Tiempo, qué veloz, que volando
llevas tras de ti los días,
apresura el vuelo, tanto
que precipites las horas
desde el Oriente al Ocaso,
porque no parezcan siglos,
los que pasaré esperando.
(Vanse, y salen DON GONZALO y GARCERÁN.)
DON GONZALO
Hoy me ha dado Rufino la palabra
de darme la respuesta.
GARCERÁN
No lo dudes,
tuya será, que un mayorazgo rico
no es para desechar, y aunque ella adore
ese galán, y sea otro Narciso
a tus cosas, no hay cosa como el oro.
Después que se usan galas en el mundo:
el oro es de buen talle, el oro es noble,
el oro es de divino entendimiento,
el oro es más valïente que Alcides;
y para encarecer cualquiera cosa,
dicen que es como un oro.