Ir al contenido

Página:7 de julio - novela (1906).djvu/157

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
153
7 DE JULIO

tro de algunas horas vendrán los patriotas, y nos prenderán.

—Quizás no, porque no hemos hecho nada,

— Sí, ve á convencer á esa canalla... Nos arrastrarán á una mazmorra; seremos ultrajados por la plebe soez... No quiero pensarlo. Antes mil veces la muerte para los dos, para tí y para mí.

— ¡No, no, no!—dijo Soledad con ardor. — Bascaremos quien nos proteja.

— ¡Ayl | Protección al desvalido, al triste, al abandonado!... No puede ser.

— ¿Por qué no?

— jPero quién! Revuelve toda la creación, y dirás como yo: «muerte, nada más que muerte.»

- -Yo digo que nos salvará algún amigo.

— Y yo digo: «descanso, descanso.» |Ohl ¡qué dulce palabra!

Cerraba los ojos para contemplar dentro de sí mismo un remedo de la paz de los sepulcros.

— No, no, no!— repitió Saledad levantándose con resolución.—Yo saldré, yo buscaré quien nos ampare.

— Dime antes su nombre,—murmuró Urbano abriendo los ojos con desvarío.

Sólita sintió el violento sacudir de la voluntad, que vibra su rayo omnipotente en nuestro espíritu en momentos de peligro, y cerrando los ojos, olvidando toda consideración, pronunció un nombre.

El semblante de Gil de la Cuadra se contrajo, y sus labios articularon lastimero quejido.

—Me has traspasado el corazón,—dijo des-