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aurelio
Crezca el Cielo tu ventura.
Entrase el Rey, y queda Aurelio.
¡Gracias te doy, eterno Rey del cielo,
que tan sin merecerlo has permitido
que, por la mano de que más temía,
tanto bien, tanta gloria me viniese!
Entra Francisco y dice:
francisco
¡Albricias, caro, Aurelio!; que es llegado
un navío de España, y todos dicen
que es de limosna cierto, y que en él viene
un fraile trinitario cristianísimo,
amigo de hacer bien, y conocido,
porque ha estado otra vez en esta tierra
rescatando cristianos, y da ejemplo
de mucha cristiandad y gran prudencia.
Su nombre es fray Juan Gil [1].
aurelio
Su nombre es fray Juan GilMira no sea
fray Jorge de Olivar, que es de la Orden
de la Merced, que aquí también ha estado,
de no menos bondad y humano pecho;
tanto, que ya después que hubo expendido
bien veinte mil ducados que traía,
- ↑ Este fraile rescató a Cervantes en 1580.