden el triunfo del televisor. Entonces el radio le grita al salón: -Cállense toditos: la reina es la flor. XI El cuaderno dijo a la mochila: -Anda, sácame de aquí. Y los libros aplaudieron: -Sácanos también, sí, sí. Comenzó a pedir el lápiz: -Sacapuntas por favor- y las pinturas dijeron: -También salga el borrador. Con regla, compás y escuadra, qué figuras de primor. -Soy estudiante atareado que domina el dominó. XII Alto y alto y alto. Es un árbol. Crece y crece el tronco y el ramaje. Se llena de hojas: ¡Qué lindo follaje! Refresca y da sombra su verde ropaje. Alto y alto y alto: Voy cambiando. Crezco y crezco y crezco: Soy como árbol. XIII Cuantas casitas se ven por las calles; algunas grandotas, otras chaparritas. Unas, edificios; otras, vecindades; unas de ladrillos; otras de cristales. Abriendo sus puertas y sus ventanales hay muchas historias que pueden contarnos. Cuantas casitas miro por las calles abundan en cuentos y curiosidades. XIV Por calles y carreteras por calzadas y callejones; en invierno o en primavera nunca paran los camiones. Van y vienen de a montones; cargan bultos de madera, gallinas, botes, limones y andan por toda la tierra. XV Si mueven la cola, son buenos amigos. Si ladran y ladran, son como enemigos. Y saltan y saltan y a veces te tiran y en otras te ayudan a cuidar tu vida. Hay perros pintitos, bonitos, feotes, blanquitos, negrotes, graciosos, chiquitos. Y los hay dientones furiosos, gruñones, mechudos, pelones y salamerones. XVI Buenos días, ¿cómo está usted? Tome leche. Tome café. Aquí se vende. Allí se alquila. Ganga. Descuento. ¡Qué golosina! Super refresco. Ropa divina. Tenis contentos. Gran medicina. Buenas tardes. Pásela bien sin salir de nuestro almacén. Toque violín. Toque acordeón. Hay letrero hasta en el colchón. Buenas noches don locutor, si no pone otra canción, apago el radio por hoy. XVII El mundo está lleno de cosas unas bonitas, otras graciosas. Hay mesas, relojes y rosas; muñecas, pelotas y lozas. Hay platos y vasos y tazas y dados y libros y casas. Y clavos, martillos y mazas y frutas, pasteles y pasas. El mundo está lleno de cosas; algunas baratas, otras muy costosas. XVIII Panadero, panadero, panadero ¿ya está el pan? Abra la panadería que ya quiero merendar: ricos cuernos, polvorones, rejas, huesos y volcanes; roscas, pasteles, cocoles y otros sabrositos panes. ¡ Qué gusto me voy a dar! XIX Con mi mamá al mercado vamos por el mandado. Compramos las verduras y las frutas maduras. Me invitan una piña de prueba o un durazno; un trozo de sandía o un jugosito mango. Por eso yo prefiero ir al mercado y no las cosas frías del supermercado. Me gustan más los puestos porque son muy variados. XX En la juguetería hay juguetes noche y día: redondas pelotas y trompos que botan: Hay trenes que en rieles van caminando y carreteritas con coches paseando. Yo sólo los miro. No puedo comprarlos. XXI Un calcetín rima con patín; una paleta con bicicleta. Una bota con la pelota y una botella con esa estrella. Camión y avión riman en –on; jarro y carro rimas son. En toro y loro -oro es. Dado y soldado -ado ha de ser! Piña y niña; ropa y copa; casa y taza; rimas son. El caballo con el gallo y el melón con el pelón. rima, rima -on y –on XXII Las cosas están llenas de figuras. La luna como un círculo la ves. Los pinos que adornan las montañas; cada uno un triángulo es. Un rectángulo forma un camión; un cuadrado un ventanón y un huevito blanquito o rojito es, sin duda, un círculo cachetón. Las cosas están llenas de figuras; son líneas que se forman muy bien: derechas, quebradas, redondeadas. Todo el mundo de figuras es. Imagino y me imagino cuántas hay escondidas atrás. Adivino y adivino lo que es y mil cosas curiosas voy a ver XXIII La luna comelona se ha comido una tuna por eso en la laguna se ve tan cachetona. La luna comelona se ha comido un conejo por eso en el espejo se ve tan gordinflona. Del círculo que era ahora está ovalada, mas cuando haga la dieta se va a poner delgada.
XXIV Cuando la noche su negro velo tiende en los pueblos y en la ciudad veo como salen luces muy bellas: son las estrellas que luz darán. Lindas estrellas del atardecer cuando anochezca brillen otra vez. Lindas estrellas del amanecer cuando el sol salga, duérmanse bien. XXV Una casita y un gran camión fácil los dibujo yo; Unas ventanas y hasta un tren me salen re que te bien. Con rectángulos un automóvil haré y a un castillo de rectángulos a todos los llevaré. Con rectángulos mi nave espacial tendré y con mi traje rectángulo la luna visitaré. Con rectángulos la nave manejaré y vestidos con rectángulos a todos los pasearé. XXVI Ronca y ronca va el autobús: Carreteras va a recorrer. Sube cerros y ríos ve. Va en la ruta de un cielo azul. Rueda que rueda la rueda, la rueda del ferrocarril. Roza la ruta de fierro. Rodando se ve feliz. Ruge que ruge, el auto va entre los barrios de la ciudad y en cualquier rumbo repetirá con tanto ruido quién dormirá. XXVII Salta y salta la pelota; corre y corre por ahí. Brinca y brinca muy burlona quién la puede detener. Huye, huye la pelota de tantas manos y pies. Pelotita juguetona cuanto nos haces correr. Pelotita pelotona pelotucha pelotón Pareces una balota que se siente el gran balón. XXVIII En el agua clara de la fuente clara se asoma un pescado que está muy pescado. Lindo pescadito que estás pescadito, ¿no quieres salir conmigo a salir? Mi mamá me ha dicho que tu mamá ha dicho que si tú te sales te puedes morir; pero yo te digo esto que te digo que si yo me meto me puedo ahogar. Pobre pescadito que estás pescadito: tú del agua clara; yo de la ciudad. XXIX Si supieras tú, papá; si supieras tú, mamá, cuánto me hablan los monitos cuando ustedes se van a trabajar. Me cuentan sus aventuras; mil historias del gran mar; me pasean por los planetas en traje de navegar y ligeros cual cometas hay tanto qué imaginar. Las palabras bailotean y me pongo ya a pensar. Son mis amiguitos los monitos que en mis libros hay y aunque chiquititos no me canso con ellos de platicar. Me invitan a tiempos que no existen ya; y visito pueblos en la eternidad. Y tanto imagino que en algún camino de una gran ciudad entre tanto viaje los voy a encontrar y al llegar a casa al fin ustedes me comprenderán. XXX ¿Qué seré, qué seré? Yo no sé lo que seré: un minero, un marinero, carpintero o no se qué. ¿Qué seré, qué seré? Yo no sé lo que seré: jardinero, tesorero, manda poco o manda más. Por ahora soy un niño y niño me gusta ser; fantasioso como Alicia; valiente cual Peter Pan. Estos juegos divertidos algún día crecerán.
POEMAS DE LOS ESCRIBANOS
I
La plaza de Santo Domingo
se está quedando sin árboles.
Ya no tendremos los niños
donde treparnos.
II
Cuando se tarda mi abuela
en llegar por mí a la escuela,
me escapo a oír historietas
que no cuenta la maestra.
III
Dicen que un arenero
por las noches nos atrapa
a los que no nos dormimos
y seguimos dando lata.
IV
Hoy descubrí
una cocina
que dicen fue
de Malinche.
Todavía están
sus metates,
sus ollas,
y otros tiliches.
V
Por las noches se le ve
salir como la llorona
toda vestida de blanco
espantando a las personas.
VI Cuando amanece, no tengo miedo. Cuando anochece, mejor me duermo. VII Don Evaristo es un señor listo las señoras le dictan y él hace el escrito. Cuando le pagan mete el dinero en un cajoncito. VIII Me da pena que lloren las señoras de las cartas. Todas dicen: regresa pronto que de esperar ya están hartas; yo no entiendo por qué sufren, si así nadie las manda. IX ¿Cómo le hará el señor para decir tantas cosas que nunca le dictaron las señoras? ¿Escribir será cambiar unas verdades por otras? X Mi prima Elena con su balanza me toma el pelo con la ganancia. Compramos dulces y ella los pesa, luego me dice que así es la cuenta. Yo se lo digo al evangelista y el me responde qué prima lista. XI Mi prima Guille va por la leche; yo la acompaño sin que sospeche que voy con ella por escuchar lo que le cuentan al evangelista que inventa todo como un artista. XII Este señor escritor me sorprende a cada rato; habla de vida y dolor o de oficios o contratos; algo dicen de un amor o necesita zapatos. Según quien vaya a contarles habla de todo bonito para a sus clientes cobrarles hasta por poner puntito. XIII Al escribir siento gusto, hoy que ya sé cómo hacerlo; pero me da mucho susto si nadie quiere leerlo. Las letras se me pasean por la cabeza y yo quiero que las lean como quien reza. XIV Señor escribano tome mi mano y haga que yo escriba de la vida como usted lo hace con gran fantasía que me da alegría. XV La señora Chinta dicta a Don Simón: adorado mío; tierno corazón, te envío estas palabras en prueba de amor; dame luego luego tu contestación porque casi muero de tanto dolor. Si mandas dinero será más mejor. Don Evangelista que sigue la pista anota el temblor con que ella suspira, solloza y lo mira de extraño fulgor. Yo no entiendo mucho pero los escucho. Cómo gasta tinta esta doña Chinta.
POEMAS DE LAS INUNDACIONES
I
Un diluvio en la ciudad
dicen por la radio hoy.
Me asomo desde mi azotea
y un lago contemplo yo.
Las calles se han vuelto ríos
y la gente va en canoas;
se parece a lo que dice
mi maestra de la historia.
II
Me inundo de agua
hasta las rodillas.
Al fin hay lago
todos los días.
III
Que cerrarán
los negocios,
que nos iremos
de aquí,
que dejaré
mi azotea
que era sólo
para mí.
