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Página:Comedias - El trato de Argel - El cerco de Numancia (1922).pdf/162

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Mas ya quel revolver del duro hado
tenga el último fin estatuído
de ese tu pueblo numantino armado,
pues a términos tales ha venido,
un consuelo que queda en este estado:
que no podrán las sombras del olvido
obscurecer el sol de sus hazañas,
en toda edad tenidas por extrañas;
y puesto que el feroz romano tiende
el paso ahora para tan fértil suelo,
que te oprime aquí y allí te ofende
con arrogante y ambicioso celo,
tiempo vendrá, según que ansí lo entiende
el saber que a Proteo ha dado el Cielo,
que estos romanos sean oprimidos
por los que agora tienen abatidos.
De remotas naciones venir veo
gentes que habitarán tu dulce seno
después que, como quiere tu deseo,
habrán a los romanos puesto freno:
godos serán, que, con vistoso arreo,
dejarán de su fama el mundo lleno;
vendrán a recogerse en tus entrañas,
dando de nuevo vida a sus hazañas.
Estas injurias vengará la mano
del fiero Atila en tiempos venideros,
poniendo al pueblo tan feroz romano
sujeto a obedecer todos sus fueros,
y portillos abriendo en Vaticano
sus bravos hijos y otros extranjeros,
harán que para huir vuelva la planta