Alajú,
turrón de almendro; dos pares
de cantarillas de arrope,
transparente como el ascua,
donde el hombre el pan ensope;
castañas, fruta de Pascua,
que cuando el hambre las tope
de la gente escolaniega,
yo apostaré que se pega
a comprarlas como moscas
y aun miel, nueces y roscas
llevamos; y apenas llega
al mercado la borrica,
cuando como tordos vienen
escolares, a quien pica
el hambre, que se entretienen,
como alguna es gente rica,
en comprarme en un instante
cuanto les pongo delante,
y nos dan aquestos riscos.
Ello más de dos pelliscos
me paso; aunque un estudiante
harto garrido me aguarda,
que, mientras vende la leña
mi hermano, que a veces tarda,
me defiende y aun me enseña
voluntad.
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