¿Por qué está pasando esto,
si yo era tan feliz?
IV
Mañana cumpliré nueve años
y no tengo a dónde ir.
Aquí en mi nueva casa
no hay azotea ni plaza
ni librerías ni jardín.
V
La nueva casa en que vivo,
es como una jaula,
pero por suerte me quedan
las palabras.
VI
Vamos palabritas
vamos a cantar,
así no nos damos cuenta
que estamos solos y ya.
VII
Desde este balcón
extraño mi azotea
y miro la lluvia.
Sólo veo una larga calle
que se inunda.
VIII
Hoy el poeta me dijo
sigue cantando
para alejar esos días
de estar callado.
IX
Hoy mi abuela
me ha encerrado
en la zotehuela
y me siento como preso
castigado.
He llorado
y he berreado
porque mi abuela ha gritado
que por no portarme bien
me saldría el diablo malvado.
Pero después de un gran rato
de estar temblando,
esperando y esperando,
me di cuenta
que pensando en Dios
no aparece,
sino mi ángel de la guarda
que me cuenta mil historias
para poder platicarlas.
Así que cuando salgo
no me queda más remedio
que contarlo
a mi abuela que se queda
sorprendida de lo que hablo.
X
No tengo abuela cuentera;
pues yo se los cuento a ella
y le pido que me encierre
en mi cárcel placentera.
Ella llora arrepentida
y no quiere castigarme,
entonces hago maldades
y tiene así que encerrarme.
Y como dice don León
no hay prisiones para el alma;
así comienzo a escribir
lo que una voz me declama.
No sé explicar lo que siento,
pero me llueven palabras.
XI
Todos los domingos
me escapo a la Lagunilla;
allí venden muchos libros
que son una maravilla.
Puestos y puestos y puestos
forman largas filas;
encuentro tantas historias
que me abren la fantasía.
Así descubrí a Sandokan,
héroe de mis aventuras,
y supe que Julio Verne
había viajado a la luna.
Con las Mil y una noches
me he pasado muchos días
gozando con Sherezada
su divertida agonía.
Juan de Pardaillan qué astuto
sorteando la cruel intriga
que Catalina de Médicis
tramaba en cualquier esquina.
Los libros de Paul Feval
me entretienen como pocos
y Xavier de Montepin
casi me vuelve loco.
He descubierto a Dumas
y todos sus mosqueteros,
El conde de Montecristo
y otros cuentos muy amenos
como los del General
que se llamaba Vicente
y sus leyendas en verso
que disfruta tanta gente.
Gracias Lagunilla amiga
que me brindas la emoción
de gastarme mis domingos
en esta gran diversión
de leer y de leer:
el más hermoso placer.
Víctor Hugo quiero ser.
XII
Cuando sea grande
voy a ser un escritor
e inventar muchas historias
de grande imaginación
donde la gente se vea
reflejada por mi voz
y cuando me lea
piensen en un señorón
de grande barba y anteojos
que entre palabras vivió.
Cuantos cuentos contaré,
como esos escribanos
que miraba en los portales
cuando yo tenía siete años.
Por eso comenzaré
a escribir lo que imagino
y cuando cumpla los diez
voy a publicar un libro
con los cuentos que a mi abuela
le parecen un delirio.
Sólo mi papá Pedro
se asombra con lo que escribo
y Luis Octavio Madero
me dice qué niño vivo.
ENTRE
LOS DIEZ
Y
LOS DOCE
CUENTOS PARA MI ABUELA*
Leer historias
es ganar experiencia;
ganar experiencia
es poder vivir
sin cometer
tantos errores.
DH 11 años
El ciprés y la rosa
Ya la tarde iba cayendo
los campos amarilleando;
iba el arroyo cantando
y el viento veloz gimiendo.
A la orilla del camino
que pasa por la montaña,
se encontraba una cabaña
al lado de un verde pino.
En la cabaña habitaba
un buen hombre muy anciano
y todo el pueblo cercano
desde siempre lo escuchaba.
El historias les contaba
siempre cuando atardecía
porque el anciano quería
enseñar al que ignoraba.
Y llegaban los aldeanos
mirándose muy contentos
a escuchar el nuevo cuento
de labios del buen anciano.
-Como todos ya llegaron,
voy a contar una historia
que tengo aquí en mi memoria
desde que me la contaron.
Hace mucho, me decían,
que todos hablar pudieron
que caminaron y rieron
hasta que por fin morían.
En un bosque muy hermoso
muy felices todos eran
porque de la primavera
llegaba su eterno gozo.
Y las flores renacieron
y mil canciones cantaron.
Las mariposas volaron
y en el cielo se perdieron.
Tuvieron nuevo follaje
los árboles y sonrieron
cuando sobre ellos oyeron
cantar las aves salvajes.
Todo siempre era alegría.
Todos contentos estaban
y gracias al Señor daban
por la dicha que tenían.
Mientras todo era amistad,
cerca del lago, orgullosa,
una perfumada rosa
decía con vanidad.
-¿Quién es más bella que yo?
¡Soy la diosa de las flores!
¡A nadie tengo temores!
¡Ni al viento que me sembró!
-Es verdad- todos decían
al contemplar su belleza.
Las flores que la veían
siempre quedaban cual muertas.
Y en lo alto de la montaña
habitaba un gran ciprés.
Todos decían: ¡Bello es!
Esa belleza no engaña.
Ese ciprés se ufanaba
de su hermosura sin par
y a todos llegó a gritar
que ninguno lo igualaba:
-Mi follaje es sin igual.
Miren lo fuerte que estoy.
Como otros yo no soy,
porque no tengo rival.
El tiempo así fue pasando
y en el bosque inmenso, un día,
todos gritaban y huían
y a esconderse iban temblando.
La rosa y el ciprés rieron
al ver que todos sufrían.
Al invierno no temían
y del invierno no huyeron.
La nieve al bosque cubrió
e hízolo una blanca fosa
Sepultó a la bella rosa
y al ciprés lo derrumbó.
El tiempo pasó otra vez.
Los pajarillos cantaron.
Las mariposas volaron
compadeciendo al ciprés.
Nacieron flores hermosas.
Los árboles verdes fueron
y con repugnancia vieron
lo marchito de una rosa.
Así un consejo les doy.
Otro que daré a saber.
Lo tendrás tú que aprender
y un aviso tendrás hoy.
Si te jactas de lo que eres,
un día ya lo verás
de pronto lo perderás
y sabrás que todo muere.
El fantasma y el niño
Ya estando el anochecer
todos estaban oyendo
al abuelito diciendo
de lo sucedido ayer.
- Y como estamos reunidos
contarles voy otra historia
que ha quedado en mi memoria
al hacer un recorrido.
En un pueblo muy hermoso
igual que el de un cuento de hadas;
las mujeres asustadas
y los hombres temerosos,
pues la gente murmuraba
que en las noches de congoja
la luna era siempre roja
y horribles lobos aullaban.
En las montañas, decían,
donde se encuentra un castillo,
no se escuchaban los grillos;
sólo gemidos se oían.
Mas todo esto terminó
cuando un niño entró al castillo
y miró a un fantasma pillo
que al pueblo entero aterró,
porque al haberse metido
tras las paredes grotescas,
seguro dijo unas frescas
al fantasma entrometido.
Para la noche pasar,
porque casa no tenía,
entrado al castillo había
y así poder descansar.
De súbito aparecióse
el fantasma carcajeando;
hizo muecas manoteando
y el niño no conmovióse.
Pero el fantasma admirado
viendo que no se moría
ni hablaba ni se movía
se dijo muy asustado:
-¡Pobre de mí! ¡Ya no espanto!
Éste ya no se ha asustado.
¡Soy fantasma fracasado!
¿O me estoy volviendo un santo?
¿Y si este niño malvado
jugar conmigo ha querido?
¡Pues éste qué se ha creído!
¿Que de mí ya se ha burlado?
¡Anda! Contesta muchacho.
¿Por qué quieres tú retarme?
Y si no has de contestarme,
de ti no ha de quedar cacho.
El chiquillo aquél, de pronto,
que lo miraba calmado,
le contestó con enfado
al pobre fantasma tonto.
-Piensas que tengo pavor
porque me asustas con ruidos;
yo les tengo más temor
de los muertos, a los vivos.
El fantasma avergonzado
de allí para siempre huyó
y nunca más se le vio
rondar por esos poblados.
Cuando alguien quiera asustarnos
hay que enfrentarnos valientes
y cuenten lo que nos cuenten
la verdad ha de acabarlos.
El campirano mandón.
Mi ángel cuentero
me habló con esmero
y yo muy atento
me aprendí este cuento
que ahora te cuento.
Era un campirano
que siempre temprano
decía a su mujer
quiero mi café
de puro café.
Y es que cada día
apenas los ojos abría
todos tenían que aguantar
sus gritotes al mandar
sin saber mandar.
Sus cinco obedientes hijas
se empujaban entre prisas
para encender las hornillas
y hacer las blancas tortillas
que eran sabrosas tortillas.
Lázaro que era su nombre
lo lucía cual todo un hombre
y ay si no lo obedecían
a manazos las curtía
como a pieles que curtía.
Y es que este buen campirano
a pesar de ser serrano
era un buen trabajador,
mas nunca logró su amor
darle un hijo de su amor.
Cinco mujeres activas,
todas guapas y muy vivas
adoraban a su padre
sin importar que comadres
criticaran por comadres.
Tenía como un gran enojo
que se miraba en sus ojos
por no tener un varón
que alegrara su bastón,
pues ya usaba un gran bastón.
Así que desde las cinco
andaban de brinco en brinco
las cinco chicas solteras
y en su plena primavera
no gozaban primaveras.
Su padre las traía cortitas
y andaban muy derechitas;
hacían labores hombrunas
por no ser hombre ninguna;
sin desobedecer ninguna.
Pero un día que grande gusto
su madre con algún susto
dijo que ya venía
el heredero ese día
y nació un niño ese día.
Don Lázaro alzó su copa
de mezcal y nueva ropa
les compró a las señoritas
que luciendo tan bonitas
al fin se casaron bonitas.
El niño creció cuidado
por seis madres adorado
y cuando estuvo en edad
le fue dada la heredad
de su viejo en heredad.
