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Página:7 de julio - novela (1906).djvu/23

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7 DE JULIO

palabrotasl Mi padre se equivoca; ¿no crees tú que se equivoca?

— Quizás no,—repuso sombríamente Monsalud.

1—¡Vaya, que tienes tú también unas rare! zas...! ¿Con que dices que no se equivoca en lo que piensa de tí?

— Digo que no lo eé.

— Si le oyeras repetir: «Ese hombre es un monstruo, hija mía; no te manches la boca nombrándole»; si le oyeras esto, dirías que ha perdido el juicio. ¡Desgraciado padre mío! Ayer mismo me dijo: «Si ves áese hombreen la calle, huye, corre, no le mires, evita su presencia y su contacto como el de un reptil venenoso...» ¡Reptil venenoso nada menos, caballerito!... Y has de saber que tú manchas cuanto tocas. Todas esas gracias tienes. Oyendo á mi padre tales locuras, ayer, ayer mismo, el corazsn se me oprimía, las lágrimas se me saltaban, y estuve tentada de contestarle: «pues el reptil venenoso nos está dando de comer», pero no me atreví... Mejor fué callar, ¿no es verdad?

— Callar, callar siempre. No le contraríes jamás en este tema. Apóyale más bien. La verdad es que no soy un modelo.

— Si al menos hubiese algún motivo, por pequeño quo fuera, un motivo...

—Pues lo hay—dijo Salvador mirando serenamente á su joven amiga.—¿Tú qué sabes de cosas del mundo? Tú no entiendes de maldades, afortunadamente.

— Pues si hay un motivo - exclamó Sola con