Ir al contenido

Página:7 de julio - novela (1906).djvu/93

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
89
7 DE JULIO

descamisados—dij<) el Marquesita,—reciben también dinero de Palacio?

— Ya eso es más difícil de probar.

— Mejía está vendido á los realistas. Por cada insulto le dan un duro.

— Sí, podrá ser... no digo que no. El oro de la reacción corre que es un gusto. í Volvióse á oir otra vez la voz alta y sonora de D. Patricio. Se acercaba de grupo en grupo.

— ¿Qué me dirán ustedes á mí—objetó Don Primitivo,—que yo no sepa? Aquí en mi cartera tengo unas noticias que espantarían á ustedes si se las revelase. Pero á su tiempo maduran las uvas, y todo se sabrá.

— ¿A qué tantos misterios? La Guardia Real se subleva.

— ¿Por orden del Rey?

— Por orden de los agentes de Bayona, que son los que dan el dinero.

— Catorce agentes han llegado á Madrid en lo que va de mes—afirmó Cordero en alta voz;

— ¿habrá quien me pruebe lo contrario?

— Y yo digo que cuatrocientos,—gritó Don Patricio acercándose á los tres jóvenes.

— Siéntese aquí el gran patriota,—dijo el Marquesito ofreciendo una banqueta al simpático preceptor.

— Vaya un cigarro,—insinuó Cordero ofreciéndoselo.

— No estará de más una copita, ¿eh?—le dijo el sargento.

D. Patricio á nada resistía.

— |A la salud del gran Riego y de los redac-