Lástima que el jovenzuelo
no respondió a los desvelos
y cuando creció voló
a vender lo que heredó
y al final ya no heredó.
Despilfarró toda herencia
en la ciudad sin paciencia
y borracho de pobreza
destruyó tanta riqueza
que se perdió de riqueza
Esta historia nos enseña
que lo fácil nos despeña
y no valoramos
lo que ganamos
y no lo ganamos.
La moza enojona
Ahora, querida abuela,
voy a contarte otra historia
que nació de mi memoria
y al decirla me consuela.
Hubo una vez una moza
que era terrible y furiosa;
de todo siempre molesta
no reía ni en una fiesta.
Por más que sus familiares
la paseaban por los mares
nunca se hallaba contenta
y con ninguno era atenta.
De los lindos ventanales
de su casa palaciega
hacía añicos los cristales
cuando armaba una refriega.
Volaban platos y tazas,
cuchillos y tenedores.
No tenía miedo a las brasas
y agarraba los carbones
para quemar los colchones
o a los gatos o a los perros
y hasta los pobres becerros.
En fin que era una diabólica
que todo el mundo temía;
decían que porque era alcohólica
pero en verdad, no bebía.
Alguna cosa pasaba
en su vida solitaria
y como nadie la amaba
se hizo fiera temeraria.
Sin embargo, era muy bella;
con sus ojazos de estrella
aunque con un vocerón
que parecía un león.
Cierta vez un forastero
pidió asilo en una noche;
viajaba en un lindo coche
y se veía de dinero.
Los padres de la gruñona
lo aceptaron muy amables,
mientras que doña enojona
lo recibió poco afable.
El buen mozo la miró
quedando muy fascinado,
mas cuando la saludó
ella descubrió su enfado.
-Largo de aquí, majadero-
lo corrió con voz tan fuerte
que sin mediar más esmero
huyó como de la muerte.
La odiosa doncella bella
cuando él parecía muy lejos,
furiosa con su querella
rompió todos los espejos.
De pronto se abrió la puerta
y entró el joven despreciado.
La dama quedó cual muerta,
pálida por el osado.
-Soy el dueño de tu alma;
vengo a llevarte conmigo;
al infierno irás sin calma,
por tu soberbia castigo.
Ella quiso defenderse,
pero fue como quemándose
y no pudo desprenderse
desmayándose.
Cuando abrió los ojos
se miró en sus aposentos;
el forastero de hinojos
le decía sus sentimientos:
-Desde siempre yo te he amado,
pero tú ni me veías;
después que te has desmayado
regresé porque sufrías.
Yo no quiero que padezcas;
te ofrezco mi amor eterno,
no te enojes, no te crezcas
en pesadillas de infierno.
Yo colmaré tus anhelos
y llenaré tu vacío
te llevaré hacia los cielos
tuyo será lo que es mío.-
Al sentirse amada al fin
por vez primera en su vida,
desapareció lo ruin
y se curó toda herida.
Si sabemos aguardar
y no nos desesperamos,
un día veremos llegar
lo que amamos.
Y si no hay dos,
ni modo;
tenemos a Dios
y es todo.
Había una vez...
En tardes de primavera
o en las tardes del verano,
también en las del otoño
o en las del invierno helado
al lado de la ventana
como mirando al pasado
el abuelo relataba
historias de sus antaños.
Érase que se era
o había un vez, les decía
y todos entusiasmados
volaban en fantasía.
Hablaba de cien dragones,
de tesoros y de magos
o de castillos enormes
con brujas que hacían estragos.
Merlín y Arturo encantados
con princesas atrapadas
entre duques muy malvados
y libros de grandes magias.
El abuelo les hablaba
de los ogros y los genios,
de calabozos oscuros
y pasadizos secretos.
Así entre todas las hadas
o aventureros sin alma,
entre tesoros perdidos
o desalmados piratas
El buen abuelo narraba
las historias más fantásticas.
Pero de todos sus cuentos
el cuento que más recuerdan
era aquel donde no hablaba
de hechiceras ni doncellas
ni de ogros ni de magas
ni de duendes ni de altezas
ni de alfombras ni de lámparas;
sólo hablaba de una rosa
que llegaba por un río
como mensaje de amor
de una princesa lejana
a un joven trabajador.
Ella le había prometido
que nunca lo olvidaría
y que en lugar de la rosa,
ella hasta él vendría.
Así sonriente guardaba
como si fuera un hechizo
en un arcón de caoba
las flores de aquel cariño.
Los años fueron pasando
y el joven encaneció;
el arcón se fue llenando,
la princesa no llegó.
Sólo recibió una carta
que le hablaba del dolor,
de un matrimonio a la fuerza
y una cruel disposición.
Ya no hubo rosas de pronto
y muy bien él comprendió
que su amada había olvidado
la promesa que le dio
Abrazado del arcón,
que pesaba como cien,
agrandado con sus lágrimas
él al río se arrojó.
Así acababa esta historia
que no sé por qué pasó.
La coqueta
Hoy cumple tres años,
cómo pasa el tiempo,
de cuando en mis brazos,
se fue ella muriendo.
Era una mañana tan azul como ésta, de olor a retama, limpia, clara y fresca. Reían los lirios, cantaban los nardos y mil pajarillos, contentos volaron. El sol se miraba lucir tras los montes; la luna plateada, del sol, escondióse. Al sur se miraba, cual una gigante, la laguna clara, de azules encajes. El viento soplaba como acariciando, desde la pitahaya hasta el rudo cardo. Como alfombras verdes lucían los llanos y cantando alegres estaban los gallos. Las albas palomas volaban muy alto y formaban todas un manto muy blanco. Yo todo miraba: el ave y la flor; la argéntea cascada y el naciente sol. Feliz caminaba, mirando la huerta aquella mañana, tan azul como ésta.
De pronto mis ojos vieron en la tierra, cubierta de polvo, sangrante y maltrecha: la blanca “Coqueta”. Aún respiraba, tenía aún vida, estaba morada y entre su agonía triste me miraba. Intenté curarla, salvar a “Coqueta”. Cuando lo intentaba bajó la cabeza y allí quedo muerta.
Hoy cumple tres años, cómo pasa el tiempo, de cuando en mis brazos, se fue ella muriendo.
Recuerdo la tarde en que acá llegó. Era de ojos grandes de pardo color. Su cuerpo vestía por siempre de blanco, no usó zapatillas ni color ni talco. Caminaba airosa, cantando contenta, moviéndose toda como una coqueta. Y ése fue su nombre, nombre muy sonado, en todos los bosques y en todos los ranchos. Mil premios ganó por sus cualidades y fue la mejor de muchos lugares.
Hoy cumple tres años la blanca “Coqueta”, de cuando en mis brazos se quedó muy muerta. Hoy cumple tres años, no ha sido suplida, de todos los ranchos, la que más ponía.
El güerito lindo
I
-¿De dónde la bella viene?
-De las orillas del río.
-¿Por qué siempre anda llorando?
-Porque su honor ha perdido.
II
-¿Por qué la bella está pálida?
-Porque está sufriendo mucho.
-Entonces ¿por qué sonríe?
-Porque le queda su orgullo.
-¿Quién fue el canalla que lo hizo?
-El hijo menor del amo.
-¿Qué es lo que ha hecho la justicia?
-El dinero la ha callado.
III
-¿Cuánto tiempo ya le falta?
-Muy poquito; muy poquito.
-¿Qué es aquello que se escucha?
-Son lamentos y chillidos.
IV
-¿Qué cómo es el pequeñito?
¡Como un sol! Y no es alarde.
-¿Qué cómo la bella sigue?
¡Ay, amigo! ´Ta muy grave.
V
-La bella joven dormida
más bella y más blanca está.
Algunos le lanzan flores;
otros se hincan a rezar.
Ha salido de su choza,
pues para siempre se va
y la van acompañando
los que la van a enterrar.
VI
El niño, güerito lindo,
nunca la recordará;
jugando cartas y en copas
no entenderá su verdad.
Cántico a la juventud
Cantan contentos los ruiseñores
a la alborada de un nuevo día
y con sus cantos, bella armonía,
renacen pronto todas las flores.
Cantan las campanas lentamente
a la tarde azul, serena y bella
cuando surge en el cielo la estrella
que al ocaso despide sonriente.
Canta el trovador enamorado
a las noches de mágico encanto
y su música aleja el espanto
que la noche por siempre ha causado.
Pero yo no canto a la mañana
de los mil cristalinos fulgores.
Tampoco canto a las bellas flores
ni a la alta cumbre ni a la sabana.
Hoy no alabo a las aguas del río
y tampoco a la tarde dorada.
¡Canto yo a la juventud amada
que hoy despierta en el corazón mío!
Te canto juventud porque tú eres
rayo luminoso de la vida
donde nunca se sufre una herida
donde todo se vuelve placeres.
¡A ti juventud! ¡Oh gran torrente
que a la vida surges impetuosa,
que vas gigantesca y luminosa
del cuerpo, el espíritu y la mente!
¡A ti juventud! Yo te bendigo
por ser el ave de la alegría,
por ser la luz del alma sombría
por estar hoy juventud conmigo.
¡A ti juventud! ¡Símbolo santo!
Nido donde nacen los amores.
Donde nunca existen los temores.
¡A ti juventud! Hoy yo te canto.
¡Canto a la juventud enamorado!
¡Canto a la juventud que es pasajera!
¡Canto a la juventud porque no muera!
¡Porque nunca se aleje de mi lado!*
ENTRE LOS TRECE Y LOS QUINCE
La rosa, el cenzontle y yo.
Ya en el jardín se ha secado la rosa que estaba en flor; el invierno no ha pasado; es que se murió su amor.
El cenzontle ya no canta; está triste igual que yo. Ya ningún ruido le espanta; es que su amor se murió.
Tan triste y sin un consuelo, así como ellos yo estoy. Camino mirando al cielo, pero no sé a dónde voy.
Así iremos por la vida como el viento que pasó, sin darnos la despedida la flor, el cenzontle y yo.
Hay veces...
Hay veces que me siento tan cansado, sin ganas de cumplir algún destino, sin querer continuar por el camino la ruta que yo mismo me he trazado.
