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Almanaque Sud-americano

VII

He aquí un monótono desfile de caballeros corteses: la mano en el corazón, arqueado el dorso, sonriente la mirada, la boca inflada de promesas... Acabo de leer la historia del primer día de mando de los presidentes de cualquier república...

VIII

El pintor embellece la mirada; el escritor el cerebro; la mujer es la artista del corazón.

IX

La vanidad y el desprecio son los pezones que nutren á los tontos.

X

La danza sola, sin música, en la plenitud de sus refinamientos, figuraría como uno de los tormentos más espantables del infierno dantesco, si el terrible florentino hubiera flagelado las «nulidades serias» y las coquetas.

XI

La envidia enjuga sus lágrimas con la lisonja.

XII

Toda disensión encubre dádiva.

Aquel que la recibe se siente, por lo común, dispuesto á compensarla con puñadas.

XIII

El hombre viejo es como el árbol joven: fácilmente se tuerce.

Constancio C. VIGIL.

Montevideo, 1901.
Dibujo de F. Prieto.