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humildad y por su Caridad. Ese es Jesús, puesto que no ha habido ni habrá un espíritu que formule ni la mas insignificante de nos parábolas. En el Evangelio, inspirado por Él á sus apóstoles, están grabadas con letras inmortales todas las leyes que la Humanidad puede necesitar; en el Evangelio es donde debemos contemplar a Jesús , en el Evangelio que es el espíritu, no en el Gólgota que es la materia.

Ha llegado el tiempo de que á Jesús se lo comprenda, ha llegado el tiempo de adorar ú Dice en espiritu y verdad; y todas aquellas manifestaciones que de la materia se desprendan, deben quedar olvidadas.

Vosotros los que teneis la delicada mision de propagar las ideas del Cristo, penetradlc siempre en su verdadero sér, presentadlo como modelo que en de humildad , amor y caridad; pero evitad presentarle como al criminal que muere en un suplicio, porque si bien la imágen de Jesús ensangrentado conmueve hondamente, mi sólo mientras la imágen del Salvador tenemos delante, porque despues con las fiestas del mundo, cruz y Gólgota se olvidan, mientras que la fé. el amor la caridad y me palabras de infinita sabiduria se infiltran en nuestra alma y cada vez au imágen adquiere á nuestra vista, mayores, más vivos resplandorea.

UN ESPÍRITU PROTECTOR


SI YO VIERA.....

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Pedid y se os dará: buscad, y
hallareis; llamad y se os abrirá.
San Mateo. Cap VII, v. 7.

La escuela de Santo Tomás es sin disputa alguna la que más partidarios cuenta en los tiempos que alcanzamos. Heredero forzoso el siglo actual de las negaciones del anterior, la humanidad, entre corrientes opuestas, atraviesa un periodo de fermentacion y de lucha en el que aparece como brillante estrella, como faro luminoso que nos ha de conducir 6 seguro puerto la. sublime doctrina del Espiritismo.

Porque embotado por decirlo asi el espiritu por el materialismo de la edad presente, muerta la fe en vista del espectáculo que ofrece el sacerdocio de las religiones positivas, los mas de los hombres no se paran en la vida refleja del ya que nos daria indudablemente la existencia de Dios y la inmortalidad del alma como axiomas de la ciencia, sino que aturdidos, repetimos. por cuan- to nos circunda, queremos pedir la prueba de aquellas dos verdades, pretendemos buscar el reino de Dios, que está en nosotros, en el mundo fenomenal y empírico que nos rodea.

Por eso son tantos y tantos los fariseos que piden señal para creer.

La parte fenomenal del Espiritismo, he aquí lo que atrae y llama la atencion. Se concede lo sublime y filosófico de la doctrina. No hay pruebas que puedan oponerse á la lógica irresistible y avasalladora emanada de las enseñanzas de los espiritus; lo que se niega es precisamente la comunicacion, es decir, el medio por donde esta doctrina ha llegado ri nosotros.

¡Si yo viera algo!... creería. He aqui la frase que diariamente oímos los espiritistas. «Hacednos ver algo á medida de nuestro gusto y en las condiciones que nosotros diremos y entonces os honraremos entrando a participar de vuestras ideas.»

Es decir que lo que se busca es el entretenimiento, satisfacer la curiosidad, alimentar ese sentimiento hacia lo maravilloso que forma uno de los elementos constitutivos de nuestro ser. That is the question.

Poco importa la parte moral de las enseñanzas de los séres de ultra-tumba, ni la correccion de nuestras misiones, la depuracion de nuestro espiritu castigándonos del orgullo y del egoismo que nos corroen.