Mas ante las huellas de lo pasado al instante mis pesares declino, en flores se convierte el cruel espino y renace en mi ser lo doblegado.
Los gritos de lo injusto mi alma escucha y entonces me reclama altisonante: ¡No te dejes abatir! Sigue, lucha... ¡Recuerda! ¡No te quedes vacilante! Tienes fe, voluntad y también mucha vida plena y fecunda por delante.
Un simple humano
Pensar que si soy como quiero ser, será mi vida triste soledad. Si soy como los demás, vanidad para siempre habrá mi alma de tener.
De ser como quiero siento el deber, de ver solamente en todos, bondad; si soy como son, tendré la maldad en mi existencia como vil placer.
Quiero sentirme lejano de todo; no ser esclavo de todo lo vano. Quiero sentirme muy lejos del lodo, lodo maldito que se siente ufano. Vivir no quiero de idéntico modo, mas cómo hacerlo, si soy simple humano.
Triunfar...
Estúpidos aquellos que en la vida tan sólo viven de ilusiones vanas y que al surgir de las primeras canas se quejan de su suerte inmerecida.
Estúpidos aquellos que en la herida dejada por la vida en su alma enana se quejan del destino como rana que nunca deja su charca podrida.
¡Qué pérdida de esfuerzos! No supieron la breve juventud aprovechar. Me dicen que yo soy como ellos fueron y cual hoy son, así me va a pasar. Pero ellos a pesar de que pudieron, nunca acaso atreviéronse a triunfar.
Loca ilusión
Loca ilusión que hasta mi vida llegas a causarme inquietud, mas no por eso me inclino hasta tus pies y te los beso ni me causas temor ni me doblegas
De mi espíritu férreo no despegas la hermosa sensación de estar ileso. Soy feliz porque no me siento preso de los falsos fulgores con que ciegas.
Burda riqueza, aún sin ti, yo vivo, a pesar de que a veces por ti muero. Placer me causas cuando te recibo; dolor me otorgas cuando más te quiero. Y aunque estés a mi lado, seré altivo, porque nunca seré tu prisionero.
Ave inmortal
Ave inmortal que en luminoso vuelo. más hermoso que el vuelo de Pegaso, más potente que el más potente brazo, nos llegas convertida en grato anhelo.
Ave inmortal que vas dejando el velo invisible, en el que hago mi regazo, tristeza me da que en el ocaso puedas perderte en el oscuro cielo.
Ave inmortal que tantos hombres vieron cruzar por el espacio presurosa. Ave inmortal que siempre te tuvieron por una de sus dotes más preciosas. ¡Cuán dichosos los que te recibieron y tuvieron visita tan fastuosa!
Señora Alba
Señora Alba de mágica blancura, blancura inmaculada que yo admiro entre risas, sonrisas y un suspiro, dime qué alma tendrá tanta hermosura.
Señora Alba cubierta de ternura, que todas las mañanas siempre miro cuando ya del silencio me retiro, di, qué alma como tú, será tan pura.
Señora Alba infinita de belleza que arropas los celajes con tu manto, dale un poco de luz a mi tristeza diciéndome en un dulce y tierno canto ¿en qué alma encontraré yo la pureza capaz de asemejarse con tu encanto?
Las voces de los niños...
Las voces de los niños me parecen cuando hablan, violines en murmullo; cuando cantan, guitarras en arrullo; cuando ríen, orquestas que florecen.
Sus diáfanos acordes me estremecen porque vuelan en gritos sin orgullo como oleajes de notas en capullo flotantes en los vientos que las mecen.
Son la sinfonía de una paloma que remonta su vuelo clamoroso; o trinos de gorriones que en la loma dan su concierto sin guardar reposo. Las voces de los niños son aroma, aroma musical hecho alborozo.
Para ser poeta
I ¿Quién pudiera hacer un verso colmado de poesía en el cual expresaría de la vida, lo más terso y también lo más diverso? Escribirlo yo quisiera al instante si pudiera las palabras combinar y entonces sólo expresar todo lo que yo sintiera. II Quién pudiera hacer un verso colmado de inspiración; dicha para el corazón que se encontrara disperso vagando en el universo formado por el amor que unas veces es dolor y otras es viva alegría. Si pudiera escribiría libre de todo temor. III ¿Si sólo por un momento vinieran a mí las musas? Son esperanzas ilusas que me causan gran tormento, pues nunca vendrán presiento a darme la inspiración que convierta la ilusión, en una verdad cercana, que hoy parece muy lejana, y alegre mi corazón. IV De estilo muy elegante ser un buen poeta quiero; compararme con Homero, o asemejarme con Dante. Pero soy un principiante; de poeta vil remedo; quiero escribir, mas no puedo, me falta temperamento, me falta mucho talento y sin embargo... no cedo. V Para ser un buen poeta muchas cosas necesito: hacer del saber, un rito; del estudio, una saeta que vaya rumbo a la meta que yo mismo he señalado y con la que he de vivir hasta poder escribir un poema inmaculado.
Décimas sobre saber o ignorar
I ¡Saber! ¿Para qué saber? Siempre lo están repitiendo los humanos, pues creyendo que lo que importa es tener cerca del alma el placer de no mirar la pobreza, sólo esperar la riqueza con los brazos extendidos sin sentirse arrepentidos ni doblegar la cabeza. II ¡Saber! ¿Para qué saber? Es la cuestión que me amaga y que como viento apaga la flama que hay en mi ser, que estoy sintiendo crecer como un grandioso deseo que a muchos parece feo cual una rosa marchita, como a una imagen bendita dondequiera yo le veo. III ¡Saber! ¿Para qué saber? Si dicen que todo acaba, que éste afán a nadie alaba, que nunca habré de poder. Mas yo quiero comprender mil cosas que se han escrito, de saberlas necesito, porque siento que es mi vida la que se siente encendida con el saber infinito. IV ¡Saber! ¿Para qué saber? De qué sirve saber tanto si la vida es como un canto que pronto ha de fenecer y todo lo ha de verter, desde el vino del amor, hasta sangre del dolor que siempre habrá de brotar al morir, que es no tornar, y eso llena de pavor. V Y en ésta angustia incesante de saber o no saber quiero todo aborrecer. Sin embargo, sigo amante rendido y siempre anhelante de lo que quisiera odiar, de lo que quiero dejar completamente olvidado en un rincón alejado de la vista y del pensar. VI ¿Saber mucho o ignorar todo?, cuestión que me martiriza. Saber, para mí, es la brisa; ignorar, siento que es lodo y yo estoy en el recodo. Saber, sólo es sufrimiento que se siente como el viento que arrebata, huracanado, a veces tan complicado que constituye un tormento. VII Dicha y desdicha, es al hombre toda la vida, incesantes, jamás quedan vacilantes, de ellas siempre brota el nombre, sin que a ninguno le asombre; ora están otros gimiendo y los que estaban gozando después estarán llorando y los que lloraban, riendo. VIII ¡Saber! ¿Para qué saber? Si esta vida es tan pequeña... quien no piensa en ello, sueña en tener sólo el poder para así todo ofrecer sin pensar que lo que han hecho pronto quedará desecho por la flama del morir que llega sin prevenir, sin importarle el derecho. IX Sueñan todos en llegar a cumbres tan elevadas que al mirarlas no alcanzadas, llegan a desesperar y dicen sin aguardar la llegada del consuelo, que no hay nada allá en el cielo, que hay que matar o matarse, hay que hacer mal y vengarse sin que se infunda recelo. X ¡Saber! ¿Para qué saber si el universo grandioso fue creado por un coloso que nunca nadie ha de ver pero en el que hay que creer y decir que es lo más puro lo más perfecto y seguro de lo que, Él ha realizado y decir que se le ha amado hasta en el sufrir más duro? XI Y Sócrates, gran sapiente que dijo no saber nada con la frente levantada como aquél que nunca miente, mientras que con furia ardiente el enemigo mentía al saber que no podía de otro modo derribarlo porque tan sólo al nombrarlo el odio contra él surgía. XII ¿Murió sintiendo placer? ¿Dónde estará? No sabemos, pero esto si comprendemos que con todo y su saber nunca ya podrá volver del lugar desconocido que para unos es temido y para otros deseado tanto como a un ser amado que nunca antes se ha sentido. XIII Y Shakespeare, Goethe y Cervantes que crearon obras tan bellas que lucen aún. Estrellas luminosas y brillantes, apreciadas cual diamantes que ya no se han de encontrar, muertos sólo habrán de estar, mientras tanto que sus obras, de ellos las únicas sobras, por siempre han de perdurar. XIV Y sabéis que a Napoleón el saber no satisfizo y tanto triunfar el quiso que no le importó razón alguna del corazón para emprender la subida hasta la esfera escondida del vanidoso poder. ¿De qué le sirvió el placer si pronto perdió la vida? XV Se sufre para saber lo que después causa pena; y al sentir el alma llena de inapreciable placer, solo podrá aborrecer lo que los demás no saben, pues al sentir que no caben dentro del mundo que habita, sólo gritará ¡maldita! ¡Deja que en la cruz te claven! XVI Saber, ¿para qué saber?, si Kant que lo supo todo no pudo dejar el modo al que hubo siempre de ser. Qué objeto tiene entender el mecanismo del alma si no se encuentra la calma al vivir entre lo incierto, pues todo ha de quedar muerto: golondrina, flor y palma. XVII Hegel, Comte y Nietzsche que fueron sabios, cual dioses humanos: ¿Dónde han quedado las manos que mil juicios escribieron? En polvo se convirtieron; de sus seres, nada existe. ¡Hegel que tanto escribiste! ¡Nietzsche que tanto razonaste! ¡Comte que en la verdad pensaste, dime lo que conseguiste! XVIII El mundo sigue su ruta, misma que siempre ha llevado; piensa en lo sosegado llevando una vida bruta que a tantas almas enluta. ¡Sabios! De nada ha servido, todo lo que habéis urdido sólo muy pocos lo saben. Dejad que sus mentes laven con el agua del olvido. XIX Y así se siente cual es el humano entendimiento; sólo busca el sentimiento y la razón a la vez. La ignorancia es el revés del saber que tanto añoro; si soy ignorante, lloro; si fuera un sabio sufriera y mi llanto yo quisiera que formara una mar de oro. XX Mas, de qué sirve entender toda la ciencia y el arte si el morir se lleva parte de todo ese conocer. ¡Saber! ¿Para qué saber? Dejen que de ello me ría; la flor hermosa de un día al otro estará marchita. ¿Para qué ha sido bonita si después ya no sería? XXI De qué sirve que la ciencia nos muestre verdades claras si hay cosas siempre tan raras que habitan en la conciencia arrastrando la paciencia y abandonando al deber. ¿Para qué vas a aprender toda la ciencia y el arte? -Me dicen-Si has de acabarte Sin embargo... He de saber. XXII Y en este discernir raro que Shakespeare, en Hamlet dijo, aunque resulte prolijo siempre resulta muy claro cuando se vaga en el aro que nunca ha de terminar: “Ser o no ser”. Hay que obrar lo más rápido posible, llegar a lo inaccesible o en el abismo quedar. XXIII Quiero saber aunque muera. Aunque la vida se acabe. Aunque ninguno me alabe. Aunque nadie me prefiera. Si por ser así muriera con los libros moriría, amigos del alma mía, amigos a los que quiero, sobre todo, los prefiero, pues me dan sabiduría. XXIV Con ojos observadores exploraré el universo; estudiaré lo perverso que a la vida da temores. Y al cantar los ruiseñores tras de la verde maleza: Bendita Naturaleza, exclamaré sollozante, siempre he de ser yo tu amante porque me das entereza. XXV Y así siempre investigando, aunque cometa mil yerros; aunque me ladren cual perros mil humanos, envidiando lo que yo estaré estudiando de técnica, de teoría. Seguiré hasta ver el día de encontrarme con la muerte y entonces decir muy fuerte: ¡Ven, que al fin... yo lo sabía!
