‘_ NEWSWEEK -— 2 de diciembre deY198_6
_ este concepto. Sus experimentos con el
maiz demostraron que entre los cromo- somas saltaban fragmentos de genes en
_. _.forina esponténea pero‘ aparentemente
coordinada. McClintock pensé que esos movimientos estaban sujetos mas bien al control del organismo como un todo o a.una agresién del medio -—la sequfa, por e]emplo— que a] ADN. Al demostrarque el ADN estaba a su vez sujeto a reprogra'—' macién, dejé implfcito que el ADN esta- ba_ lejos de ser el» gran patron de.la disci- phna celular. Keller dice: “La capacidad' de los organismos de reprograrnar su proplo ADN. . . confirma la existencia de ordenamientos més complejos de los que. . . podiamos explicar.” Los descu- brimientos de McC1intock no tienen ca- bida en un paradigma construido sobre
»un ADN “patron”; de todos modos gané
el Premio Nobel de Medicina de 1983.
E1 esperar que los organismos estén controlados por moléculas patron no conduce necesariamente a respuestas
‘ erréneas, sino incompletas (del mismo
modo que pueden serlo las t.eor1'as te- fiidas de actitudes “femeninas”). To- memos el moho del pantano. Existe en forma de célula independientes cuando el alimento abunda, pero si el sustento se hace escaso las células se agrupan, se diferencian y fonnan agregados buscado- res de alimentos del tipo de las amebas.
- _C6mo saben las células cémo reuni_rs_e
para la bfisqueda‘? Keller y Lee Sege1de-
sarrollaron un modelo matemético de cémo podrian organizarse espontanea-
T1_nente las células, pero fue derribado por 1'
_una -teorfa rival: Que una. célula patron
' enviaba sefiales indicando a las otras qué-
hacer. ikunque no hay evidencia de esta “gu1’a.", el paradigma de la célula patron, ‘lo Iequiexe, y deja sin explicacién cémo el moho ‘del pantano se diferencia en respuesta asus érdenes. Esta guia, dice .Kel1er, “ofrece un ejemplo inusitada- rr_1_ente‘_ claro de una -predisposicion _a. . . ‘
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post_ula.‘r un finico gobernador central”; ' Las actitudes que pueden llevar a es- cuelas cientificas “masculinas” y “feme—
ninas” aparecen ternprano. En un estu- ‘
dio de 200 nifxos de cursos de compu* - cién, Sherry Turkle del MIT identificé dos estilos de programacion. Uno es el “control duro”, el del ingeniero, signado por el pre-planeamiento y el deseo do L. poner la propia voluntad a la méquin. El otro es el “control suave”, el del ar- tista, signado por la interaccion. “Un- programa de computacién refleja la men- te del programador”, dice Turkie. A los diez afios, dice, las nifias de nuestra cul- tura prefieren la aproximacion interact1- va (y son criticadas por prog'ramas“m31”) mientras que los nifios prefieren planear todos los pasos del programa.
La cuestién del género no ha atraido mucho la atencién de los cientfficos: en- cerrados en los lfmites del allgoratorio, tienden a no interesarse en la filosoffa de su materia. Pero los estudiantes de ciencia han dado la bienvenida, como modo de pensamiento, a las criticas feministas. Ian Hacking de la Univegsidad de Toronto dice que la investigacmn es una forma “de empezar todos a pensar
" en nuevas direcciones”, liberando al la ciencia para explorar vias de invest1ga- cion que los hijos de Francis Bacon ha- bfan ignorado.
1909 Any. 7.5 1973 e-‘¢‘*;~'%.-é;-3.2-.';¢’:1'v'£“.r:¢.19.73fi:s,:~¢f€f%fi%3.9.' Ff? ..