Página:Anton Chejov - Historia de mi vida - Los campesinos.djvu/35

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

30

pasado por todas las miserias, he trabajado como simple maquinista, he sido dos años, en Bélica, fogonero de locomotora. ¿Usted para qué sirve, para qué trabajo se considera útil?

—Sí; tiene usted razón—repuse, muy turbado ante la mirada severa de sus ojos claros e inocentes.

—Al menos, ¿sabe usted manejar el aparato telegráfico?—me preguntó, tras una corta reflexión.

—Sí; he estado empleado en Telégrafos.

—Bueno... Ya veremos. Por de pronto puede usted salir para Dubechnia. Allí tengo ya un empleado; pero no vale nada.

—¿En qué consistirá mi trabajo?

—Ya decidiremos. Váyase. Daré órdenes. Pero se lo prevengo: no se me emborrache y no me moleste con peticiones; pues de lo contrario le despediré.

Y se sentó en una butaca sin hacerme siquiera una inclinación de cabeza. La conversación había terminado. Saludé al ingeniero y a su hija y me fuí.

La impresión que me produjo tal entrevista no pudo ser más deprimente. Cuando llegué a casa y mi hermana me preguntó cómo me había recibido el señor Dolchikov, no tuve alientos para pronunciar ni una palabra: tan abatido estaba.

Al día siguiente me levanté antes de salir el sol para irme a Dubechnia. Nuestra calle estaba completamente desierta. Todo el mundo dormía