Ir al contenido

Página:7 de julio - novela (1906).djvu/196

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
192
B. PÉREZ GALDÓS

— Auatolio, hijo mío—añadió el enfermo con voz más débil,—abraza á tu esposa.

Soledad y Monsalud se abrazaron.

— Más fuerte, abrázala más fuerte, con la efusión de un verdadero cariño.

Ante tan extraña escena, sentía Salvador su corazón traspasado por el dolor. Avivóse en él, tomando mayor fuerza, el gran cariño fraternal que á la infeliz muchacha profesaba, y la estrechó entre sus brazos, viendo en ella, más que una mujer, un débil y hermoso niño desvalido. Su pecho se humedecía con el raudal de las lágrimas de ella, y oprimiéndole dulcemente la cabeza, le dió cariñosos besos en la frente y en el pelo.

— Así, así, así,—murmuró Gil oyendo el ru« mor de los besos.

Después se aletargó un instante.

Monsalud, sintiéndose menos fuerte que su emoción, salió de la alcoba sofocando un sollozo.

— Dejémosle reposar ahora,—dijo en voz alta.

Aquellas palabras llegaron á los oídos del enfermo, que, sacudiéndose vivamente, abrió los ojos y alzó la cabeza.

— ¿Qué voz es esa?...—preguntó con sobresalto y azoradamente.— Sola, Anatolio... yo he oído una voz...

— No hay nadie... ¡Padre, porDiosl...—gritó Soledad abrazándole.

Pero más furioso, Gil pugnaba por incorporarse gritando:

— ¡Anatolio, mátale, mátale!