Página:13 Cartas del Famoso Conquistador Hernán Cortés.pdf/400

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llos más miserables y que salian á buscar de comer, los más venian desarmados, y eran mujeres y muchachos; é ficimos tanto daño en ellos por todo lo que se podia andar de la ciudad, que presos y muertos pasaron de más de ochocientas personas, é los bergantines tomaron tambien mucha gente y canoas que andaban pescando, y ficieron en ellas mucho estrago. E como los capitanes y principales de la ciudad nos vieron andar por ella á hora no acostumbrada; quedaron tan espantados como de la celada pasada, y ninguno osó salir á pelear con nosotros; y así, nos volvimos á nuestro real con harta presa y manjar para nuestros amigos.

Otro dia de mañana tornamos á entrar en la ciudad, y como ya nuestros amigos veían la buena órden que llevábamos para la destruccion della, era tanta la multitud que de cada dia venian, que no tenian cuento. E aquel dia acabamos de ganar toda la calle de Tacuba y de adobar los malos pasos della, en tal manera que los del real de Pedro de Albarado se podian comunicar con nosotros por la ciudad, é por la calle principal, que iba al mercado, se ganaron otras dos puentes y se cegó bien el agua, y quemamos las casas del señor de la ciudad, que era mancebo de edad de diez y ocho años, que se decia Guatimucin, que era el segundo señor despues de la muerte de Muteczuma; y en estas casas tenian los indios mucha fortaleza, porque eran muy grandes y fuertes y cercadas de agua. Tambien se ganaron