B. PÉREZ G. VLDÓS
— Que sea muy bonito... Veto ya... el Duque me llama. ¡Cómo pierdo el tiempo! Adiós, adiós.
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El Duque del Parque fué uno de los generales españoles que más descollaron en la guerra de la Independencia. Después de Alvarez, el más heróico; de Alburquerque, el más inteligente; de Castaños, el más afortunado, y de Blake, el más militar, aunque el más desgraciado, es preciso colocar al Duque del Parque, que, mandando el ejército de Galicia, ganó en 18 de Octubre de 1809 la batalla de Tamames. En ella fué derrotado el General Marchand y sus doce mil franceses, con pérdida de dos mil hombres, un cañón y una bandera. No fué igualmente afortunado Su Excelencia en la política, á la cual se dedicó con el afán propio de los ineptos para tan escabroso arte.
O el trato de ciertas personas, ó lecturas revolucionarias, ó quizás desaires que no creía merecer, lleváronlo al partido exaltado. Grande de España, so sentó en la silla presidencial de la Fontana de Oro, desde la cual oyó apostrofar á los duques. Diputado en el Congreso de 1822, figuró en el grupo de Alcalá Galiano, de Rico, que había sido fraile y guerrillero, de Istúriz y otros. Este grupo no quería el orden, y á fuer de sostenedor de los libres, se ocupaba en asaetear constantemente al otro partidillo