ESTREMECIMIENTOS...
1959
A SAFO
A ANACREONTE
A JUANA INÉS
LA ESENCIA DE LA VIDA ES EL AMOR...
Insomnio
¡Qué noches tan negras! ¡Qué noches de angustias! ¡Qué noches de penas calladas y mustias! Mil noches oscuras de crueles tormentos. Mil noches sin luna de eternos lamentos. Todo está en silencio... ¡Cuán grande martirio! Todo está cual muerto... ¡Qué horrible delirio! ¡Ah! Cruel remolino de mil pensamientos. ¡Ah! Noches de angustia de inmensos tormentos.
¿Y en la calle? Gime adolorido el viento...
Definición
¡Amor! Lisonja pasajera, paloma mensajera, albor. ¡Amor! Ensueño realizado, pecado inmaculado, candor. ¡Amor” Ave fugitiva, mariposa esquiva, rumor. ¡Amor! Monstruo intangible, ángel invisible, terror. ¡Amor! Fragmento de luna, pedazo de cielo, anhelo, fortuna, dolor. ¡Amor! Gota cristalina, nube peregrina y flor...
Deseo
¡Oh! Si amor viniera hasta mis brazos y en mi pecho su esplendor latiera, aunque el alma se hiciera pedazos, no sufriera. Si amor estuviera aquí a mi lado y en su cálido manto me envolviera, aunque en llamas me viera abrazado, no temiera. Si amor me mostrara sus encantos grandiosos, tiernos, sublimes, santos, feliz fuera. ¡Oh! Si amor viniera, si viniera...
Agitación
¡Yo quiero amar! Sentir los brazos de la amante que me estrechan, que me estrujan y yo también anhelante, hacer que sus labios rujan al besar. ¡Yo quiero amar! Sentirme hundido entre su piel que al contacto con la mía se vuelva calor y miel y candente el alma fría... ¡Ay! ¡Quemar! ¡Yo quiero amar! Hacer de su cuerpo y el mío uno solo, hasta triunfar, y al final... un calor frío... y morir... vivir... soñar... y caer sobre su pecho... ¡Oh! ¡Cuán mullido lecho para reposar!
Percepción
Y la miré pasar... y en su talle cimbreño se miraba la hermosura deificada y sin igual.
Absorto quedé ante su mirada, ingenua llamarada de noches adornada y mar.
Y la miré pasar... y el alma sublimada de mí quiso escapar.
Un calor terrible por mi cuerpo corrió invisible y un temblor...
Dicha
¡Cuán hermosa la mañana gris de lánguidos matices! Soy feliz porque siento que todos son felices. ¡Cantar...! ¡Correr...! ¡Volar...! Comienza a llover...
¡Qué bella la lluvia! ¡Qué lluvia tan bella! ¡Qué hermosas las gotas qué cayendo están! ¡Qué bella la lluvia! ¡Qué bella! ¡Qué bella! ¡Oh! Cuánta frescura y felicidad...
Espera
Bellos tus ojos de extraño encanto que nunca el llanto podrá opacar.
Tus labios rojos como una rosa que ni una diosa jamás tendrá.
Tu piel tan suave, tu piel tan bella, como una estrella del cielo azul.
Nadie lo sabe, cómo te quiero y cómo espero que me ames tú.
Razonamiento
Y fuiste para mí, tú, una quimera y hoy eres la razón por la que vivo. Si desencanto alguna vez recibo, serás tú la razón por la que muera. Sin ti el sol para mí ya no existiera, triste y seco quedaría el olivo, el mar bravo se vería pasivo y la oveja tornaríase fiera. Mis ojos empeñados por el llanto sólo verían la azucena inerte, sin su exótico aroma, sin su encanto porque nunca ya podría tenerte. Y entonces por haberte amado tanto, pronto a mi alma llegaría la muerte.
Armonía
Tu risa me despierta la alegría y tu mirada me cobija tierno cuando tu cuerpo cobija el invierno donde navega mi melancolía
y entre tus brazos plenos de armonía me hace tu pecho parecerme eterno, lejos, distante del horrendo infierno donde me ataba una loca agonía.
Por eso tu llanto inunda tristeza a la soledad que siento en el alma. Déjame hacer de tu vida proeza con que resurja en mi mente la calma para que unidos en gran fortaleza juntos cantemos al amor que ensalma
Narciso
¡Oh! Qué hermoso es saberse amado y alcanzar la esbelta cumbre de lo no alcanzado. ¡Oh! Qué hermoso es saberse amado, sentirse como en la lumbre de lo deseado. Y erguirse triunfante, sonriente y confiado, mirar las estrellas que han adornado al celaje inmenso de oscuro semblante bañado. Creer que la noche se convierte en día, que el día es más hermoso y más bello el sol, que todo se vuelve inmortal alegría, que mucho se torna divina canción.
Me siento cual nunca, porque en mí está amor.
Pasional
Yo te amo con la fuerza de las nubes envolviéndome en tu cuerpo infinito donde calmo el tronido de mi grito con el fuego de amor con que me subes.
Y a pesar del dolor que cruel me incubes, te labro la oquedad en alto mito, mientras cubro tu piel con exquisito perfume pasional de castos pubes.
Nada temas si quieres ser la entrega que me mueva de barcas y de mares. Iremos a alcanzar la nueva omega que te rompa cansados esperares. Comienza a fecundar la tierna vega que ha de darnos felices espigares
Mía
Te vi desde el espejo, tras las sombras, gozando las serpientes de tu aurora y en medio de ese cuerpo que devora, te arrasa la pasión que nunca nombras. Y al mirarte en la penumbra con que asombras mi tristeza voraz que a ti te añora, comprendí tu inocencia de canora cayendo en la sábana que escombras.
Allí estaba la huella de tu miedo solitaria fingiéndose alegría como un grito de sabor acedo que gozaba perfecta su agonía estrujando el placer entre mis dedos que ajaron tu virtud y se hizo mía
Arrullos
Bellas palabras al oído murmuradas que llevaban el temblor acongojado de mil gotas de cristal formadas...
Tenue repetir de lo callado que invisible en lo inefable se ocultaba y era tierno esclarecer de lo soñado...
Murmurio deleitoso a mi llegado que en lo oscuro intangible de la noche brillaba cual diamante en áureo broche de perlas incrustado.
Culminación
¿Qué te pasa mi bien? ¿Por qué estas triste? ¿Por qué lloras? ¿Por qué sufres? ¿Y no ríes? Mira de esa golondrina el vuelo que de azul se viste. ¿Qué te pasa mi bien? ¿Por qué estás triste? ¿Acaso no ves los mil primores que natura en mil colores nos ha dado? ¿Qué te pasa mi bien? ¿Por qué has llorado? ¿Qué no sientes el aire fresco y puro, que todo invade, a pesar de cualquier muro? ¿Acaso alguna pena te ha invadido y en dolor toda tu alma ha convertido? ¿Acaso para ti todo ha acabado? Si es así, me has olvidado... ¿Qué te pasa mi bien? ¿Te da miedo lo que hiciste? Si estás creyendo que amor ya te ha burlado, te has equivocado. ¡Sonríe como antes sonreíste! ¡Y llénate de luz y de armonía! ¡Siente la tierna lozanía de amar y de vivir! ¡Y sé feliz!
Adiós
Adiós —dijo de pronto y el alma volvióseme negrura. Llegó a mi corazón pavura, quedéme convertido en tonto. Nada pude preguntarle. Ira y pena mi espíritu invadieron. Las horas dichosas de mi lado huyeron. Nada quise reprocharle. La vi perderse en la distancia, lo inefable e indescriptible me invadía. ¡Adiós felicidad! ¡Locura mía! ¡Adiós felicidad! ¡Adiós fragancia!.
Desesperación
Se fue... y se fue como ave errante a vagar por lo sombrío... mustio el semblante y el cuerpo frío, sin fe.
Y como un desgarramiento en lo profundo de mi ser sentí... Y me quedé sin aliento... sufrí.
Mis ojos se volvieron de cristal... de un cristal brillante y transparente... y después... y después muy lentamente... triste manantial.
Y su imagen regresó hasta mi pensar como extraño delirio de mi mente... y mis labios se oprimieron bruscamente para no gritar.
Tristeza
Después que te fuiste... vino con su capa de blancura marchita... cubierta con su máscara de lágrimas... llegó desde la ignota región en la que habita... bañada de amargura...
