470 ANTOLOGÍA DE LA POESÍA FEMENINA ARGENTINA
Yo quisiera perderme en las horas que marcan misterios
y sentir la caricia inviolada
de una noche sin luna ni estrellas.
HORAS DE LLUVIA
Yo te miro pasar, día de lluvia,
con éste tu monótono aguacero,
que castiga golpeando los cristales
y poblando de gotas el silencio,
y me doy-a soñar:
una cortina, que está hecha de lluvia, me separa de una pradera inmensa, donde en días de sol pace el ganado
y retozan las cándidas ovejas.
Hoy que el viento del sud lo arrasa todo y los tallos doblega,
hoy que la lluvia lo ha deshecho todo, hoy quiero la pradera...
He de empapar mis pies,
hasta que marquen
en el verdor sus huellas,
y he de aspirar, hasta mojarme el alma, el viento que gotea...
Mis ojos, han de ser un solo asombro al mirar la pradera,
y envuelta en la cortina de las: gotas me sentiré pequeña...
Olvidándolo todo, yo quisiera entregarme a la lluvia en cuerpo y alma y ser su prisionera...
Habría de ponerme entre los labios,
la humedad de la hierba,
habría de oprimirme entre sus brazos