Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos: Capítulo XXXVIII

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Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos
Capítulo XXXVIII: Construcciones del relativo quien​
 de Andrés Bello

1039 (a). El relativo quien equivale algunas veces a el cual, y tiene un antecedente expreso de persona o de cosa personificada: recuérdese lo dicho en 168, 169 y 170.

1040 (b). Pero a veces se calla el antecedente: «No teníamos a quien volver los ojos»: persona a quien.

En una copla de Arriaza se lee:

«... Yace aquí
Quien fue su divisa
Triunfar o morir».

Construcción viciosísima, que Don Vicente Salvá corrige de este modo:

«... Yace aquí
De quien fue divisa
Triunfar o morir»;

subentendiendo aquel; mas aún es algo dura. Granada dice: «Muy rico es el pobre que tiene a Dios, y muy pobre a quien falta Dios, aunque sea señor del mundo». Se entiende aquel antes de a quien. Pero en esta construcción hay circunstancias especiales que la hacen suave y elegante; lo mismo que en este ejemplo de Lope de Vega:

«Vete luego de mis ojos,
Que tú fuiste por quien vino
La nueva de mis infamias
A mis honrados oídos»:

(aquel por quien). No diré otro tanto de aquel pasaje de fray Luis de León:

«Un no rompido sueño,
Un día puro, alegre, libre quiero;
No quiero ver el ceño
Vanamente severo
De a quien la sangre ensalza o el dinero»:

(de aquel a quien). Es desagradable esta concurrencia de preposiciones, y vale más decir como Mariana: «¡Servidumbre miserable, estar sujetos a las leyes de aquellos a quien antes las daban!».

1041. Con todo, siendo ambas preposiciones una misma, y uno mismo (aunque con inflexiones diferentes) el elemento de que vengan regidas, puede la construcción suavizarse por una doble elipsis:

«... Estoy casada
Con quien sabes; no he de hacer
Cosa que pueda ofender»;

(Lope)

casada (con la persona) con quien sabes (que estoy casada). «Decíanme mis padres que me casase con quien yo más gustase» (Cervantes): casase (con aquel) con quien yo más gustase (casarme). «Las plumas con más libertad que las lenguas dan a entender a quien quieren lo que en el alma está encerrado» (Cervantes): dan a entender (a la persona) a quien quieren (darlo a entender). Pero a veces no hay más que una elipsis: «Suplico que por tener cargada la conciencia en diez o doce mil escudos, se dé orden cómo se restituyan a quien yo los tomé» (Mariana): a las personas a quien. «Por confesarse de mala gana deudores de quien lo fue toda la cristianidad» (Coloma): de aquel de quien.

1042 (c). Otras veces no se calla el antecedente, porque va envuelto en quien (§ 168), cuyo significado se resuelve entonces en dos elementos, una idea de persona o cosa personificada, y el relativo que. Esto sucede:

1043. 1.º Cuando el antecedente envuelto es sujeto de la proposición subordinante, y el elemento relativo es sujeto de la proposición subordinada: «Quien te adula te agravia»: Quien es la persona que, aquel que.

1044. 2.º Cuando el antecedente es predicado, y el relativo sujeto:

«Ésta fue quien halló los apartados
Indios de las antárticas regiones».

(Ercilla)

Aquella que: aquella predicado de fue, y que sujeto de halló.

1045. 3.º Cuando el antecedente y el relativo son predicados:

«Dícesme, Nuño, que en la corte quieres
Introducir tus hijos, persuadido
A que así te lo manda el ser quien eres»:

(Bartolomé de Argensola)

el ser tú la persona que tú eres.

1046. 4.º Cuando el antecedente es término, y el relativo sujeto: «Yo no puedo ni debo sacar la espada contra quien no fuere armado caballero» (Cervantes): contra aquel que no fuere.

1047. 5.º Cuando el antecedente es término, y el relativo predicado: «Yo te juro por quien yo soy, de darte tantos hijos», etc. (Granada): por el ser que yo soy.