Página:Almanaque del espiritismo. 1873.pdf/66

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

el asentaba su planta el progreso, producto de tantas generaciones y tantos siglos de combate; el nuevo mundo decimos contraia con el antiguo una deuda, y en los destinos providenciales debia llegar el plazo en que fuera cumplida. Pero las civilizaciones no se improvisan, Occidente no podia hacer imposibles ni retardar el pago de su sagrada deuda; pero si estaba en los limites de la posibilidad y sin sujecion a los largos plazos del tiempo, arrojar al mundo antiguo una idea, un germen equivalente en valor á la civilizacion más adelantada, gérmen que encerrase en sí la virtualidad del progreso.

Esa idea, esa virtualidad, estaban en el Espiritismo, por eso el Espiritismo venia en germen, á mediados del siglo, de America a Europa; por eso el Epiritismo estaba llamado a recorrer en corto espacio de tiempo el camino que sólo en siglos fue dado recorrer á las grandes ideas por eso, en fin, el movimiento espiritista revisten carácter desconocido en la historia, carácter concebible únicamente en el siglo que merced el vapor y la electricidad, ha borrado la antigua idea de las distancias y del tiempo;

Solo así puede esplicarse que en poco más de veinte años una teoria nacida entre el desprecio y el ridiculo, cuente hoy más de veinte millones de adeptos y haya sentado sus reales en los pueblos más avanzados y entre las clases más cultas de la sociedad, Los Estados-Unidos, las repúblicas de la América central y meridional, Inglaterra, Francia, Belgica, Alemania, Italia y los paises civilizados del Norte de Europa dan el mayor contingente al Espiritismo, que ha llevado ya su sencillez a todas las parten del globo, iniciando un movimiento bastante vigoroso para esperar de él, en breve tiempo, los resultados de una civilizacion, el empuje que al progreso han dado los mas grande. acontecimientos históricos.

Entre ellos lícito nos será colocar el curso del Espiritismo, cuya movimiento no es creacion ideal, sino que se atestigua por medio de hechos. Prueba de ello nos ofrece España, lo mismo y tal vez en más alto grado que las citadas naciones.

En nuestra pobre patria, tan trabajada Por las discordias intestinas y en donde tanto cuesta que penetran y encarnen las nuevas ideas, ha hecho tales progresos el Espiritismo, háse esparcido de tal manera en benéfica semilla, que dudaríamos de nuestro propio testimonio, a no ver la fuerza providencial á cuyo empuje vibran las corrientes espiritistas.

Pocos años ha apenas se encontraban en España algunos de aquellos locos mantenedores de la redentora doctrina, y eran insignificantes, viéndose obligados á trabajar en la oscuridad y el más sigiloso retiro, los circulos consagrados al estudio. Pero bastó respirar las auras vivificantes de la libertad, para que el ángel redentor estendiera en ellas sus alas, y saliese de las catacumbas, a donde se la habia condenado, la nueva idea. Y como si quisiera resarcirse de aquel ostracismo y de sus dias de oscuridad, dióse a la luz publicando periódicos, traduciendo las más notables obras espiritistas, dando a la estampa producciones de espiritistas españoles, organizando sociedades y circulos de estudio, creando grupos familiares y difundiendo insólita propaganda.

Madrid, Barcelona, Sevilla, Cadiz, Valencia, Zaragoza, Alicante, Soria y otras capitales establecen sociedades, algunas de las cuales han menester dividirse en grupos para el mejor órden de estudios y propagacion. Almeria, Burgos, Cartagena, Ciudad-Real, Córdoba, Málaga, Castellon, Leon, Logroño, Lérida, Múrcia, Santander, Santa Cruz de Tenerife organizan circulos espiritistas, más ó ménos numerosos, más o menos públicos, segun la índole de las capitales. Y por último, en pueblos de menos importancia y hasta en la poblacion rural brotan grupos y aparecen espiritistas; como para dar testimonio de que el Espiritismo se ha generalizado en España.

Si el movimiento de organizacion es tan notable, el literario se muestra no menos sorprendente. La sociedad barcelonesa propagadora del Espiritismo, infatigable en en benéfica empresa, traduce y publica ediciones sobre ediciones de las obras de Allan-Kardec, para esparcirlas en España y en la America donde se habla la lengua de Cervantes; y la Sociedad propagandista del Espiritismo, establecida en Madrid, publicando obras españoles; y la Sociedad Sevillana, y la Sociedad Alicantina, y otras dando a la estampa obras espiritistas, al mismo tiempo que algunos de nuestros hermanos imprimen sus libros; y folletos, hojas sueltas y articulos completen el movimiento literario.

A La Fórmula del Espiritismo de Alverico Pe-