Malvina Rosa QUIROGA
Nació en Villa Dolores, provincia de Córdoba, el 2 de enero de 1900. Estudió en esa ciudad, en cuya Escuela Normal obtuvo el titulo de maes- tra nacional, profesión que ejerce. Lleva publicados hasta la fecha dos libros de poesía; “Mis rosas pálidas”, aparecido en 1925 y “Horas Tu- yas”, en 1929. Aparte de los juicios periodísticos que ha merecido la la- bor poética de esta autora, anotamos los firmados por: Claudio Gómez en “La Voz del Interior”, el 24 de enero de 1930; Julio Diaz Usandiva- ras y Félix B. Visillac, ambos en “Nativa” de ese mismo mes; Carmen Izcua Barbat de Muñoz Ximénez y Delia Mela Martínez en '"Hortus Con- clusus”, de 18 de febrero; Muro Zegri el 18 de marzo en “Hortus Con- clusus”; María Mitchell de Ramirez en la misma revista en el mes de junio y Antonio Figueroa en “La Semana” de Córdoba. Además de los mencionados, la autora ha recibido numerosos juicios «pistolares, entre los que anotamos de: Manuel Gálvez, Juana de Ibarbourou, Eugenio C. Noé, monseñor Audino Rodríguez Olmos, capitán Luis C. Candelaria, Ceci- lia Borja, Teresa Ramos Carrión, Rosa Río, Carmen 1zcua Barbat de Muñoz Ximénez, Justa Beatriz Gallardo de Zalazar Pringles, Gastón Fi- gueria, Artura Orgaz, Julia Bustos y Daniel Marcos Agrelo.
¡YO SE QUE PASARAS!
Yo sé que tú serás
una nota en la escala de mi vida;
una sola hermosura: la perfecta;
una sola ilusión: la más querida... ¡Yo sé que pasarás!
También sabemos que las flores mueren
que luego perderán
esos vagos perfumes que aspiramos,
y. sin embargo, su belleza amamos. .. ¡Yo sé que pasarán!