Después que ya no pude verte... llegó hasta el alma una espina lacerante... y se hundió hasta quedar en lo más hondo... donde sólo se miraba ya triunfante... la tétrica sonrisa de la muerte...
Vacío
Vacío... sin nada que llene las inmensidades insondables de lo intangible... Vacío... como el cielo despejado del otoño... Sin aliento de vivir ni de luchar... Vacío... sin amor y sin amar... sin la hermosa excitación de la esperanza... sin lo atractivo de la ilusión... ¡Vacío! Sin alma... sin corazón.. Sumido en las tinieblas del olvido... envuelto en las frialdades del invierno... ¡Perdido! Vacío... sin algo.. sin poco... sin nada...
Pregunta
Estando ante el señor arrodillado cuando de pronto quedé pensativo, y sentíme de todos cautivo, y sentíme de todos esclavo. No sé que poder tan extraño de mi mente se apoderó; pues mi boca no siguió aquel rezo que era en vano. Mi implorar no escuchaba Dios, que en él yo creía, sufrir me veía y no me ayudaba. Mi ardiente fe que en él confiaba. Preguntaba; ¿Por qué?
Transformación
Han las aves sus cantos cesado y el arroyo calló su murmullo. Quedó muerto el naciente capullo y el verde árbol quedó destrozado. Y ya el cielo de gris se ha teñido, tras las nubes el sol se ha ocultado, todo ya en la penumbra ha quedado, todo ya en el silencio se ha hundido. Todo en negro color se ha cambiado, solitaria y marchita está el alma, ya no hay luna, ni sol, ya no hay calma porque amor en dolor se ha tornado.
Reflexión
Ninguno habrá de amarla como yo, lo sabrá en el transcurso de su vida. Ninguno ha de mostrarle la pasión por mi sentida. Verá que los amores que ella encuentre, serán vanos instantes de alegría. Ninguno ha de brindarle los placeres dl alma mía. Y si quiere cuando llegue hasta al ocaso y su vida como el sol se esté ocultando, si le place, que regrese hasta mi lado, que yo estaré esperando.
Desilusión
Hubo un jardín perfumado y florido, cubierto de orquídeas, dalias y rosas. Formado de azucenas olorosas que invitaban al reino del olvido. Hubo un jardín para mí muy querido, el más amado entre todas las cosas, abundante en flores, flores preciosas que nunca antes habían existido. Pero de pronto en la gris mañana, sin saber cómo se quedó marchito. Y se esfumó el verde. Y se esfumó el grana. Y el fértil jardín se volvió granito. Aquella ilusión se quedó lejana como un recuerdo transformado en mito.
Semblanza
Y tuve un amor que alejó de mi toda esperanza, amor que pareció semblanza del dolor. Y tuve un amor... y lo amaba como se ama al sol que nunca acaba, como se ama al agua cristalina, como se ama a la vida peregrina, pero se fue, como golondrina. ¿Hacia dónde? No lo sé. Sólo recuerdo el perfumado aliento que brotaba de su boca purpurina, sólo recuerdo el roce de su piel tan fina como el viento. Y tuve un amor... y lo veía, en mis sueños de noche, en mis sueños de día. Lo sentía, lo tenía, lo perdí... Hoy, sólo tengo una ilusión, un gran consuelo: mi anhelo. Sin embargo, yo tuve un gran amor, que se fue... ¿Hacia dónde? No lo sé. Amor que fue semblanza del dolor.
Añoranza
Gratos momentos del amor pasado. Dulces recuerdos del amor sentido. Débil sonrisa por haber vivido. Tiernos instantes que no se han borrado. Bellos minutos que serán soñados y en esos sueños serán revividos. Amorosos momentos recibidos que honda huella en lo interno habéis dejado. Amor, hoy que te has ido a lo lejano, tu recuerdo perdura aquí en mi ser, porque siento que en mí sigues cercano como en gratos instantes del ayer. Permanece callado en el arcano que pronto, pronto he de volver a ver.
Tranquilidad
Hubo una vez que la muerte deseaba que a mi vida llegara destructora. Hubo una vez que a la dorada aurora mirar ya no quería ¡Loco estaba! Si una vez la torpeza me obligaba a pensar que la vida era incolora, que arribaba hacia mí la terrible hora de dormir para siempre, ¡Deliraba! Si hubo ese amargo momento, hoy no existe. Ya su recuerdo quedó en lontananza. Adiós torpe locura. ¡Al fin te fuiste! He roto con mis risas tu cruel lanza. ¡No pienso más en ti! ¡Ya no estoy triste! ¡Porque tengo a mi lado esperanza!
Paz
Del monte y del valle se desvanecieron después de la lluvia los temores. Comenzaron a cantar los ruiseñores y sus cantos más hermosos fueron.
La pradera se cubrió de bellas flores. Los pastos también reverdecieron. Y allá en el cielo las nubes se perdieron y el arco lució de mil colores...
SONETOS PARA DESENAMORARSE
Para ti...
...sombra que creces...
1960
I
Camina viendo al frente siempre sueños de vestirte ropajes diferentes que te hagan olvidar a aquellas gentes que juzgaron tus pasos muy pequeños y verás en los senderos risueños cómo acaban maldades inclementes donde quedan aisladas las pendientes que derrumban a los seres pequeños
No dejes la ternura que libera; permanece volando en el camino; recuerda que se va la primavera y cumple la misión de tu destino: llegar a hacer verdad toda quimera. y olvidar las heridas del espino.
II
Nunca temas perderte en el camino donde alguna piltrafa te acorrale, pues sabrás que así el alma nunca sale si se encierra en la cárcel de su sino como muchos ahogados por el vino que el hambre y la miseria no te iguale a morir como bestia que equivale a extraviar la misión de lo divino
Sé muy bien que tú eliges la grandeza y quieres superar la podredumbre del gusano que loco en su torpeza sólo marcha tras de la muchedumbre sin saber que la auténtica belleza renace sin quedarse en la costumbre.
III
Viste cuerpos moverse en el deseo de encontrar el paraíso perdido en una ansia de fuego florecido que a veces en tu mirada yo veo Vi esa avidez de eterno que ahora leo en las letras empañadas de olvido donde esconde el misterio conocido intentos de librarte del mareo
Y en el brusco movimiento de las pieles se deshizo el encanto de tu infancia, porque sólo te dejaron las hieles de un pasado provisto de fragancia donde nada ha quedado de las mieles sólo el sabor de insólita constancia.
IV
Nunca caigas al lumpen tan podrido amando a esas imbéciles serpientes que clavan el veneno de sus dientes en tu ser obcecado, envanecido. No sigas más la ruta del olvido que te empuja a momentos inclementes cuando sepas que todas esas gentes tan solo han de volverte vil bandido.
Rompe ya tus cadenas con el odio disfrazado de amores cada noche que te acaba y destruye el episodio de alzarte a la cultura con derroche. Elévate a esa altura. Sube al podio donde el sol del saber será tu broche.
V
No mires esa rosa ennegrecida. No pienses que te va a brindar consuelo. Te quiere de rodillas en el suelo pisándote y domándote homicida. Date cuenta que ruegas tu caída creyendo que te diriges al cielo y no piensas que todo tu desvelo es cadena que cuelgas a tu vida.
Si la buscas, te pierdes por cobarde y te humillas rogándole caricias. Te trae perro faldero por la tarde royendo un tonto hueso sin delicias. Reflexiona y elige con alarde vivir en libertad sin sus ardicias.
VI
No merece tu llanto derramarse por causa de esa arena tan desierta que sólo vive entre mentira, muerta, haciendo nuestros pasos estancarse.
No merece la pena fatigarse por quien siempre se debe estar alerta de su vil carnaval y de su puerta que nos usa y después ha de cerrarse.
Aprende a distinguir en los amores a aquél que es de verdad y que te llama; el que lucha por no darte dolores; aquel que no termina en una cama; sino a tu lado te brinda los colores para ser grandioso y siempre te ama.
VII
No caigas otra vez en la locura de creer en la víbora que oprime después de prometerte lo sublime te desprecia y te llena de amargura.
Date cuenta: es falsa su ternura que en mimos y sonriente te reprime; fingiéndote feliz, sólo suprime tus sueños de volar a gran altura.
Es la trampa, la red que te destruye; es cadena que te ata y que te ciega; es enferma ansiedad que te derruye y esclaviza tu vida en torpe entrega. El amor de verdad siempre te influye a ser creación; no lazo que doblega.
VIII
Olvida ya la tonta mascarada que enredó con su baile de traiciones tu débil corazón entre emociones y después te clavó la puñalada.
No insistas en buscar esa mirada que hipócrita te vende tentaciones ni esa boca podrida en sus pasiones que te agacha la frente levantada.
Sólo piensa en amar lo verdadero de tus caminos que te ofrecen alas y llevándote a vuelos duraderos, te elevan sobre inmundas antesalas, do humillado te corren por dinero sin saber apreciar todas tus galas.
IX
No te duela que no te amen los microbios; nada valen junto al fuego que te cerca y te vuelve una estrella que no merca con tan pequeños gusanales obvios.
No te hieran las tonteras de novios del vacío con su existencia puerca, porque tú no necesitas de su alberca donde quieren ahogarte en mil oprobios.
Sonríe y agradécele a la vida que a salvo te quedaste de bajezas; libera el corazón de aquella herida y olvida el falso amor con sus vilezas, porque tienes en manos la subida al gran paraíso de riquezas.
X
Si vas con el señuelo de algún beso de esa boca que muerde tus palabras y desprecia con burlas tan macabras las horas que le brindas por obseso.
¿Qué te dice esa máscara sin seso? Su imbécil esqueleto descalabras con los altos vocablos con que labras su verdad de ignorante flor sin hueso.
Ya comprende que poca inteligencia tiene. Se aferra a seguir en su basura y quiere convertir a conveniencia a aquel que se eleva a la cultura. Si en todo contradice tu paciencia, mejor será dejar su sepultura.
XI
Si te quedas esclavo de ese sexo, no podrás continuar altos caminos, pues sus flores son solamente espinos que harán todo tu cuerpo un ser convexo
y el dolor, cuando caigas, será anexo al infierno, fracaso de destinos que pudiendo tener mandos divinos terminan de frustrados sin un nexo.
