Salen CÉSARO, de estudiante, y DECIO, su criado de galán
DECIO:
¿Sólo un mes de ausencia puede
hacerte que a Laura olvides?
CÉSARO:
¿Al viento firmeza pides?
DECIO:
¿Viento, amor?
CÉSARO:
Sí, y aun le excede.
DECIO:
Diversas definiciones
he visto suyas, señor.
Unos le llaman furor,
y a sus efectos, pasiones;
otros dicen que es locura
o accidente que maltrata;
otros calidad innata
que al hombre inclinar procura
que ame de cierta edad
a quien tiene inclinación;
quien tal llama imperfección,
quien locura y liviandad.
El médico dice que es
cierto humor o destemplanza
de la sangre; semejanza,
el filósofo; interés,
la dama, y el desvarío
del astrólogo adivina
que es fuerza de astros que inclina
a amar al libre albedrío.
Fuego le llamaron ciento,
pues que abrasa al que enamora,
y agua le llama el que ignora
mas nadie le llama viento.