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Página:7 de julio - novela (1906).djvu/51

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7 DE JULIO

DE JULTO

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Sí, es el mejor, el más fácil, el menos sospechoso, el más tranquilo... Puedo bajar fácilmente á la calle cuando mi hija no esté aquí... Ya sé lo que tengo que hacer. Catorce cuartos... Todavía es poco. Pero Dios me ayudará... es preciso concluir pronto. ¡Maldita vida! ¡que aun para echarte fuera, nos has de dar trabajol ¡Miserable harapo que te llamas cuerpo!... ¡qu9 aun para limpiarnos de tí, han de ser precisas tanta fatiga y tanta lucha!

Sintiendo los pasos de su hija, guardó precipitadamente lo que contaba y tomó el libro.

Disimulaba como un escolar travieso.

Soledad se acercó á él, le pasó la mano por la frente, le dijo algunas palabras cariñosas, y después entró en su cuarto.

— ¡Virgen María! ¿quién ha estado aquí? — exclaraó.—Si hubiera gatos en la casa, diría: tíos gatos;» poro no los hay.

Miró desde la puerta á su padre con la ses veridad cariñosa que se emplea ante los niñoenredadores.

— Yo fui, Sola— dijo D. Gil, mirándola también con un poquillo de turbación.—Yo fui: buscaba unas migas de pan para echar á esos gorriones que suelen bajar á la ventana de enfrente.

— El pan estaba en la cocina: ¿no le vió usted?

— No, hijita, no vi nada. Creí que tendrías migas en los bolsillos.

— Lo mismo pasó la semana pasada cuando salí— dijo Sólita, quitándose los alfileres del .manto y cogiéndolos en la boca, mientras se