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Página:Comedias - El trato de Argel - El cerco de Numancia (1922).pdf/154

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y a cualquiera partido nos ponemos.
No imagines que temor nos lleva
a pedirte las paces con instancia,
pues la larga experiencia ha dado prueba
del poder valeroso de Numancia.
Tu virtud y valor es quien nos ceba,
y nos declara que será ganancia
mayor que cuantas desear podemos,
si por señor y amigo te tenemos.
A esto ha sido la venida nuestra.
Respóndenos, señor, lo que te place.

escipión

¡Tarde de arrependidos dais la muestra!
Poco vuestra amistad me satisface.
De nuevo ejercitad la fuerte diestra,
que quiero ver lo que la mía hace;
quizá que ha puesto en ella la ventura
la gloria nuestra y vuestra sepoltura.
A desvergüenza de tan largos años,
es poca recompensa pedir paces.
Seguid la guerra y renovad los daños.
Salgan de nuevo las valientes haces.

numantino primero

La falsa confianza mil engaños
consigo trae; advierte lo que haces,
señor, que esa arrogancia que nos muestras
remunera el valor en nuestras diestras;
y pues niegas la paz que con buen celo