A través de las bellezas, el arte te libra de caricias carnavales y a fuerza de razón, siempre a tu parte, te ayuda a vencer todos esos males que doblegan tu triunfo hasta matarte. No seas más piltrafa de bestiales.
XII
Desoye las sirenas que te envuelven en promesas de falsos paraísos y recuerda que todos sus hechizos tus ganas de triunfar siempre revuelven.
Acaban esperanzas, las disuelven; a tus pasos los tornan indecisos; se aprovechan de ti y hacen sumisos tus sueños de grandezas que no vuelven.
Qué son cinco minutos de la entrega donde sientes tan breves los placeres; después vienen las hambres; la refriega; vendes tu ropa, enfermas, los deberes y la súplica en llanto que reniega por creer en esa clase de mujeres.
XIII
Si quieres una vida de grandeza desprecia la ruindad de la manada que vive a lo animal, enajenada, y sólo te fomenta su pereza.
La sierpe que te acecha, descabeza; arrójala al infierno de su nada y siente cómo queda eliminada la gana que te aferra a la torpeza.
Recuerda que sus cuerpos excitantes tan sólo son pretextos de la doma programada por los amenazantes en busca de vender el vil aroma que acabe con tus fuerzas liberantes de ese fuego creativo que te asoma.
XIV
De noche, cuando caes en su mentira y ruegas humillado y muy sonriente, y escuchas idioteces muy paciente, se destruye tu mente que delira.
Tu carne esclavizada, ciega admira la vulgar tentación de vil serpiente que acaba tu grandeza y que te miente, pues usa tu placer; luego te tira.
Acaba de una vez con el engaño donde tú empecinado te colocas, porque sólo te buscas un cruel daño: desprecios que te dejan esas locas, pues un día no encontrarás el paño que seque tu llanto estrellado en rocas.
XV
No, no temas perderte en el camino donde alguna piltrafa te acorrale porque sé que ahora sabes lo que vale encerrarse en la cárcel de ese sino
y quedar doblegado por un vino donde el hambre y la miseria te iguale a morir como bestia, que equivale, a perder la nobleza de divino.
Hoy sé bien que tú eliges la grandeza y quieres superar la podredumbre del gusano que loco en su torpeza, sólo marcha como la muchedumbre sin saber que la auténtica belleza renace cuando rompes la costumbre.
XVI
Una piedra se queda siempre piedra. Una planta se queda siempre planta, pero un hombre verdadero se levanta rompiendo las cadenas de la hiedra.
Una bestia, de bestia sólo medra y se queda en la jaula que lo encanta. Un hombre vuela a lo alto y no se espanta en volverse distinto a lo que empiedra.
Piensa bien y a animal no te abandones, que un hombre no se queda dominado en la baja vulgar de sus pasiones. Vence al mal y quedando liberado, elige la cultura y sus razones como lo único digno en ser amado.
XVII
Camina hacia regiones transparentes donde un nuevo vigor ya te ilumine y la gloria de la vida destine tu vuelo por las nubes muy sonrientes. Verás que tus temores inocentes no tendrán más el miedo que te espine porque en lugar de que el placer te arruine, te dará sus virtudes florecientes. Decide que el celaje está aguardando para explorarlo en sus grandezas bellas y olvida tantos ratos que llorando quedaste fulminado por las huellas de esa torpe emoción que va minando el sueño de llegar a las estrellas.
XVIII
No te duela que no te amen los microbios. Nada valen junto al fuego que te cerca y te vuelve una estrella que no merca con grises gusanales de los obvios. No te hieran tonteras de esos novios del vacío con su existencia puerca porque tú no necesitas de esa alberca donde nadan sus cuerpos en oprobios.
Tú sonríe lo bello de la vida que a salvo te dejó de las bajezas; libera el corazón de aquella herida y olvida el amor falso en sus vilezas porque tienes a mano la subida al vero paraíso de riquezas.
XIX
Donde aún quede un rincón atormentado, de inmediato haz tu limpia de azucenas y rompiendo locuras y cadenas domina al corazón enamorado.
Y aunque exista la herida del tornado que le ató su violencia de condenas, cúralo, transformándole las penas en bella ensoñación de lo olvidado.
Serás tú la esperanza que se eleva a enjoyadas regiones sin temores donde sientas la fuerza que te lleva a otro tiempo desprovisto de dolores y con tu sed de ternura releva el campo del ayer con más fulgores.
EPÍLOGO
A los 18 años
escribí mi primer libro de cuentos:
CUENTOS PROMISCUOS
una obra satírico burlesca donde las voces van dando vida a los personajes de un mundo adorador del vacío,
publicado en 1964 cuando yo tenía veinte
...pero para entonces distaban ya cuatro años
en que había dejado de ser niño.
Antes, en 1962, había escrito sobre tal experiencia:
IMÁGENES OCULTAS*
que di a conocer en 1963.
Lo incluyo aquí como un apéndice, porque en algo representa la pérdida de mi niñez.
DOMÍNGUEZ
HIDALGO
IMÁGENES
OCULTAS...
1963
A los que sufrieron...
A los que sufran...
A los que sufrirán...
lo inaudito...
lo inefable...
?
Flama inapagable que agiganta los infiernos interiores... lumbre que va creciendo... aterradora... como el incendio de un bosque... destructora... Ardor impetuoso... tétrico fuego... vas dejando mis llanuras devastadas... sucumbo... como hierba... ante tu paso... nada resiste tu cálido vigor... todo cae doblegado... en cenizas convertido... Flama inapagable que agiganta los infiernos interiores... y creces... sin la esperanza de volverse sol...
?
Eterno dolor callado... que navega en los recónditos mares... indecible para siempre... escondido en lo más hondo... pavorosamente trémulo... Eterno dolor eterno... sufrir callado... padecer ignoto... indefinidamente melancólico... consecuentemente triste... Voces enmudecidas... de temor petrificadas, nunca dirán lo verdadero... y se desangran por callar lo oculto... y se desgarran en lamentos mudos... Voces que quieren escapar del yugo... al que se hallan prisioneras... casi muertas... sujetas a pesados hierros... Voces que intentan profanar el aire... mas no pueden... Quién sabrá lo que encubren... lo que quieren proclamar abiertamente... carcajadas lacerantes... lágrimas mortíferas... maléfico rugir de tempestades... Quién entenderá los tristes ayes... quién podrá compenetrarse con las voces que aparecen en lo inmenso... imágenes ocultas... transformadas en símbolos dolientes... sublimes de dolor... del eterno dolor del mundo eterno... del profundo palpitar de lo profundo...
?
Fue cayendo lentamente... del celaje indefinible... y se introdujo en alma sin estrépito ni ruido... Y cuando estaba en lo interno... e imperaba entre lo incierto... como las aguas que invaden en marejadas terribles las playas más apacibles... la purpúrea materia... quedó prisionera... y aunque agitándose estaba... marchita permaneció... Y en la inmensa nebulosa que formaba la tristeza... una lánguida sonrisa... por el llanto humedecida... mueca densa y dolorosa brotó...
?
En esta soledad agonizante... de pétreos murmurios angustiosos... de nítidas congojas... rodeado por la bruma del dolor... lloro... En esta soledad... en cuyos brazos... me deslizo como hórrida serpiente... sin peligro amenazante... exuberante de veneno... sonrío... En este remanso de quietud desnuda... de espectral y terrorífico silencio... de monstruosos y fantásticos hechizos... embriagado de elíxir sensorial... sufro... En el seno de la paz atormentada... por horrendas y terríficas visiones... que aparecen... cual la niebla matutina... y se pierden... como el humo en lo intangible... así estoy en amoroso abrazo... con lo imposible...
?
Se extiende lastimera por los aires... borrasca anímica del mundo... extraños temblores diamantinos... resultantes de quiméricos ensueños... recorren los funéreos valles... y se convierte en sollozar sin lágrimas... flores ausentes de inmortal perfume... crisálidas agonizantes... luciérnagas sin luz... Lamento inmaculado de los vientos... gritad la pesadumbre que me invade... gritad imperturbable mis angustias... estériles anhelos... inútiles deseos... Lamento inmaculado de los vientos... extiende el incógnito dolor perpetuo... zozobra de la interior nave... nave que va siempre en busca de lo irrealizable.
?
Supersónicos aviones... pensamientos... agitan las atmósferas secretas... alma, corazón... rugen con fiereza inescuchada... pavoroso estertor... Supersónicos aviones... cruzan las barreras de los tiempos... y en su vuelo metafísico... van más allá del más allá... La atmósferas prorrumpen afligidas... quieren fundirse con las aves gigantescas... pero están para siempre condenadas... serán las estáticas materias... Se agitan las atmósferas inmóviles... y más se ahondan en quietud... porque sólo supersónicos aviones... han de arribar hasta el insólito planeta... enigma indescifrable de mi llanto... de mi interno llanto...
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La noche se acerca en lentitud serena... trauma desgarrante... nido en el que se acumulan los pesares... lecho con espinas adornado... negras fauces hambrientas de las sombras... Solemne malestar... congoja sin sentido... ansiedad suprema... desamor eterno... abierta vehemencia... soliloquio interno... Ya la noche se aproxima... terrífico parto de miedo... infierno de llamas oscuras... grito estentóreo de muerte... La noche que da pavura... la noche que da pavura... la noche que da pavura... en la soledad...
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Las almas se impregnan de tristeza cuando arriba la noche y están solas... quisieran remontarse a un indeleble e infinito paraje sensorial... Mas no pueden en su intento... frustrado por callados gritos y se asfixian en constantes luchas por sobrevivir al fuego interno... averno que con alas remontado se transforma en fantasías... refulgentes paraísos... Invisible tirano de la vida... que en segundos que parecen siglos... pugnan por volverse sempiternos...
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Laberíntico sendero lacrimoso... frenético surgir de perlas... formado entre vértices terribles... abrupto... escarpado... montañoso... Laberíntico sendero tormentoso... cúmulo de anhelos imposibles... enigmático desorden de campanas... intranquilo sollozar del alma triste... A dónde... hacia dónde dirigirse... por la ruta de las Flamas... por la senda de la nieve... por el rumbo de los vientos... Laberíntico sendero lacrimoso... déjame ver tu conclusión...
