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petu dándonos en la retroguarda. E como toda la calle estaba buena para correr, los de caballo volviamos sobre ellos y alanceábamos de cada vuelta muchos dellos, y por eso no dejaban de nos venir dando grita á las espaldas. Este dia sintieron y mostraron mucho desmayo, especialmente viendo entrar por su ciudad, quemándola y destruyéndola, y peleando con ellos los de Tesáico, y Calco y Suchimilco y los Otumíes, y nombrándose cada uno de donde era; y por otra parte los de Tascaltecal, que ellos y los otros les mostraban los de su

Alcatraces; tienen un pico y buche muy grande: en Panamá es digno de ver cómo pescan las sardinas, y despues otras aves de rapiña se las hacen vomitar, y las cogen en el aire conforme las van arrojando los alcatraces perseguidos.

Zenzontles; son poco menores que una tórtola y del mismo color; se llaman así por los varios tonos que aprenden, pues zenzonthli un mexicano quiere decir cuatrocientos tonos.

Los guacamayos, papagayos grandes y pequeños, son bien conocidos en todas partes de la Europa, donde viven bastantes años.

De las plumas destos y otros pájaros hacian los indios sus plumajes, y aun imágenes de pluma tan particulares en Pátzcuaro, de las diócesis de Mechoacan, que, segun refiere Acosta, se admiró el señor Felipe II de tres estampas que dió al señor Felipe III su maestro; la misma admiracion causó al papa Sixto V un cuadro de San Francisco que enviaron á su Santidad hecho de plumas por los indios, quienes, arrancando de un pájaro muerto con unas pinzas las plumas, y pegándolas á la tabla ó lámina, se valen de sus naturales colores para dar las sombras y demas necesarios primores que caben en el arte.