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Era él sin duda, entre la selva
Su planta leve sentí imprimir,
Llegó á la hamaca, me dijo, ¡Elva!
Dulce murmurio que crei sentir.
Allá le veo, sobre la orilla
Junto la gruta del tasy en flor,
Su cabellera negra rebrilla
Con los reflejos del tornasol.
Sus grandes ojos color de cielo
Como fanales azul turquÍ
Húmedos siempre de dulce anhelo
A la distancia los fija en mí.
Oh! no te vayas, en la espesura
Bajo la gruta del tasy en flor,
Espera Zuly que el aura pura
Oiga el deliquio de nuestro amor.
Esta corona de pasionarias
Sobre tu frente quiero poner,
Subí á las cumbres mas solitarias
Para con ellas laurear tu sien.
