marnos del estado de las cosas, para empezar á preparar mi venganza. Te dije que la jóven estaba defendida por una vieja. La vieja ha muerto, y la maldita costurera ha ido à refugiarse en casa de una señora jóven llamada Mercedes, que segun creo es su mas íntima amiga.
Tengo comprado á su cochero Pedro, y este es un muchacho que puede servirnos mucho. En cuanto al maldito rabioso de Cárlos, es preciso acabar con él, de cualquier modo, porque mientras el viva, mi vida estará en un hilo. La muerte de este, será una puñalada maestra para Camila, que le ama como una loca. ¡Bandera negra! ¡Guerra á muerte á todos ellos! Tenemos que luchar contra cuatro: Cárlos, Camila, Mercedes y un maldito fraile hermano de esta, que puede hacernos mucho mal y á quien seria muy bueno quitar del medio.
—Mientras haya oro querido amigo, combatiremos con ventaja.
—Si es preciso lo derramaré á manos llenas, y mil fortunas que tuviera las emplearia en cabar ·las tumbas de todos ellos. Mañana es preciso que con algun pretesto te presentes en casa de Mercedes y trates de ganar la entrada en su casa, y si es posible su amistad.
—Y si te parece mejor su amor, le hago una declaracion de novela en cinco minutos.
—¡Magnífica idea!
—Pues desde ahora, hago cuenta que estoy ciegamente enamorado.