Ay Dios
si fuera el de Compostela
sobrara vino a los dos.
(Vanse, y salen DON GONZALO y RUFINO.)
DON GONZALO
No pido yo que contra la escritura
que habéis hecho, señor, habéis jurado,
hagáis cosas que a noble no parezcan,
sólo os pido y suplico, que si a caso
pasado el plazo no volviere a España,
o a Teruel, Marsilla, que yo sea
dueño dichoso del retrato vuestro,
sin que otro a esta fortuna levantase
vuestra piadosa mano, pues mi hacienda,
partes y calidad, no desmerecen.
RUFINO
Si al señor don Gonzalo no ayudaran
las partes que conozco de nobleza,
de hacienda, asiento y discreción, bastante
es el conocimiento de sus padres,
y tanta estimación, que a la persona
de Isabel tiene, para darle gusto
primero que otro alguno; yo os prometo
de que seáis, señor, su dueño, cuando
falte a la obligación Diego Marsilla,
por muerte, o por falta de ventura suya,
en pasando del plazo una hora sola;
pero hasta entonces no hay pedirme nada,
que los inconvenientes que os he dicho,
son causa de negaros, la que estaba
tan bien a su persona y a la mía,
y guárdeos Dios con esto.