que en la dicha provincia quedó, vino de paz y lo está, y por señor della aquel muchacho hermano del señor que murió; aunque al presente no sirve ni aprovecha de nada, por ser, como es, la tierra pobre, como dije, mas de tener seguridad della que no nos alborote los que sirven; y aun para mas seguridad, he puesto en ella algunos naturales de los desta tierra. A esta sazon, invictísimo César, llegó al puerto y villa del Espíritu Santo, de que ya en los capítulos antes deste he hecho mencion, un bergantinejo harto pequeño, que venia de Cuba, y en él un Juan Bono de Quejo, que con el armamento que Pánfilo de Narvaez trajo habia venido á esta tierra por maestre de un navío de los que en la dicha armada vinieron: y segun pareció por despachos que traía, venia por mandado de don Juan de Fonseca [1], obispo de Búrgos, creyendo que Cristóbal de Tapia, que él habia rodeado que viniese por gobernador á esta tierra estaba en ella; y para que si en su recibimiento hubiese contradiccion, como él temia por la notoria razon que á temerle le incitaba; y envióle por la isla de Cuba, para que lo comunicase con Diego Velazquez, como lo hizo, y él le dió el bergantin en que pasase. Traia el Dicho Juan Bono
- ↑ Don Juan de Fonseca, obispo de Búrgos, presidente del consejo de Indias, en este particular se dejó llevar de si. niestros informes, y que acaso, si no fuera el teson de Cortés, hubieran alborotado la América y perdido todo lo conquistado