Mano amorosa, a quien Amor solía
Apariencia
- A una sangría de una dama
- Soneto 125
Mano amorosa a quien amor solía dar el arco y las flechas de su fuego, porque como era niño, y al fin ciego, matases tú mejor lo que él no vía. El cielo ha sido autor de tu sangría para poner a tu crueldad sosiego, haciendo su milagro con mi ruego nacer corales entre nieve fría. Vierte esa fuente de rubíes puros, ¡oh peña de cristal! con blanda herida, ¿pero cómo podrán al hierro impío mis tiernos ojos asistir tan duros, pues vengándome a costa de mi vida, la sangre es tuya y el dolor es mío?