Página:Charles Darwin - Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo - Tomo I.djvu/332

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
308
cap.
darwin: viaje del «beagle»

en que un hombre solo había dormido la noche antes, como en la cama de una liebre, hubiera colegido que eran ladrones arrojados de sus tribus; pero otras expresiones ambiguas me hacen dudar de ello; varias veces me ha ocurrido que la explicación más probable era que se trataba de dementes.

Las diversas tribus no tienen gobierno ni jefe; sin embargo, cada una se halla rodeada de otras tribus hostiles, que hablan diferentes dialectos, y separadas de las demás sólo por una zona desierta o territorio neutral; la causa de sus guerras parece ser los medios de subsistencia. Su territorio es un conjunto de barrancos, rocas abruptas, montañas escarpadas y bosques sin empleo, constantemente envueltos en neblinas y tempestades. La parte habitable se reduce a las piedras de la playa; para procurarse el alimento se ven obligados incesantemente a vagar de un sitio a otro, y tan inaccesible es la costa, que sólo pueden efectuar el traslado de lugar en sus mezquinas canoas. Desconocen el amor al hogar, entendiendo por esta palabra una vivienda sólida y fija, y son extraños a las afecciones domésticas. El marido trata a la mujer como un amo brutal a un esclavo trabajador. ¿Se ha perpetrado jamás hecho más horrible que el presenciado en la costa occidental por Byron, que vió a una infeliz madre recoger el cadáver ensangrentado de su hijo moribundo, a quien el marido, furioso, había arrojado contra las piedras por haber dejado caer una cesta de erizos de mar? ¡Cuán poco deben de ejercitar estos salvajes las facultades superiores del espíritu! ¡Y qué ocasiones ofrece un país y género de vida a la imaginación para describir, a la razón para comparar y al juicio para decidir! La operación de arrancar de las rocas mariscos a golpes ni siquiera hace necesaria la astucia, que es la ínfima de las dotes intelectuales. La destreza que poseen para algunas cosas puede compararse al instinto de los animales, porque no se per-