persona cuando es madre, porque en esa funcion la mujer se vacia como individuo en funcion de los otros. R Recibe el reconocimiento e identidad sociales al precio de la propia amputa- cién como persona.
-”,'Ante estas realidades, la saéieaad {maint-
cal responde con su lirico amor a la Madref
Si la madre es golpeada oi_violad_a, ni gol-
Q v1S'.!u.Hua_,[ zm,1Jz7u4a1;y
151-;;u'i3{fiT violador reciben castico. Mas aim, se‘ sospecha que, ella, algo habré hecho; es decir, se da por sentado que merece ser ob- jeto de violencia. 5
El Feminismo no esté contra la matemi- dad; se opone a la maternidad como man- dato cultural, como unica opcion de la mu- jer para ser._ Defiende la matemidad libre y consciente; porque la eleccion es libre cuan- do existen opciones igualmente vélidas: cuando tener o no hijos es igualmente valio- so para la sociedad y no condiciona toda su
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existencia a dicha cleccion. . -
-‘$3 Feminismd sostiene el dei-echo de las mujeres a disponer de su cuerpo, a desvin- cular placer y reproduccién, a disfrutar ple- namente de su sexualidad, a ser sujeto, a ser mujeres con hombres y no de hombres.
— proponiendo un conocimiento abierto y
directo sobre la sexualidad;
— redefiniéndola desde la propia experien-
cia de deseo y placer vivida por la mujer. .
— rechazando la tradicion de aplicarle a ella la norma de comportamiento de macho. La franqueza sobre el cuerpo._y sobre el
sexo implica un importante replanteamien-,
to del destino “femenino” en vase a su po- tencial reproductor; as1' como una impor- tante denuncia de las instituciones de con- trol social-medicina, psiquiatria, psicologi’a- dirigidas a imponer a la mujer los intereses de reproduccién de la fuerza de trabajo del estado burgués-patriarcal” (La terapia femi- nistn como alternativa terapéufica. por Luz H. Sanchez. ILET, Mujer y Salud, mayo 84).
El patriarcado sostiene que, el trabajo. doméstico como actividad hogarefia de la’ mujer es un condicionamiento de su bio-* logia, de la naturaleza femenina. Este tra- bajo implica: gestacion y parto de los hi- jos; crianza de los mismos; atencién del
_marido, los enfermos, los ancianos y el
hogar (cocinar, lavar, coser, limpiar, admi- nistrar, hacer las compras, etc.).
El trabajo doméstico es gratuito e invi- sible, pues no tiene paga ni reporta produc- tos visibles de consumo indirecto, como los producidos por el varén. Pero este tra- bajo no es visto como tal, sino como ex- presién de amor. No conoce (como todo trabajo), remuneracién, dmcanso limite de jornada, indemnizacién, vacacior1§ i_i_i
licencias. Presentar el trabajo doméstico ‘
como un acto de amor derivado de la con- dicion femenina ha sido una de las tareas claves del patriarcado. En los roles sexuales y en esta condicion del trabajo doméstico descansan su dominacién y la opresién de las mujeres. La presién ideolégica para que asf fuera aceptado fue y es tan grande que: cuando se le le pregunta a una ama de casa si trabaja, responde que mo. Si tie- ne un trabajo remunerado (en una ofi- cina, por ej.), responde que es empleada; no dice empleada y ama de casa. Muchas mujeres consideran su trabajo fuera del hogar como una ayda y dejartan de ha- cerlo, si la situacién del compafiero me- Jorara. Cierto es que algunqs hombres compar- ten —en mayor o menor grado—-la tarea ho- garefia; pero lo hacen como colaboracién,
no como responsabilidad (ayudan a cumplir una tarea que no les corresponde, que no es suya.) . _.
El émbito doméstico es el reino de la mujer; con él debe sentirse realizda y satis-4 fecha; luego se le endilga que debe perma- neoer ahf porque las mujeres nunca han hecho aportes significativos ni en la ciencia, ni en la cultura. L,-
EI Feminismo sostiene que el trabajo do_- |