aunque tan roto el vestido.
Desde agora claro entiendo
Que el poder que en ti se encierra
abraza el cielo y la tierra,
y más que no comprehendo.
Una cosa te pidiera,
si en esa tu condición
una sombra de razón
por entre mil sombras viera,
y es que, pues fuiste la causa
de acabarme y destruirme,
que en el continuo herirme
hagas un momento pausa.
Yo no te pido que salgas
de mi pecho, pues no puedes;
antes te pido que quedes,
y en este trance me valgas.
Mira que se me apareja
una muy fiera batalla,
y que no he de atropellalla
si tu consejo me deja.
Del lugar do me pusiste
me procuran derribar;
pero ¿quién podrá bajar
lo que tú una vez subiste?
Ya viene Zahara y su arenga;
¡ay, enfadosa porfía,
como que me falta el día
antes que la noche venga!
¡Valedme, Silvia, bien mío,
que, si yos me dais ayuda,
Página:Comedias - El trato de Argel - El cerco de Numancia (1922).pdf/15
Apariencia
Esta página ha sido corregida
13
