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esta mi nueva traza, usada hazaña;
que si en mi favor quiere mostrarse
el Cielo, quedará sujeta España
al Senado romano, solamente
con vencer la soberbia de esta gente.
¡Alto, sereno y espacioso cielo,
que con tus influencias enriqueces
la parte que es mayor de este mi suelo
y sobre muchos otros le engrandeces:
muévate a compasión mi amargo duelo,
y, pues al afligido favoreces,
favoréceme a mí en ansia tamaña,
que soy la sola y desdichada España!
Basta ya que un tiempo me tuviste
todos mis flacos miembros abrasados,
y al sol por mis entrañas descubriste
al reino obscuro de los condenados,
y a mil tiranos mil riquezas diste;
a fenicios y a griegos entregados
mis reinos fueron porque tú has querido
o porque mi maldad lo ha merecido.
¿Será posible que contino sea
esclava de naciones extranjeras
y que un pequeño tiempo yo no vea
de libertad tendidas mis banderas?
Con justísimo título se emplea