Página:Azabache (1909).pdf/27

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
— 23 —

rumor; y antes de poder darme cuenta de lo que pudiera ser, cruzó por delante de mí, como volando, y haciendo un ruido espantoso, un tren larguísimo, soltando grandes bocanadas de humo, desapareciendo en el instante, y dejándome por el pronto casi sin respiración. Me volví y corrí con toda la fuerza de mis patas en dirección al extremo opuesto de la pradera, donde me detuve resoplando de sorpresa y de terror. Durante el día cruzaron otros muchos trenes, algunos de ellos más despacio, que se detenían en la estación inmediata dando antes unos bramidos tremendos. Por el pronto consideré aquello peligrosísimo; pero observé al mismo tiempo que las vacas no le daban importancia alguna y que continuaban pastando como si nada sucediese, levantando apenas la cabeza cuando cruzaba aquel monstruo amenazador. No me fué posible, sin embargo, pacer con tranquilidad los primeros días; pero al fin me desengañé de que aquella terrible criatura no entraba nunca en nuestro cercado, ni me hacía daño alguno, y empecé á perderle el miedo, concluyendo por hacer de ello el mismo caso que las vacas y los carneros.

Después he tenido ocasión de ver muchos caballos alarmados é intranquilos al sentir acercarse una locomotora; pero yo, gracias á mi