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Todo fue como un ensueño... con los deseos apresados en lo interno de lo vivo... Fantasías, volcadas todas, en frenéticos disturbios que encerraban lo agitado de lo siempre concebido... Tétricas sombras... reflejo de lo inconmensurable... de lo reprimido que en bella realidad palpable de la mente fue naciendo... Todo fue como un ensueño de lo mil veces deseado y perpetuamente oculto...
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Cuando todo haya llegado al gran final... y absorto ante el dolor me inclino, entonces ya no habrá más esperanza... ni ilusión... Cuando todo se convierta en invisible y nada a los sentidos llegue, entonces surcarán dentro del alma aromas de jardines celestiales... sonar de los sacros campanarios... Cuando todo se convierta en nada... cesarán los espasmos angustiosos... no habrá más cristal en las ventanas... ni más ruido en los castillos interiores... Cuando todo haya llegado al gran final... la eterna majestad omnipotente... dirá si merezco bien o mal...
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Escucho el eco de una voz lejana... se oculta invisible en los espacios... y dulce... melodiosa... en mí penetra... como el canto de fantástica sirena... misteriosa invitación... Vibra el corazón con entusiasmo palpitante... cómo lámparas de prismas cristalinos... como el aire candente del desierto... como gota al resbalarse en una hoja... Y quiere liberarse... huir de su prisión... en donde la voz extraña habita... lugar desconocido... paraje misterioso... perdido en lo distante... inaccesible apartado...
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Tal vez algún maravilloso día... palparé las blandas durezas de tu desnudez... y la tierra y el cielo se perderán en infinito abrazo... hecatombe sensorial... éxtasis sublime... dos trémulas mariposas recorrerán tus llanos... tus montañas palpitantes... y tus tropicales valles... Tal vez... algún maravilloso día... me adueñaré de tu silvestre lozanía... revolveré con ansiedad la tersura de tus selvas... y cortaré las flores tus primaverales jardines. Tal vez... algún maravilloso día... en diabólico gemido... nuestros volcanes harán erupción... torbellinos de fuego saldrán por nuestros cráteres... fuego interno que surgirá soberano... Todo habrá de transformarse en bermellón paisaje... Tal vez... algún maravilloso día... las llamas y los ríos... uno solo serán...
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He llegado hasta el final del horizonte... envuelto entre sedas invisibles... El viento trató de desasirlas... mas no pudo el furor que puso en ello... Un fuerte afán me protegía... Surco la estratósfera ignorada... Llego al punto más lejano del oriente... Me encuentro con el sol frente con frente... y un furioso combate principiamos... Con puñales de marfil lo hiero... En lúbrico vaivén lo venzo... Mis carnes se confunden con el sol... Candente me llaga todo el cuerpo... y en sus cálidos rayos muy envuelto... feliz perezco...
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De libertad inflamada... el alma se remonta por los aires y llega a las esferas más remotas de la felicidad... Se cubre con los mantos polvoreados de plata... de perlas... de diamantes... Se envuelve voluptuosa en mil placeres... sin temor a sucumbir... Y en esa conmoción inolvidable... todo se pierde... nada existe... ni el recuerdo terrible de la vida... ni el soplo indomable de la muerte...
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Cuando ya el virgíneo cuerpo de la aurora se eleva a las alturas arrogante... y surca los confines luminosos que preludian la llegada del gran rey... Cuando el alba soñolienta... los blancos ojos abre lenta... las flores extienden sus perfumes... los pétalos recobran su color... Cuando al cielo llegan las primeras luces... a las sombras sin piedad ni rencor hieren... brota el anhelo... enigma majestuoso... seguir en el mundo de Morfeo... Cuando ya el fragante heliótropo... busca sonriente a su amor... lo profundo quisiera continuar... feliz... en las tierras invisibles de lo irreal... ¿Para qué despertar... si no se tiene la dicha de estrecharse entre los brazos... que amorosos se tiendan... y en inmensas caricias nos envuelvan? Para qué regresar de lo soñado... para qué retornar de lo feliz... para qué alejarse de lo inusitado... de la fantasía... sombras fecundas... delirante alegría... Cuando ya el virgíneo cuerpo de la aurora nos invita a despertar... quisiera soñando continuar... con lo inadmisible... Soñar... soñar... Siempre soñar. ¿Despertar...? Para qué tener que despertar... Ambiciono continuar en el mutismo del arcano... misterioso... misterioso... fascinante... fascinante...
Alba y aurora... luces y sol... detened vuestros pasos luminosos... No avancéis arrogantes por los cielos... No apresuren el dolor de abrir los ojos... Permitan que disfrute... los sensoriales goces...
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Quizá llegará el instante... el viento pregonará por doquiera... los gritos reprimidos de las almas... Y lo oculto ha de tornarse descubierto... Nadie ha de ignorar el eterno dolor del sufrimiento... que callado... en silencio convertido... navega en los océanos más remotos de lo desconocido... Tal vez surgirá de los abismos... como un árbol gigante que a las nubes... sin fiereza... hiere... Tal vez brotará compenetrado del furor y del odio reprimidos... de la angustia... de la injusticia... y destrozará a la cotidiana hipocresía...
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Ardiente de tristeza...inmaculada... presa de las internas soledades... hundida en los abismos el averno... recóndito gemido del océano... Arena virgen del desierto inmenso... nieve impecable de polares valles... cuando dejarás de ser vorágine... red asfixiante... lava incandescente... cuándo surcarás la estratósfera lejana... y morirás... como la vida...
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Necesito la vehemencia de un suspiro... sutil estremecer de un pensamiento... ligero sosegar de la nostalgia... orden en la interna confusión... fuente inagotable de tristeza... de mustia tristeza solitaria... Necesito la vehemencia de un suspiro... desahogo al asfixiante yugo... alivio al invisible desasosiego... Necesito el agua que a mis sedes calme... necesito el blanco para herir lo negro... necesito un llanto para hacerlo mío... y una senda marchita... para hacerla fértil...
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Un lamento escalofriante... brotó de una garganta adormecida... Era un lamento angustioso... como el potente gemido del viento enfurecido... Y con vibrante estruendor... se extendió por la espesura... como el trágico rumor de un huracán... Era el lamento escondido del eterno pensamiento por la existencia infinita... que cual vibrar de cristales... como tronar de explosivos... surgió en desgarrador aliento por llegar hasta lo ignoto... la eternidad... Era el grito reprimido... en los instantes de angustia... por enfrentarse a la mustia y deleznable verdad... de lo conocido... Era el grito doloroso de la individualidad por no poder comprender... lo incomprensible... Eran los ayes sonoros... brotaban de un abismo... llegaban hasta las cumbres... residuos de triunfo... Era el dolor vuelto voces... Era el dolor vuelto ruido... Era el dolor vuelto lluvia... Era el morir vuelto gritos... Y el lamento se apagó... como luces... y se tornó eco lejano...
meditación...
suspiro...
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Cruzó por el espacio presurosa... Fue perdiéndose en el horizonte... como la frenética sonrisa que brota de un espíritu marchito... Rápidamente vino... y se alejó... En el lapso pequeño transcurrido... mil destrozos causó en la vida incierta... la blancura fue opacada en su belleza... los puntos luminosos se apagaron... acabó con los verdes y tranquilos prados... En la materia de existencia casi muerta... con su débil palpitar de núbil cuerpo... un suspiro se elevó hasta el cielo... y huyeron con él... las sensaciones...
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Difícil olvidar lo placentero... difícil olvidar lo doloroso... constante fatiga de la mente... hercúleo esfuerzo...imprescindible... olvidar... ascender al nirvana apetecido... desprenderse de la angustia férrea... que mata lentamente...como el fuego... olvidar... lo dulcemente bello... alejarse por senderos misteriosos... perderse entre las nieblas invernales... confundirse entre la jungla amenazante... olvidar lo inolvidable a los sentidos... hundir en las tinieblas los recuerdos... olvidar lo placentero... olvidar lo doloroso... olvidar para siempre... olvidar... olvidar...
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Vuela celeste mariposa... busca lo anhelado siempre... y goza... qué importa el huracán y la marea el humo fatuo o la miseria todo queda en los hilos de la nada y pasa... Ama cuanto puedas amar y amada ser... vuela sin temor... sin vana duda... hazlo tú... libre eres... a ninguna cárcel te sometas ni a las luces ni a las sombras. Vuela sublime lepidóptero... recoge el néctar de todas las flores... no importa que después en polvo te transformes... Vuela... divina mariposa... Vuela... mariposa diva...
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Una hermosa agitación siento en el alma... conmueve los mundos invisibles... augurios deleitosos aparecen... renace la marchita primavera... exento de inquietudes hoy me encuentro... brotan de mí transparentes manantiales... contemplo el horizonte frente a frente... todo es luz...claridad.. no hay presagio de tormenta... todo es claro... luminoso... refulgente... Nuevo afán de mi pecho se apodera... y se acrecienta... Recónditos anhelos hoy me invaden... cesaron los espasmos dolorosos... un nuevo vigor impregna el cuerpo... torno a la existencia... recobro el ánimo... presiento nueva vida... renazco... La prisión se convierte en un palacio... gigantes llaves a mis manos llegan... abro dolorosas puertas... y me remonto por los aires... por los aires...me remonto... y vuelo en pos de ti.
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Desde la cumbre de la serenidad... contemplo el caminar de los espíritus... Se agitan en constante lucha por sobrevivir... Desde la cumbre apacible... vislumbro los tormentos de las almas... En terribles convulsiones se deshacen por vencer... Desde alturas infinitas... veo el constante desfile de pasiones... en perenne movimiento... Van muriendo en los escombros... de lo inservible... Desde lo más remoto de la cumbre... me invade una apacible felicidad...
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Peregrino... si no hay luz en el camino... y se ha ido el gran farol... si no hay sol... no te muestres vacilante... caminante... ante lo negro intangible... invisible de la noche... Muéstrate arrogante... al dolor has de vencer... y no temas al espino que en los campos pisarás... No te muestres titubeante. Lucha... vence... Sé triunfante... sé sonrisa...
¿Fin?
O intermedio...
1962
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