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Página:Comedias - El trato de Argel - El cerco de Numancia (1922).pdf/153

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151
escipión

Decid; que adondequiera doy audiencia.

numantino primero

Pues con ese seguro que tenemos,
de tu real grandeza concedido,
daré principio a lo que soy venido.
Numancia, de quien yo soy ciudadano,
ínclito general, a ti me envía,
como al más fuerte capitán romano
que ha cubierto la noche y visto el día,
a pedirte, señor, la amiga mano,
en señal de que cesa la porfía
tan trabada y cruel de tantos años,
que ha causado sus propios y tus daños.
Dice que nunca de la ley y fueros
del Senado romano se apartara
si el insufrible mando y desafueros
de un cónsul y otro no le fatigara.
Ellos con duros estatutos fieros
y con su extraña condición avara
pusieron tan gran yugo a nuestros cuellos,
que forzados salimos dél y dellos;
y en todo el largo tiempo que ha durado
entrambas partes la contienda, es cierto
que ningún general hemos hallado
con quien poder tratar algún concierto.
Empero agora, que ha querido el hado
reducir nuestra nave a tan buen puerto,
las velas de la gavia recogemos