noche, y con un hergania que topé perdido por la mar, y en la barca de mi navio salí aquella noche á tierra y fuí á pié á la villa de Medellin, que está cuatro leguas de donde yo desembarqué, sin ser seaico de medio de los del pueblo, y fui a la iglesia á dar gracias á nuestro Señor y luego fué sabido, y los vecinos se regocijaron conmigo é yo con ellos; é aquella noché despaché mensajeros así á esta ciudad como á todas las villas de la tierra, haciéndoles saber mi venida y proveyendo algunas cosas que me paresció convenían al servicio de vuestra saera majestad y al bien de la tierra; y por descansar del trabajo del camino esquive en aquella villa buen dias, donde me vinieron á ver muchos señores de pueblos y otras personas naturales de los destas partes, que mostraron holgarse con mi venida; y de allí me partí para esta ciudad, y estuve en el camino quince días y por todo él fui visitado de muchas gentes de los naturales, que hartos dellos venian de más de ochen ta leguas, porque todos tenian sus mensajeros por postas para saber de mi venida, cuando ya le esperaban y así, vinieron a poco tiempo muchos y de muchas partes y muy lejos á verme, los cuales todos lloraban conmigo y no decian palabras tan vivas y lastimeras, conmigoma su trabajos que en mi ausencia habian padescído, por los malos tratamientos que se los habian hecho, y que quebraban el corazón á todos los que los oían; y aunque de todas las cosas que me dijeron seria dificultoso dar
