Página:Castelvines y Monteses 1647.pdf/4

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
282
Caſteluines y Monteſes,

Anſ. Quien te parece mejor?

Roſ. La que habla aquel dichoso,
que merecio lugar.

Anſ. Tu puedes tambien hablar.

Roſ. Que roſtro tan enfadoſo.

Anſ. La maſcara te has quitado.

Roſ. No reparè en lo que hazia.

Anſ. Pontela preſto.

Roſ. Seria
dar a eſta gente cuydado,
que imaginas en traycion,
mejor es eſtarme anſí.

Anſ. Ya te han viſto.

Roſ. Necio fuy.

Anſ. Que notable confuſion.

Ant. Ay mayor atreuimiento
Roſelo en mi caſa.

Teo. Oyd.

Ant. Que he de oyr.

Teo. Solo aduertid
lo que deſte mozo ſiento,
que es vna noble llaneza,
y que con ſu poca edad,
no ſiente la enemiſtad,
que es en el naturaleza,
y es ſeñal que no ha tenido,
odio jamas a eſta caſa,
pues ſabiendo lo que paſſa,
a donde veys ha venido.

Ant. No puede venir armado
y intentar una traycion?

Teo. Eſſo es hablar con paſsion,
de noble el mancebo ha entrado,
ſin reparar ſi era error,
eſtando junto vn linage.

Ant. Y no es de mi caſa vltrage?

Teo. Antes me parece honor.

Ant. Yo lo juzgo de otra ſuerte
y le quiſiera matar.

Teo. Pues yo no os pienſo ayudar
a hazer tan cobarde muerte
eſte como simple Azor
ſe ha entrado en el palomar,
a ver ſi puede caçar,
algunas aues de amor,
no alboroteys a Verona
ni el vando reſuciteys.

Ant. Mucha prudencia teneys.

Teo. La edad
Antonio me abona,
y ſi teneys hija aqui,
yo tambien.

Ant. Por vos le dexo.

Teo. Lo que importa os aconſejo.

Anſ. Que miras?

Roſ. Mi muerte vi.

Anſ. No dizes mal pues mirando
con tanta contemplacion,
ha dado juſta ocaſion
a los del contrario vando
para que te den la muerte.

Roſ. Con mucho ſoſiego eſtan.

Anſ. Por ventura juzgaran
tu necedad de otra ſuerte.

Roſ. Dexame Anſelmo que vea,
aquel Angel celeſtial,
y ſucedame tan mal,
como eſta gente deſſea,
que ſi es fuerça que la vida
para llegar haſta el Cielo,
ſe ha de perder en el ſuelo,
la muerte es juſto que pida,
ſi matan los Caſteluines,
con vaſiliſcos mirando,
o quien fuera de ſu vando?

Anſ. No me eſpanto que te inclines,
a tan deuida hermoſura.

Roſ. No es bella?

Dorotea. Que hermoſo talle,
de mancebo.

Roſ. Quando calle

mi temor, mi amor procura,
An.