forma parte. Nosotros vamos arrastrados por el Sol hacia un punto fijo de la bóveda celeste con un movimiento que es uniforme, dentro de los errores de observación actuales, y cuya velocidad se eleva a unos 19 kilómetros por segundo; por experimentos y observaciones en que sólo intervengan cuerpos pertenecientes al sistema planetario, es imposible reconocer este movimiento; sólo interviniendo cuerpos celestes independientes de él, es dado abordar su estudio. El postulado, circunscrito de este modo a la imposibilidad de reconocer el movimiento uniforme, ha sido designado como principio restringido de relatividad.
Segunda etapa: Partiendo de aquél se pudieron resolver los problemas planteados por la experiencia, a que antes aludía; pero a un espíritu filosófico había de chocarle la situación privilegiada de la traslación uniforme, y ante la posibilidad de denunciar cualquiera otra clase de movimiento, que permite la ciencia fundada en el postulado aludido, Einstein afirma que tal posibilidad es sólo aparente, formulando el principio de relatividad general que lleva a la independencia completa de las leyes naturales respecto de quien sea el observador que las estudia.
Aun se debe a Weyl una tercera ampliación del principio, eliminando de la teoría la hipótesis de que es posible elegir un sistema de unidades con validez