los vértices de ordinario truncados, y que se levantan, aisladas, sobre una superficie plana de lava negra y escabrosa. Un monte de mayor tamaño, situado en el centro de la isla, parece el padre de los más pequeños. Llámasele Green Hill, esto es, Colina Verde, nombre que se ha tomado del tinte débil de ese color, que en esta época del año apenas se percibe desde el fondeadero. Completando la escena desolada, las negras rocas de la costa están bañadas por un mar bravío y turbulento.
La colonia está junto a la orilla, y se compone de varias casas y barracas colocadas irregularmente, pero bien construídas de piedra blanca. No hay más habitantes que algunos marinos y varios negros rescatados de los barcos que se dedican a su tráfico; estos negros reciben del gobierno paga y provisiones [1]. No hay en la isla persona alguna más. Muchos de los marinos parecían contentos con su situación; prefieren pasar en tierra sus veintiún años de servicios, suceda lo que suceda, antes que en su barco; si yo fuera marino, abrazaría de todas veras esta resolución.
A la mañana siguiente subí a Green Hill, que tiene 800 metros de altura, y crucé la isla hacia la parte de barlovento. Un buen camino carretero conduce desde el poblado de la costa a las casas, huertos y campos situados junto a la cima de la montaña central. Al lado de la ruta se ven piedras miliares y cisternas, donde los transeúntes sedientos pueden beber agua fresca y saludable. La misma diligente previsión se ha desplegado en otras partes de la colonia y en la administración de los manantiales, procurando que no se desperdicie una sola gota de agua; de modo que, en realidad, la isla toda puede compararse a un enorme navío cuidado con el mayor esmero. A la vez que admiro la
- ↑ Ascensión tiene solamente 88 km.² y 196 habitantes.—Nota de la edic. española.