56 ANTOLOGÍA DE LA POESÍA FEMENINA ARGENTINA
nI El recuerdo
¡Si es imposible el olvidarlas! Vivo, en la imaginación
está el feliz primer instante
en que mis manos estrechó.
¡Si parecía que dos alas refrescaban mi corazón!
Dos blandas alas de raso
que me daban la sensación
de cobijarme toda entera
en un abrazo protector.
De las antenas de sus dedos “hilos de flúido bienhechor”
se escapaban, y finas redes
me tejían en derredor.
¡Oh, luminoso encantamiento, no hubo más dulce otra prisión! Y aunque sus manos estén lejos, siempre su flúido turbador llega hasta mí cual llega el día, como llega la luz del sol,
como me llegan los perfumes de las manzanas en sazón... ¡Cual de un broadcasting humano la silenciosa vibración!
Envio
Dulce amigo que sin saberlo eres mi dulce inspiración,
y que al leer estos renglones dirás, dudando: “seré yo"? ¡Si premiar quieres compasivo mi silenciosa adoración,
sólo te pido que los guardes cerca de tu corazón!