¡Pobre Laura! ¡Que ha podido
una grosera pastora
quitarte la posesión,
que el sayal quieres que tome!
Mas ¿qué mucho? Si hay quien come
vaca mejor que un capón. Vanse CÉSARO y DECIO. Salen SABINA, con alforjas, y SIXTO
SABINA:
Estas paredes son, hermano, el sitio
donde sueles vestirte. Los jumentos
dejo paciendo en unas verdes mielgas.
Cerca estamos de Fermo; ¿has de mudarte
de escolar, como sueles?
SIXTO:
¿Pues no, hermana?
SABINA:
Saco, pues, el manteo y la sotana.
SIXTO:
El cielo mis intentos favorece.
Cuatro años ha que estudio; y que tu vendes
las rústicas alhajas que te compran,
mientras estudio yo. La causa de esto,
aunque no te la he dicho hasta este punto,
es ésta; que a tu amor será mal hecho
no revelarte cuanto esconde el pecho.
Saca de las alforjas todo el vestido de estudiante y un vademeco, y vase vistiendo