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Página:Comedias - El trato de Argel - El cerco de Numancia (1922).pdf/14

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¡Toque que nuestra paciencia
descubre si es valerosa;
pobre vida trabajosa,
retrato de penitencia!
Cállese aquí este tormento,
que, según me es enemigo,
no llegará cuanto digo
a un punto de lo que siento.
Pondérase mi dolor
con decir, bañado en lloros,
que mi cuerpo está entre moros
y el alma en poder de Amor.
Del cuerpo y alma es mi pena:
el cuerpo ya veis cuál va;
mi alma rendida está:
a la amorosa cadena.
Pensé yo que no tenía
Amor poder entre esclavos;
pero en mí sus recios clavos
muestran más su gallardía.
¿Qué buscas en la miseria,
Amor, de gente cautiva?
Déjala que muera o viva
con su pobreza y laceria.
¿No ves que el hilo se corta
desa tu amorosa estambre,
aquí con sed o con hambre,
a la larga o a la corta?
Mas creo que no has querido
olvidarme en este estrecho;
que has visto sano mi pecho,