Página:Eduardo - Alberto Navarro Viola.pdf/28

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
— 26 —

Qué valen las quimeras de la gloria,
  ni la falaz grandeza
  que eternizó la historia,—
para el que va, con ríjida entereza,
aislado en el gran mundo, solitario,
trepando la colina del Calvario?




........................................................................
Quiero cantar y que mi canto rudo
un alarido sea de coraje,
de rabia, de despecho, de soberbia,
que al eco mismo de Satan iguale.

Pensé romper con todo, y me detuve....
Si no hay ensueños que mi lira cante,
si no hay laureles que en mi sien verdezcan,
ni corazones que mi acento ablande;—

Aun tengo notas de desprecio y duda,
y risas de sarcasmo, que contrasten
con la apacible calma y la alegria
de que colmé mi juventud amante.

Es ancho el campo del destierro. Vamos
sin miedo que la tromba nos arrastre.
El hombre es fuerte contra el hombre mismo:
atleta del dolor—jamás se abate!

Libemos el jazmin de los deleites;
demos coronas al que erguido cäe;
hundamos en el cieno al que se humilla;
cantemos al que vence en el combate.