Juan Bautista de Vivar

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Poemas escogidos con análisis interpretativo[editar]

Si tanto gusto tengo en el tormento[editar]

Si tanto gusto tengo en el tormento,
si alio en el penar tanta alegría
que por gloria ninguna trocaría
la que goso en mi mal y descontento,

¿qué fuera a tener vos el sentimiento
que padece por vos el alma mía
y que en entrambas partes a porfía
creciera amor con dulce acogimiento?

¡O cuál fuera la gloria del gozaros!
Mas como naide puede mereceros
naide debe tampoco desearos,

si no es que vos queráis enterneceros
y con la ley de amor sola y guardaros
con quien pudo sin término quereros.

Interpretación[editar]

El tema de este poema es la espera del amado del amor no correspondido. Está compuesto por versos endecasílabos, compuesta de rima consonante, con esquema métrico de (ABB/AABBA/CDCD/CD). Este poema trata sobre un pobre enamorado de una dama que espera a ser correspondido. Durante este tiempo, el enamorado pretende que nadie debe desear a su “amor platónico”, argumenta esto porque no hay nadie que desee a esta dama que él. Pero él tiene la esperanza por la ley del amor, de que ella le quiera y que su amor sea por fin correspondido. El autor tiene el objetivo de mostrar al público un punto de vista del amor diferente; ese amor no correspondido. No hace una descripción de la dama, sino que expresa toda esta trama llena de sentimientos de deseo y esperanza.

Sin bonete pues no[editar]

Bien puede en cualquier estado
un buen cristiano salvarse,
que el cielo no le ha obligado
como a clérigo a ordenarse,
ni a ser claustral encerrado.
Cumpla los precetos yo
que la Iglesia me ordenó
y tendré en el cielo silla,
que sanctos hay sin capilla
y sin bonete ¿pues no?

Interpretación[editar]

Esta glosa es un ejemplo de poesía laica. Está compuesta por versos octosílabos siguiendo el esquema métrico ABABACCDDC. En ella el autor reivindica el hecho de poder ser cristiano sin necesidad de formar parte de la jerarquía eclesiástica, representada por el bonete, versión española de la parte de la indumentaria religiosa consistente en un gorro para la cabeza denominado birreta. La pregunta retórica final, marcada por la ironía y el juego, hace hincapié en el tema del poema y sirve para remarcar cómo la salvación y la religión pueden conseguirse sin formar parte de la clase clerical.

Bézame, niña mía[editar]

Bézame, niña mía, que tus bezos
me son más que el panal dulce y sabroso
y estence, niña, nuestros labios presos
produciendo deleites amorosos,
que bien podremos, aunque más traviezos,
gozar callando trances tan gustozos.
Estén nuestras dos bocas aprietadas
como las conchas de la mar pegadas.

Interpretación[editar]

Esta composición está formada por versos endecasílabos y sigue el esquema métrico ABAAAACC. Es una muestra de poesía erótica; las descripción de los placeres amorosos es ascendiente y destacan en ella las comparaciones con elementos naturales de carga sensual, como la miel de los panales o las conchas del mar, que nos remiten a un estilo más renacentista. Contrasta con otras composiciones de la época, de carácter más espiritual, ya que es un amor físico y sexual y la temática central no nos remite al ser amado sino al placer carnal.

A la vida soldadesca. Estancias[editar]

Ha sido siempre el béllico exercitio
de señores y príncipes honrado,
es enemigo capital del vitio
pues no hay ociosidad en campo armado,
la tierra amiga, el cielo le es propitio
al que tracta la vida del soldado
y ansí muriendo peleando salta
desta vida terrestre a la más alta.

Es una fragua donde el mundo apura
valientes y cobardes corazones
porque la guerra a veces desfigura
los que en la paz se pintan por leones.
Y aquel de quien el mundo no se cura
da muestras de tan altas intenciones
que es premio escaso para tanta gloria
que la fama eternice su memoria.

Es un hábito noble, es un vestido
que al príncipe, al marqués, al duque, al conde,
al cavallero, al bien y mal nacido,
a todos igualmente corresponde,
llévase cada cual su merecido.
Ni el premio ni el castigo se l'esconde,
consigo lleva cada cual su suerte
pendiente de su braso flaco o fuerte.

Vive el soldado entre las armas fieras
como las cosas graves en su centro
en dar asaltos, derribar banderas
y en las batallas uno y otro encuentro
ganar fuertes, castillos y trincheras,
hacer la encamizada y el rencuentro
y al fin, cual salamandra, vive en guerra
donde aumenta su honra el ocio atierra.

Guárdace la amistad, honra y giusticia,
tanto que si en el mundo hisiere falta
todas tres se hallarán en la militia,
que dellas viste y dellos tres se esmalta.
Hase en pie el auditor prompta gustitia,
amigo con amigo giamás falta:
si algún agravio se recibe ho hace
con armas y valor se satisfase.

Pues si las leyes y armas van unidas,
las armas con las leyes son guardadas,
las leyes con las armas defendidas,
las unas con las otras respetadas.
Reinos, ciudades, bienes, hijos, vidas
quedan en pas y guerra aseguradas,
asientan armas y letras en el suelo,
como Cástor y Póllux en el cielo.

Interpretación[editar]

Este poema es un claro ejemplo de la poesía bélica de Juan Bautista de Vivar. Formada por versos endecasílabos, esta composición de rima consonante, tiene un esquema métrico de (ABABABCC/DEDEDFF). El objetivo principal del poema es despertar cierta motivación a los jóvenes soldados para participar en la guerra. La guerra es mostrada como un ejercicio honrado, el cual es acompañado y favorecido por los elementos naturales de la tierra. Morir en batalla es la forma más gloriosa de morir. En el acto bélico se muestra quien es valiente y quien es cobarde, ya que no entiende de estratos sociales y el soldado es aquel que lucha en guerra, independientemente de su posición. La actividad militar está basada en valores como la amistad, la honra, y la justicia. Las leyes defienden las armas y las armas respetan las leyes.

Poemas sin análisis[editar]

Un mártir santo aguardaba[editar]

Un mártir santo aguardaba
el cuchillo del tirano
que a muerte le amenazaba
y entre ésta y la cruda mano
la dulce vida luchaba
y dijo con viva fe:
"Buen Jesús, ayúdame tú";
luego el golpe al cuello fue
y tornó a repetir
que no pudo acabar sú.

Virgen, la reina sois de hermosura[editar]

Virgen la reina sois de hermosura,
el sol, María, sois que alumbra el cielo;
del cielo sois la luz más clara y pura
y un serafín, aunque en corpóreo velo.
La diosa sois del bien y la ventura
con quien hoy se enriquece cielo y suelo;
así que sois, por ser en todo hermosa,
reina, sol, cielo, serafín y diosa.

Estando el cielo estrellado[editar]

Estando el cielo estrellado
durmiendo toda la villa,
mi vecino el licenciado,
tañendo una campanilla,
se pasea en su terrado.
Y que el licenciado esté
toda aquesta noche en vela,
de qué proceda no sé,
que, si hablara, dijera
la campanilla de qué.