Ir al contenido

Página:Azabache (1909).pdf/110

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 106 —

con una manta, porque sin duda supuso que no me gustaría, por estar tan acalorado; me trajo en seguida un cubo de agua que estaba muy fría y que bebí con ansiedad; me dió un pienso de maíz y heno; y creyendo que lo había hecho á las mil maravillas, se retiró. Bien pronto empecé á temblar y á sentir un frío intenso; me dolían las piernas, los lomos y el pecho, y me sentí como todo entumecido. ¡Cuánto deseé en aquel momento mi gran manta! Si Juan hui biera estado allí!; pero tenía que andar ocho millas á pie, y así, me resigné á esperar, acostándome en la paja y procurando conciliar el sueño. Después de un largo rato, oí que Juan se acercaba á la puerta. Di un gemido de dolor, y al momento lo vi á mi lado, inclinándose para reconocerme. No pude decirle lo que sentía, pero él pareció comprenderlo al momento; me cubrió con dos ó tres mantas, y corrió á buscar agua caliente en la que puso un poco de harina, dándomela á beber, y entonces creo que me quedé un poco traspuesto.

Juan parecía completamente fuera de sí, pues le of decir varias veces:

- -¡Estúpido muchacho! ¡ no abrigarlo con una manta, y darle agua fría á beber!; los muchachos no sirven para nada.

José, sin embargo, era bueno.