(Váyanse, y entren un CAPITÁN y dos alabarderos y una CAJA.)
CAPITÁN:
Aunque esta es pequeña aldea,
no dejéis de echar el bando,
porque en lo que voy buscando
la diferencia se vea;
y si por la variedad
es bella naturaleza,
también causará belleza
la mucha diversidad.
Calidad no me ha pedido:
hermosura pide el Rey:
ni excede la justa ley
haber cuidado tenido
de que en toda aquesta tierra
no quede hermosa mujer
de cualquier suerte, sin ser
fin de su amorosa guerra.
CAJA:
Que sea o no justa cosa,
lo que mandas obedezco.
CAPITÁN:
Di, pues, el bien que le ofrezco
a quien tiene prenda hermosa.
CAJA:
Manda el poderoso rey Asuero, señor
del Oriente, que cualquiera persona,
de cualquier estado y calidad
que sea, que tuviere doncella hermosa
en su casa, la manifieste y entregue
a los capitanes para este efecto
nombrados, que así conviene a su Real
servicio; mándase pregonar porque
venga a noticia de todos.